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Titulares

Tributum

Por Wilson Borja 

Tributo viene del latín tributum, formación del verbo tribuere, distribuir, repartir entre las tribus romanas en esencia, que eran tres Tities, Ramnes y Lucerres. Desde siempre ha significado impuesto que deriva de la palabra impositus, o sea tributo que pagan los ciudadanos de un país para su sostenimiento. Tema que no puede pasar desapercibido y que estará de boca en boca hasta que termine la legislatura de este semestre y que relacionarán también con los acuerdos de la Habana.

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Por Wilson Borja 

Tributo viene del latín tributum, formación del verbo tribuere, distribuir, repartir entre las tribus romanas en esencia, que eran tres Tities, Ramnes y Lucerres. Desde siempre ha significado impuesto que deriva de la palabra impositus, o sea tributo que pagan los ciudadanos de un país para su sostenimiento. Tema que no puede pasar desapercibido y que estará de boca en boca hasta que termine la legislatura de este semestre y que relacionarán también con los acuerdos de la Habana.

Nuestro código tributario consta de 6 libros y de cerca de 900 artículos, lo incompresible es que desde el 2015 se dijo que el gobierno iba a presentar una reforma tributaria estructural que simplificaría los tributos y se presentaron 311 propuestas que no estructuran y no simplifica nada, ni siquiera el articulado, pero si disminuye impuestos a los más ricos: elimina el tributo sobre la renta para la equidad, CREE, que era una tasa por la obtención de ingresos susceptibles de generar aumento en el patrimonio, que en el 2015 genero 12,8 billones de pesos; no prorroga el impuesto a la riqueza, que no se diferenciaba en nada del otro impuesto al patrimonio, que produjo ingresos en el 2015 por 5,3 billones de pesos y si a estos se le suma el déficit fiscal de 24 billones, la reforma debe generar cerca de 42 billones de pesos.

Ese dinero va salir de gravar los productos de la canasta familiar, hoy más del 60% lo están, pasando el IVA del 16% al 19%, imponiéndole 5% a productos exentos o que tienen IVA cero, que compran en mayor proporción los de menos ingresos, al igual que poner impuesto al consumo del 8% a otros; súmese 135 pesos por galón de gasolina, que tiene de perverso su implicación en el aumento de la inflación que también afecta mayormente a los de menos recursos; la reducción de 3,7 millones de pesos a 2,6 millones de ingreso mínimo mensual para los obligados a declarar renta, que significa que 500.000 empleados adicionales entran a pagar mínimo un 20% sobre la base gravable; del engaño con la escogencia por los tenderos  del monotributo y de encimarles el pago de sus previsión social, que tiene el fin de legalizarlos, para, como ha sucedido con otros impuestos, aumentárselos en cada reforma tributaria; el fin, cascada de impuestos para las mayorías favoreciendo a ricos, empresas nacionales y transnacionales.

Los argumentos utilizados son para un pueblo que consideran ignorante, un ejemplo, “es que Colombia junto con México tiene el menor % de IVA de América”. Como si la formación de riqueza, la estructura laboral, las garantías sociales, los derechos a solucionar las necesidades básicas, fueran iguales. Solo con reconocer que tenemos 17 millones de pobres, informalidad laboral del 47%, coeficiente de Gini, que mide la pobreza, por encima del 52%, permite rechazar dichos argumentos. Otros argumentos en relación con la gaseosa son peores, que se imponga o no impuesto a estas, ya sea porque son dañinas o porque es lo que consumen las personas de menos recursos, falaces ambos y de igual objetivo, uno por el interés del recaudo, no la salud y al otro lo que importa es el enriquecimiento aún a costa de la salud del consumidor. Un Estado serio y democrático debería prohibir la producción de toda mercancía que afecte la integralidad física humana, de la flora y fauna. Ahora bien ¿se debe tributar? SI, pero bajo tres premisas. Una, que la estructura tributaria sea progresiva acorde con la solución laboral y formal de los ciudadanos para que lo puedan hacer. Dos, que el tributo sea mayor para quienes perciben mejores ingresos y tres, que la distribución debe ser acorde con elevar la calidad de vida de los más necesitados. Esto debe ser acompañado de educación permanente y participación al contribuyente.

 

Tomado de: Diario la VERDAD. 24 de octubre de 2016

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