Pensando dentro del caos…

Por Edmundo López Gómez  
 

Las cábalas presidenciales son tantas y contradictorias que producen  la sensación de que estamos viviendo un verdadero caos político. En efecto, la propia aspiración del presidente Santos no aparece como segura y algunos dicen que son otros sus intereses, como el de aspirar a ser premiado con el Nobel por la paz que según algunos podría recibir sin estar condicionado a que prosperen los acuerdos de La Habana. 

Dentro de este cuadro incierto de la política -apropiado para las adivinanzas-, se está pensando en alianzas que mezclarían el agua con el aceite, como la del Partido Verde cuando trata de escoger entre Peñalosa y Navarro, para oponerlo al presidente Santos, o a quien finalmente el partido de La U  escoja, en un plan  B.  A Vargas Lleras, en ese evento. Con todo, Navarro y Peñalosa son vistos por la opinión como aspirantes con una amplia experiencia administrativa;  visión que  ciertamente los favorecería pero no tanto para ganar en las elecciones presidenciales: en los escenarios previsibles.

Por otra parte, por la izquierda navega otra candidatura, la de Clara López, quien, pese a su condición partidista, no asusta a nadie, y, lejos de ello, sus actitudes patrióticas -cuando ha sido convocada a opinar sobre asuntos de trascendencia nacional-, la muestran como una figura importante, y, dados su talante y trayectoria, en una segunda vuelta presidencial podría aglutinar a su alrededor  fuerzas políticas y sociales inconformes con ambiciones de poder, tanto más cuanto dichas fuerzas mostraron, en los recientes paros, ganas de romper los esquemas tradicionales de  protesta, acaso para canalizarlos por la vía política…

Por el lado conservador y bajo el supuesto de que el presidente Santos no aspirará a la reelección o que no se recuperará del “golpe” de las encuestas, sus directivas  han calculado que “les llegó la oportunidad” para desprenderse de la locomotora del Gobierno. Y han pensado en  dos buenos candidatos, José Félix Lafaurie y Marta Lucía Ramírez; el primero con un seguro y amplio respaldo regional, además, su candidatura haría pensar a los  electores caribeños que desde hace 120 años no han tenido un Presidente de esa región.

Por los lados de mi partido liberal, sus directivos le han jugado a lealtad con Santos. De esa postura seria, no se moverían con el respaldo del próximo Congreso del partido. Dentro de esa hipótesis cabría la aspiración de un candidato liberal  a la Vicepresidencia  de la República,  ojalá  escogido  entre figuras de provincia con limpia trayectoria en la  vida pública. En este sentido, “me suenan”, como diría Horacio Serpa, los nombres de Juan Fernando Cristo y Eduardo Verano de la Rosa.

En cuanto al movimiento del expresidente Uribe, ante la pocas posibilidades de triunfo de sus candidatos a la Presidencia, optaría  por apoyar una tercería…

El Nuevo Siglo, Bogotá, 11 de octubre de 2013.