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Seguimos con el paro

Por Juan Manuel López Caballero  

No se trata  de insistir en el apoyo que se le pueda dar, o de referirnos a la continuidad del mismo, sino de seguir el análisis de lo que ha acompañado las protestas y los bloqueos.

La estrategia del gobierno de manejar caso por caso y región por región los diferentes paros

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Por Juan Manuel López Caballero  

No se trata  de insistir en el apoyo que se le pueda dar, o de referirnos a la continuidad del mismo, sino de seguir el análisis de lo que ha acompañado las protestas y los bloqueos.

La estrategia del gobierno de manejar caso por caso y región por región los diferentes paros

parece haberle sido relativamente exitosa. El principio de ‘divide y vencerás’ siempre funciona cuando se trata de imponerse o derrotar a un enemigo, sin embargo no diría uno que debe ser ésta la relación entre la ciudadanía y quien supone representarla en una democracia: aquí se le dió prelación al problema de orden público y no a solucionar las causas del inconformismo y de las manifestaciones.

Hasta donde vamos, la violencia ha sido el argumento más premiado, siendo los sitios donde más fuerza tomaba -v. gr. Boyacá o el Cauca indígena- los que más importancia tuvieron y más se atendieron. Otros sectores quedaron semi pedientes como la pequeña minería o una parte de la representación de los transportadores.

La paradoja es que no solo estos últimos fueron parte de los iniciadores de las movilizaciones, sino que, dentro del agro mismo, los cafeteros que fueron quienes fijaron fecha y  tomaron la iniciativa de arrancar organizados, aún están en conversaciones y en movimiento en Antioquia y Caldas, sin que se sepa que seguirá.

Otros productores como los cacaoteros o los paneleros, por ser menos violentos o representar renglones con menos peso, siguen esperando que los reconozcan como interlocutores.

Y queda por verse que sucederá con los arroceros. Por estar en plena cosecha no podían unirse al paro pues sería ‘cuchillo para su propio pescuezo’. Pero la crisis en esta actividad puede ser peor que la del resto de la agricultura, ya que al problema de los insumos, de los TLC, de la competencia extranjera, de los intereses de la deuda, y en fin de los temas que comparten con todos los agricultores, se suma la enfermedad del ‘vaneamiento’ que está reduciendo la producción en porcentajes  del 30 al 50 por ciento.

Al respecto solo se ha reaccionado ante un documental sobre el manejo de las semillas en Campoalegre (Huila), lo que tumbó la prohibición de usar la ‘semilla de costal’ (es decir la que no es técnicamente seleccionada y procesada) para no someter al país al monopolio de los vendedores extranjeros.  Esta solución es peor que el cuento de vender el sofá, puesto que se deteriora la calidad del material reproductivo y se multiplican las malezas y organismos dañinos que se generan durante la cosecha. Aquí sí que se manifiesta la necesidad de políticas de investigación y desarrollo para que la respuesta sea la produccion de semillas locales que, además de impedir el monopolio de las Monsanto y similares, sean más especificas para cada zona. Lo que también llama la atenciön es el  efecto logrado con la divulgación de este documental ya que sería lo más demostrativo que se ha visto del poder de las redes sociales entre nosotros.

Es de anotar que el arroz es el producto que después del ganado más mueve la economía vinculada al campo (crea y explota los distritos de riego, en transporte moviliza 5 millones de toneladas, en industria el mayor volumen de molinería, en insumos, plaguicidas, fertilizantes, etc.-). Mal se puede pensar en políticas agropecuarias sin definir lo que se espera de esta rama de la producción, o dejándola solo al vaivén de ‘las fuerzas del mercado’.
El cambio de Ministro se adiciona a la poca concresión que existe respecto al anunciado ‘Pacto Nacional Agrario’ que se supone se debe reunir esta semana para definir una politica integral agropecuaria que debería involucrar los arreglos hechos en las materias negociadas.

Los pendientes, los desacuerdos y los no negociados no se sabe cómo se tratarán en esa reunión (si en últimas ésta sí se cumple). En todo caso el censo agropecuario -base para fundamentar cualquier decisión- ha sido postergado por tercera vez, a pesar del énfasis que le dio el Presidente en una de sus alocuciones.

Lo poco ya divulgado en cuanto a compromisos de recursos ha levantado la polvareda por parte de los responsables del manejo financiero, no sabiendo de dónde podrían salir ni cómo se podrían tramitar. Menos los de la propuesta del Ministro de Defensa para aumentar en 50.000 efectivos el ESMAD.

Puede que se diga que el paro se ha logrado manejar, pero lo cierto es que país sigue en las mismas o peor mientras el primer mandatario siga pensando y repitiendo que ‘como vamos, vamos bien’.

9 de septiembre de 2013.

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