Titulares
Administración Peñalosa hace fraude procesal para vender el 20% de las acciones de la Empresa de Energía de Bogotá (EEB)
Enrique Peñalosa está decidido a feriar el patrimonio público de los bogotanos, así su fanatismo neoliberal lo llevé a violar atrevidamente la Ley. Mediante engaños y mentiras, el Alcalde está induciendo al error al Concejo de Bogotá para que le apruebe la venta del 20% de las acciones de la EEB en contra de lo dispuesto en el ordenamiento jurídico. Veamos.
Enrique Peñalosa está decidido a feriar el patrimonio público de los bogotanos, así su fanatismo neoliberal lo llevé a violar atrevidamente la Ley. Mediante engaños y mentiras, el Alcalde está induciendo al error al Concejo de Bogotá para que le apruebe la venta del 20% de las acciones de la EEB en contra de lo dispuesto en el ordenamiento jurídico. Veamos.
La Ley 819 de 2003 dispone que los proyectos que reduzcan los ingresos del Distrito deberán “contener la correspondiente fuente sustitutiva por disminución de gasto o aumento de ingresos”. Con la propuesta del Alcalde, la ciudad va a perder los dividendos que cada año le ingresan por el 20% de las acciones en la EEB, por lo que el proyecto debería incluir la fuente de ingresos que los sustituya. Peñalosa afirma que la pérdida de dividendos se compensará por el crecimiento económico y el mayor recaudo de impuestos, pues cada punto adicional de crecimiento del PIB generaría un mayor recaudo del ICA por $35 mil millones. Las proyecciones del Alcalde señalan que la inversión en infraestructura -mediante las APP que se apalancarán con los recursos de la enajenación- le aportarán al PIB de Bogotá 0,1 puntos adicionales en 2017; 0,9 en 2018; 1,8 en 2019; 3,6 en 2020 y 2,6 en 2021. Este crecimiento, sumado al que se obtenga entre 2022 y 2027, acorde con esas “cuentas de la lechera”, le significaría al Distrito un mayor recaudo del ICA por $3,4 billones en los próximos 10 años.
Esas proyecciones del crecimiento del PIB están infladas y de manera burda. Para que en el 2020 las inversiones en infraestructura contribuyan con un crecimiento adicional del PIB de 3,6 puntos, el sector de obras civiles tendría que crecer en el 257%, algo nunca antes visto en la historia de la Capital. Ahora bien, las proyecciones del equipo de Peñalosa se hacen con base en el PIB de 2012, que fue inferior al de 2016, y a las inversiones en infraestructura se le adjudican incrementos del ICA después del 2021, año en el que terminan las inversiones y el impuesto volvería a crecer por inercia.
De remate, y seguramente motivada para acomodar sus análisis -en la idea de vender o vender- la Secretaría de Hacienda puso como ejemplo de crecimiento económico de la ciudad el año 2006, supuestamente impulsado por la construcción de obras de Transmilenio. Sin embargo, precisamente en ese año, contrario a lo planteado por la administración, el sector de la construcción decreció en 1.5% y el subsector de obras civiles –en donde se invertirían los recursos de la venta– decreció 6.2%. Una falsedad evidente.
Pero incluso si –en gracia de discusión– se llegaren a aceptar las proyecciones del Alcalde sobre el crecimiento de la economía, los cálculos sobre el mayor recaudo del ICA tampoco cuadran. Si por cada punto adicional del PIB el recaudo del ICA aumenta en $35.000 millones, como lo dice el proyecto, con una sencilla regla de tres y utilizando las propias proyecciones oficiales, en los próximos 5 años el fisco distrital obtendría un mayor recaudo del ICA por $353.171 millones. En cambio, por los dividendos del 20% de las acciones de la EEB, en los próximos 5 años el Distrito tendría ingresos por $682.333 millones, todo lo cual significa que con esta operación, la Hacienda de Bogotá y sus habitantes perderíamos $329.162 millones en los próximos 5 años (Ver informe).
Las matemáticas no mienten, las propias cifras de la Secretaría de Hacienda demuestran que Enrique Peñalosa está mintiendo e induciendo al error a sus mayorías en el Concejo. El mayor recaudo del ICA, aun bajo los tramposos supuestos del proyecto, no compensa la pérdida de dividendos por la venta del 20% de las acciones de la EEB y, por ende, la propuesta de enajenación que se tramita en el Cabildo Distrital viola abiertamente el artículo 7 de la Ley 819 de 2003. En el derecho penal, esta conducta se denomina fraude procesal.
Quedan entonces notificados el Alcalde, sus funcionarios de Hacienda y de la EEB y las bancadas oficiales sobre esta maniobra ilegal montada con el único fin de poder capturar, de una sola, los $3.5 billones o más en los que se ha estimado la línea base de este aberrante negocio.
Manuel Sarmiento
Concejal de Bogotá – Polo Democrático Alternativo
@mjsarmientoa