Nacional
¡Así no es, ministro!
Por Eudoro Álvarez Cohecha
Cuando en la reciente visita al llano del min agricultura Lizarralde Montoya, se le preguntó que pensaba de la disminución drástica de la siembra de arroz en la región, respondió de la manera frondía con que este gobierno ha manejado los asuntos agrarios: “Cuando a mí no me va bien en un negocio yo cambio y empiezo a producir en lo que me vaya bien.
Por Eudoro Álvarez Cohecha
Cuando en la reciente visita al llano del min agricultura Lizarralde Montoya, se le preguntó que pensaba de la disminución drástica de la siembra de arroz en la región, respondió de la manera frondía con que este gobierno ha manejado los asuntos agrarios: “Cuando a mí no me va bien en un negocio yo cambio y empiezo a producir en lo que me vaya bien.
Yo se los he dicho muchas veces, no les ha gustado ni cinco, pero creo que uno debe invertir y trabajar en lo que a uno le da resultado”.
No señor Ministro; cambiar de cultivo no es lo mismo que cambiarse la camisa diariamente; para quienes han hecho de su condición de agricultores un proyecto de vida su “consejo” es como una bofetada afrentosa. Además la alternativa de maíz y soya sugerida, es como aconsejar dejar “guatemala y entrar en guatepior”, porque si en el arroz “llueve, en las alternativas insinuadas no escampa”. Su responsabilidad como gobernante debiera diferir de su condición de “hombre de negocios”.
La displicencia con que trató el problema de la producción arrocera no puede convertirse en una forma de gobierno. Los más de 200 municipios que viven del arroz y los 20,000 productores vinculados a la actividad, conjuntamente con los más de dos billones de pesos que mueven la economía de los 22 departamentos en donde se cultiva el cereal, uno de los tres que alimentan el mundo y a los colombianos, no se puede remitir con la filosofía y la irresponsabilidad con que usted pretende despachar, afortunadamente en las postrimerías de su estancia en ese ministerio, el de agricultura, un asunto no de simple negocio sino también de soberanía alimentaria, es decir de viabilidad nacional.
Los agricultores, sabrán responder, para defender el cultivo, con la entereza y la dignidad con que lo han hecho en contra de un modelo que sabemos es impulsado desde la cumbre del estado; el presidente Santos, ya lo había manifestado, en la posesión del nuevo Congreso, con el mismo cinismo del ministro, que el énfasis será en el agronegocio, extranjerizante y excluyente donde los actores actuales de la producción agrícola no están invitados.
Definitivamente estos negociantes metidos a gobernantes, abusan de la puerta giratoria que les permite, contra evidencias éticas, estar en lo público para promover medidas acorde a sus conveniencias y luego regresar a su condición privada a disfrutar de los “logros” en el gobierno. Actúan como corresponde a sus importes y no como directores de asuntos públicos.
“Una cosa piensa el burro y otra el que lo enjalma” señor ministro; los agricultores sabrán responder y las movilizaciones y paros del año pasado y del que transcurre, son solo señales de la decisión de defender un derecho individual, pero también uno colectivo que como nación se tiene a producir aquello que constituye la alimentación de su población.
Villavicencio.