Nacional
“Mirando pal’ vecino”
Por José Arlex Arias Arias
Toda opinión es factible de controversia ya que es una expresión subjetiva, a fuerza incluso de que muchos la compartan. Algunos “hacedores” de opinión se devanan los sesos para “vendernos” una Colombia pujante, en vías al desarrollo, profundamente democrática, incluyente y lista para codearse con las naciones avanzadas, en un circuito de poder llamado Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico –OCDE–. Ello a pesar de que somos uno de los países más desiguales del mundo, con una economía en barrena, miles de muertos por el hambre, unos sistemas privatizados, deficientes y caros de salud, educación y servicios públicos, grandes escándalos de corrupción y una violencia que afecta la vida de millones de ciudadanos. Esto se refleja en que la imagen favorable del presidente Santos es de solo 21% y que más del 70% de la población dice que el país va por muy mal camino.
Por José Arlex Arias Arias
Toda opinión es factible de controversia ya que es una expresión subjetiva, a fuerza incluso de que muchos la compartan. Algunos “hacedores” de opinión se devanan los sesos para “vendernos” una Colombia pujante, en vías al desarrollo, profundamente democrática, incluyente y lista para codearse con las naciones avanzadas, en un circuito de poder llamado Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico –OCDE–. Ello a pesar de que somos uno de los países más desiguales del mundo, con una economía en barrena, miles de muertos por el hambre, unos sistemas privatizados, deficientes y caros de salud, educación y servicios públicos, grandes escándalos de corrupción y una violencia que afecta la vida de millones de ciudadanos. Esto se refleja en que la imagen favorable del presidente Santos es de solo 21% y que más del 70% de la población dice que el país va por muy mal camino.
Algunos estudios indican que en los últimos veinte años la corrupción le ha costado a Colombia 189 billones de pesos, un 4% del Producto Interno Bruto de ese período, o sea, un promedio de 9 billones al año se los roban al erario y ahí no están incluidos los sobrecostos de las obras de infraestructura y la mala calidad de las mismas. No en balde una gran mayoría de la población opina que junto al desempleo y la delincuencia común, la corrupción es uno de los grandes problemas que tiene Colombia. Nuestro país está entre los más corruptos del mundo, según el índice de percepción de corrupción de la Organización para la Transparencia Internacional, que le otorga para el año 2015 un puntaje de 37 sobre 100 (siendo 0 la mayor percepción de corrupción), lo que lo mantiene en el puesto 83 entre los 167 países evaluados.
Los últimos escándalos de corrupción más grandes de los “destacados dirigentes” colombianos, tienen que ver con los sobrecostos en la Refinería de Cartagena por 4 mil millones de dólares –unos 12 billones de pesos– y con los “Panamá Papers”, mediante los que se conoció que “importantes personajes” trasladaron sus dineros a ese país, considerado como uno de los “paraísos fiscales” del mundo; según analistas, los dineros que han sido trasladados a esos “templos de corrupción” le dejan de pagar impuestos al país por más de 6.000 millones de dólares al año, cerca de 18 billones de pesos. Esto indica que con lo que le tumban estos “patriotas”, que además dirigen la nación, miles de colombianos se salvarían de morir por desnutrición.
Lo increíble es que mientras en Colombia, analistas, dirigentes y algunos congresistas hacen esfuerzos para que la Nación les escuche sus fundamentadas pruebas que ubican la responsabilidad de quienes se roban al país, con base en este modelo de privatizaciones y entrega del patrimonio nacional, los “cacaos de los grandes medios de comunicación” andan más preocupados en “mirar pal’ lado”, al vecino, como una forma de distracción, de no dejar que las denuncian criollas impacten en la sociedad y de paso ayudan a la retoma del “Patio Trasero” por Estados Unidos. Son cómplices de los grupos económicos y de la indolencia de esta dirigencia. Periodismo complaciente para dentro y radicales con los vecinos. ¡Es conmigo, hagámonos los bobos!
arlexariasarias@yahoo.com
Cartagena de Indias.