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Mercado laboral sigue tendencia cíclica: aumenta el desempleo

Por Diego Otero Prada  

Ya lo habíamos dicho en artículos anteriores  al analizar el mercado laboral, que en noviembre de cada año cambian las tendencias, a menos que se produzca un crecimiento económico robusto. Y esto es lo que ha ocurrido con el informe de la situación laboral de noviembre de 2013.

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Por Diego Otero Prada  

Ya lo habíamos dicho en artículos anteriores  al analizar el mercado laboral, que en noviembre de cada año cambian las tendencias, a menos que se produzca un crecimiento económico robusto. Y esto es lo que ha ocurrido con el informe de la situación laboral de noviembre de 2013. En efecto la tasa de desempleo nacional aumentó de  7,8% en octubre 2013 a  8.5% en noviembre  2013, lo que nadie en el gobierno ha tenido la molestia de decirlo. E, igualmente, la tasa de desempleo de las 13 áreas  metropolitanas creció de 8,7% a 9,3% en los mismos meses de 2013.

Da  risa leer las declaraciones del presidente Santos  diciendo  que “ese desempeño -baja del desempleo por 40 meses- no lo ha  tenido ningún país”. Por supuesto que no, porque ningún país venía de tasas de desempleo tan altas como la colombiana  desde 1999 en que se  llegó a la cifra de 19%. Además, en Latinoamérica las tasas de desempleo han estado por debajo de 9,0% y aún menos en varios países, y bajarlas más es una tarea muy difícil.

Por otra parte, las  conclusiones con base en estadísticas dependen de cómo se hagan las comparaciones.  Hace 40 meses, julio de 2010, la tasa de desempleo era de 12,7%, pero un mes antes era de 11,6%; en octubre de 2008, estaba en 10,1% y en noviembre de 2007, en 9,4%. Entonces, la diferencia depende del mes de referencia. Si se hace con julio de 2010, se tendría una baja de la tasa de desempleo de  4,2 puntos. Si con noviembre de 2007, de 0,9 puntos, o sea, según este año de referencia, se requirieron  seis años para una reducción de por lo menos un punto. Como se ve, las estadísticas dan para todo.

Lo importante para señalar es que la tasa de desempleo es cíclica. Con noviembre comienzan los meses en que esta aumenta, así que en diciembre y  enero 2014 veremos una situación similar, y  a partir de febrero 2014, las tasas vuelven a descender.

Con una tasa de aumento del PIB entre 4,0% y 4,5%, teniendo en cuenta una tasa de crecimiento poblacional de 1,8% y de productividad media del trabajo de 2,0%, la tasa de desempleo debe disminuir lentamente (se absorbe el incremento en la fuerza laboral, por lo que la ocupación crece, y se tiene un margen para ir disminuyendo el desempleo) que es lo que viene ocurriendo. Bajas más rápidas de la tasa de desempleo se verán a medida que el PIB crezca a valores de 5,0% o más.

El subempleo sigue alto, con una tasa total de 42,4% en noviembre de 2013  en comparación con 44,1% en noviembre 2007, sí,  1,7 puntos menos de diferencia, pero muy baja la reducción como para pensar que se está derrotando el subempleo.  Pero lo mismo que con la tasa de desempleo, depende de con cual mes y año se haga la comparación.

En conclusión, la tasa de desempleo abierto ha venido disminuyendo lentamente, pero en noviembre se produjo un quiebre hacia arriba que continuará en diciembre y enero de 2014, cuya magnitud de incremento dependerá de la evolución de la economía.
Los argumentos del  Ministro de Hacienda  sobre el papel de la reforma tributaria al bajar los costos laborales no tienen ningún sustento empírico, son simplemente afirmaciones para justificar los cambios producidos. Más importante en la creación de empleo es el papel de la demanda (crecimiento de la economía) y de la inversión en proyectos de  alta intensidad en mano de obra.

Tal vez la justificación del Ministro se encuentra en el último informe del DANE sobre la informalidad, del trimestre julio-septiembre 2013, según el cual la informalidad viene reduciéndose, de 51,5% en el trimestre julio-septiembre de 2012 a 49,2% en igual trimestre de 2013, dando a entender que se han creado empleos formales por la reforma tributaria de 2013. Nada más difícil de probar puesto que esta tasa viene disminuyendo  desde 2011 y, además, el hecho de que más personas entren a la seguridad social no significa que se deba a empleos formales  creados por la reforma tributaria.

Como siempre, el gobierno no dice totalmente la verdad. Exagera los resultados y confunde a la opinión pública, dando a entender que estamos en el mejor de los mundos posibles y  de ahí a saltar a la reelección del Presidente no hay sino un paso.
El problema sigue: el desempleo es alto, el empleo en un porcentaje grande es de bajos salarios, la informalidad es cerca de 50,0%, el subempleo de 42,4% y la industria y la agricultura decaen. ¿De donde se puede decir, entonces, que estamos bien? Hay que estar ciego o de mala fe para ir contra la realidad. Solamente un cambio de modelo puede cambiar esta situación.

7 de enero de 2013.

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