Alianza Campo Rubiales para Ecopetrol

Por Eudoro Álvarez Cohecha  

En 19 meses, vence el contrato con Pacific y según la ley, los campos de Rubiales deben revertir a Ecopetrol, y por esta vía más de 200 mil barriles diarios de petróleo retornarían a la nación; este pleito es un asunto de soberanía nacional y trasciende el simple negocio empresarial.

Pacific Rubiales viene explotando los campos petroleros de Puerto Gaitán en el Meta por 25 largos años y es su principal activo de cuantos tiene en el mundo.

Este municipio ha duplicado su población en el mismo tiempo y sus habitantes han visto cómo anterior a la extracción del petróleo en sus tierras, los alcaldes eran escogidos y casi obligados a ejercer como autoridades. Actualmente ocurren verdaderas batallas campales, por dicho cargo, pues su presupuesto fue multiplicado por las regalías y hoy hasta arcos del triunfo -sobre qué- adornan la entrada a la municipalidad, que aún carece de alcantarillado y sus niños indígenas mueren de desnutrición crónica en medio de calles que despiden ese polvillo amarillento propio de las tierras ferruginosas de la altillanura.

Ya no cabe un parqueadero más para tractomulas y las cosas han cambiado tanto que hasta los “corrientazos” que calman el hambre de los turistas o trabajadores en busca de “camello” es el más caro del país. Por una pieza de cualquier comodidad se paga más alquiler que en un barrio estrato cuatro de Bogotá. Los hoteles familiares de antaño ahora están acompañados y compiten con los “cinco estrellas” demandados por los ejecutivos petroleros.

Santos II, que desde santos I suele jugar golf de oficina con el presidente de PACIFIC Rubiales, está aprestando argumentos para prorrogar el contrato hasta el “límite económico de los campos”. Que, con el sofisma de ser más avanzados que Ecopetrol en el aprovechamiento eficiente del hidrocarburo, les da conveniencia para continuar operando la explotación; sin embargo la tecnología STAR, en que se atrincheraron para justificar lo injustificable, ha sido un verdadero fiasco, quedándose sin argumentos; la empresa canadiense tiene vocero en un Min-minas, cuota conservadora en el gabinete, proveniente del Cerrejón donde se hizo el “cuarto peor negocio en minería” que país alguno haya hecho con compañía extranjera; experiencia dudosa, cuando de discurrir en pro de la nación se trata, como en el presente caso.

Hoy, como cuando en el año 2000, la Chevron infructuosamente intentó quedarse con Castilla, el debate está abierto y el 11 de septiembre, con la presencia de Jorge Robledo, se inicia en el Meta, con la Mesa Minero Energética liderando, la constitución de la más amplia convocatoria para exigir al gobierno nacional que cumpla con la ley y se reclamen más de 10 mil millones de dólares que bien sirven a todos los colombianos para contar con un activo que no tenemos porqué entregarlo a cambio de baratijas.

Villavicencio.