Mentiras oficiales y precariedad salarial

Por José Arlex Arias Arias  

No es una casualidad que la gestión del presidente Santos sea rechazada por una inmensa mayoría de colombianos y que su imagen vaya en constante deterioro, a pesar de los billonarios recursos públicos que le entrega a los grandes medios de comunicación, especialmente a los de propiedad de grupos económicos, para que le den “una maquilladita”. La encuesta de YanHaas, revelada el dos de este mes, indicó que la gestión de Santos fue aprobada por tan solo el 21% de los que respondieron el sondeo, en tanto que la desaprobaron el 62%.

Al igual que a su Gran Jefe, la gestión de sus ministros solo la aprueba el 22% y la desaprueba el 56%. Sobre la economía, el 40% de los encuestados opina que está en retroceso, 43% cree que se encuentra estancada y solo el 14% estima que progresa. El 87% considera que ha aumentado el pago de impuestos y el 7% cree que sigue igual. La conclusión es contundente: el 68% dice que el país va por mal camino frente a un 26% que cree lo contrario.

Como al “Gran Jefe” le va tan mal, los medios no fueron tan profusos en divulgar la noticia, dándole apenas pequeños espacios sin análisis ni contextualización. Hay que recordar que cuando a mandatarios de países vecinos, que implementan algún modelo alternativo, les pega el “sol en la espalda” con estas encuestas, los “muelen”, posando los medios de “defensores” de esos pueblos, con tal de que tomen la decisión de abrazar el credo neoliberal del libre comercio. Esos analistas se desvelan pensando en la estrategia para fortalecer a ese “Gran Jefe” y buscan las razones de su caída. No hay necesidad de mucho esfuerzo: es esa política neoliberal que “hace agua”, con un barco que tiene la tendencia a hundirse junto a pasajeros y tripulantes; la forma como le arrebatan los derechos fundamentales a la población; la manera como ferian los recursos naturales y las empresas estatales al sector privado; la miseria, la pobreza, la informalidad, el desempleo estructural y la pauperización de los trabajadores. Las mentiras oficiales, fueron verdades solo durante su campaña electoral.

Una de esas promesas incumplidas –ahora mentiras oficiales–, tiene que ver con el acuerdo que hizo con algunos gremios de los trabajadores para reconocerles las horas extras como estaba establecido antes de la Ley 789 del 2002, expedida por Álvaro Uribe Vélez, o sea, que se pagaban cuando se generaba el trabajo extra entre las seis de la tarde y seis de la mañana del día siguiente. Uribe las modificó comenzando a pagarse a partir de las diez de la noche. Esa es una de un rosario de mentiras, o eufemísticamente, promesas incumplidas, del Primer Mandatario. Una investigación sobre ‘Calidad de vida laboral en Colombia’, del Centro de Estudios Económicos Regionales –CEER–, publicación del Banco de la República, dice que el 32,2% de los trabajadores reportó trabajar más de 48 horas a la semana y de esos, el 93,4% no recibe remuneración por esa labor. Advierte además que el 41% se encuentra en un trabajo con antigüedad de un año o menos y el 31,5% dijo no tener ningún contrato. “En 2014, el 48,4% no estaba contribuyendo a fondos de pensiones, el 42,9% no estaba afiliado a los servicios de salud y el 49,2% no tenía cobertura por riesgos profesionales”, dice la investigación. ¡Esta es la Colombia que rechaza al “Gran Jefe”!

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Cartagena de Indias.