Por Cartagena y Bolívar ¡elijamos bien!

Por José Arlex Arias Arias  

El próximo domingo los bolivarenses elegiremos a los representantes de las ramas: ejecutiva y legislativa de los entes territoriales. Son unas elecciones de cabal importancia para el Departamento y el Distrito porque en el caso del gobernador y el alcalde son los que ejecutarán los presupuestos, previa aprobación de la distribución o destinación de la Asamblea y el Concejo, respectivamente. Esto indica que son estos dirigentes elegidos por el voto popular quienes tienen la responsabilidad de planificar el desarrollo del Departamento y el Distrito, en pocas palabras: de la sociedad.

Este comentario es como un “llover sobre mojado” que hace reiterativas las críticas al proceso electoral, pero que a riesgo de ser superfluo y cándido –nadie ve, ni oye, ni entiende- es oportuno machacar en ese sentido. Hay que remarcar sobre la importancia de cambio de “chip” en la población, algo de moda en esta sociedad pos moderna. Se ha acuñado que en Colombia tenemos una democracia de papel, mientras las voces oficialistas indican que es la democracia más profunda y vieja de América Latina. Este debate que no se ha tomado en serio determina en la práctica el modelo de desarrollo y la exclusión en que viven millones de personas.

El proceso electoral está diseñado para que lo usufructúen quienes tengan mayores recursos; detrás de la consecución de esos dineros aparecen desde los partidos o movimientos políticos que buscan sacarle provecho a esas “debilidades” del proceso electoral hasta microempresas que terminan en asociaciones para delinquir. Allí se originan los “ríos de dinero” invertidos en muchas campañas, quienes con base en las triquiñuelas permitidas por “la debilidad” del proceso electoral, rompen los topes permitidos. ¡Eso es lo de menos, todo es manejable! Los rumores indican que para ser alcalde de Cartagena cuesta $15 mil millones,  gobernador de Bolívar $12 mil millones, concejal de Cartagena $2 mil millones y diputado mil millones. Esos dineros son puestos por financistas secuestrando los presupuestos: de Cartagena, promedio año $1.3 billones y gobernación un billón anual, recursos que sacan a través de la contratación y las concesiones. Esto es lo que está en juego el próximo domingo: cerca de $9.2 billones entre la alcaldía y la gobernación en los próximos cuatro años, más la entrega en concesión de sus respectivos erario y patrimonio.

Los candidatos a la alcaldía de Cartagena y gobernación de Bolívar son corresponsables de la crisis de estos entes, bien como funcionarios, asesores o contratistas; lo recomendable es votar en blanco para tener la oportunidad de consensuar candidatos que interpreten los intereses de la población. En la Asamblea considero necesario que Luis Carlos Fuentes, 51 en la lista del Polo Democrático, regrese a la Duma para que desenmascare lo que se da en la gobernación, tal como lo hace el doctor David Múnera – número 1 del Polo Democrático- que desde el Concejo de Cartagena ha desenterrado la cloaca de corrupción distrital. ¡Yo votaré al concejo de Cartagena por Múnera y Asamblea de Bolívar por Fuentes!

arlexariasarias@hotmail.com

Cartagena de Indias.