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“Nos movilizamos para defender el futuro del agro colombiano”: Óscar Gutiérrez, director ejecutivo de Dignidad Agropecuaria
Por Giorgio Trucchi / La Rel
El pasado 17 de marzo cientos de miles de colombianos y colombianas protestaron a lo largo del territorio nacional contra la política económica y social del presidente Juan Manuel Santos. Óscar Gutiérrez, director ejecutivo de Dignidad Agropecuaria, conversó con La Rel acerca de las problemáticas que enfrenta el sector agropecuario colombiano.
-¿Qué motivó al sector agropecuario a sumarse al exitoso Paro Nacional del 17 de marzo pasado?
Por Giorgio Trucchi / La Rel
El pasado 17 de marzo cientos de miles de colombianos y colombianas protestaron a lo largo del territorio nacional contra la política económica y social del presidente Juan Manuel Santos. Óscar Gutiérrez, director ejecutivo de Dignidad Agropecuaria, conversó con La Rel acerca de las problemáticas que enfrenta el sector agropecuario colombiano.
-¿Qué motivó al sector agropecuario a sumarse al exitoso Paro Nacional del 17 de marzo pasado?
-Tras las movilizaciones y paros de 2013 y 2014, Dignidad Agropecuaria Colombiana ha venido suscribiendo acuerdos con el gobierno, para buscar soluciones a una serie de problemas que afectan a los agricultores. El gobierno cumplió solo en mínima parte lo acordado.
-¿Cuáles fueron los puntos que el presidente Santos cumplió?
-Se implementó, por ejemplo, lo que se conoció como Protección al Ingreso Cafetero (PIC), un programa de apoyo a los productores que significó el desembolso de más de 1 billón de dólares. También hubo apoyo para los productores de cacao, papas y otros rubros menores.
En cuanto al tema de la deuda agraria tramitamos dos leyes ante el Congreso de la República, una de ellas para resolver el tema de las deudas de productores superiores a los veinte millones de pesos (8 mil dólares). Pero cuando la reglamentaron volvieron a imponer el techo de los veinte millones, echando para atrás lo que ya habíamos logrado.
Tampoco hubo mayor interés por los graves daños que genera la explotación minera en las zonas agrarias. Sin embargo, el tema que más nos movió a sumarnos al paro fue el de la importación de alimentos y su relación con los Tratados de Libre Comercio (TLC).
-¿De qué manera estas políticas afectan al sector agropecuario?
-Son políticas muy dañinas, donde el gobierno trata de contrarrestar el aumento de la inflación, provocada esencialmente por la devaluación del peso frente al dólar y, en menor parte, por la sequía, reduciendo a cero el arancel para la importación de alimentos.
-Recordemos algunos datos sobre el tema de importación de alimentos. ¿Cuál es la situación actual en Colombia?
-Colombia consume entre 38 y 40 millones de toneladas de productos agrícolas al año y produce casi 32 millones. Sin embargo estamos importando unas 12 millones de toneladas -en su mayoría arroz, maíz y trigo-, más una cantidad indefinida de alimentos procesados.
Si consideramos que en los años 90 solamente se importaban 400 mil toneladas de alimentos, es evidente que lo que ha habido es un desplazamiento del trabajo nacional para favorecer a las grandes transnacionales. Yo creo que Colombia es el país de Suramérica que más importa alimentos.
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-¿Cómo afectaría a la población una mayor apertura a la importación de alimentos, a través de la reducción de los aranceles?
-El objetivo de los TLC es alcanzar el “arancel cero”. En Colombia esto ya se va logrando aunque en plazos distintos según el rubro.
El arroz, por ejemplo, alcanzará el arancel cero en un plazo de diecisiete años, sin embargo las grandes importaciones que se están haciendo ya están metiendo en una situación muy grave a los productores. Lo mismo va a pasar con los demás rubros que son la base de la alimentación de las y los colombianos.
Pero además tenemos otro problema. Estados Unidos, que es el país de donde traemos buena parte de las 6,5 millones de toneladas de cereales, estaría a punto de aumentar el subsidio a sus productores agropecuarios, a sus compañías, a sus transnacionales.
Una de las razones principales de nuestra participación en el paro es exigir la reducción de las importaciones de alimentos, y que se abra un debate profundo alrededor de ese tema.
-¿Qué gana el presidente Santos con destruir al sector agropecuario nacional?
-Es la continuación del modelo que implementó el ex presidente Uribe, es decir convertir a Colombia en una mal llamada “locomotora minero-energética”:
Quieren forzarnos a ser un país minero, petrolero, y usar los dólares para traer alimentos. Lo consideran más barato que producirlos en Colombia.
De esa manera prefieren abandonar la producción agropecuaria nacional, pero es una locura porque esta famosa “locomotora” ya estalló. Lo que va a entrar este año en regalías del petróleo es cero, y la sequía no sólo ha anulado la capacidad del país de vender energía, sino que hasta tendremos que importarla desde Ecuador.
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-Una situación muy difícil.
-El país va rumbo a una crisis de proporciones gigantescas. La sequía está afectando a todos aquellos productores que no tienen capacidad de regar sus campos. Hay varios que perdieron toda su cosecha y ahora no tienen ni para alimentar a su familia.
La situación es tan grave que en el último Comité Nacional de Cafeteros, donde se sientan 6 ministros del gobierno de Santos, se tomó la decisión de mandar a muchos cafeteros a una institución que se llama el Departamento para la Prosperidad Nacional.
Productores cafeteros que ya terminan viviendo no de su producción, sino de la asistencia social del gobierno. Y eso que es un sector de los que menos mal están.
Vayan a ver en qué condiciones están los campesinos de la costa, que incluso están abandonando su región porque ni siquiera tienen comida.
-¿Cuál es el llamado desde Dignidad Agropecuaria al gobierno Santos?
-El gobierno debe atender los problemas sociales y no quiere hacerlo, porque atenderlos significa invertir recursos del Estado.
Prefiere mantener una política que beneficia a las grandes transnacionales, garantizándoles enormes exenciones tributarias, gabelas, ventajas.
Cada vez estoy más convencido de que hay que hacer una gran lucha para cambiar el modelo, porque mientras el modelo sea éste, no veo cómo vamos a alcanzar una solución.
La Rel.