Cobardes: “no masacren al pueblo palestino”

Por José Arlex Arias Arias  

Las imágenes que muestran los medios de comunicación son desgarradoras. Para los indiferentes es la consecuencia de la guerra. Pero para un demócrata es una masacre, es un ajusticiamiento, es la aplicación de la fuerza desmedida contra una población inerme, que en su infinita mayoría tiene casi todas

las necesidades básicas sin satisfacer. Ese pueblo Palestino hoy es víctima de la coyunda de Israel y Estados Unidos; este último, posando de gendarme del mundo, se ha convertido en el más grande violador de los Derechos Humanos en toda la historia universal. Bástenos recordar los millones de muertos que han dejado sus guerras por extender el poder imperial, comenzando por la bomba atómica en Hiroshima.

Desde el pasado ocho de julio, Israel inició un intenso bombardeo sobre la Franja de Gaza, territorio palestino, que hasta el 31 de este mismo mes dejaba un saldo de cerca de 1.400 palestinos asesinados, en una ofensiva militar que incluye una invasión por tierra, mar y aire. Dentro de las bajas palestinas se estima que más del ochenta por ciento son civiles y entre ellos han sido vilmente masacrados cerca de 400 niños, según denuncias de UNICEF; esto sin cuantificar enfermos, discapacitados, mujeres y ancianos. Pero además, los heridos pasan de diez mil. Israel está bombardeando a la población civil. Israel es acusado de bombardear incluso casas de refugiados; testigos presenciales atribuyeron la matanza de Shati a un misil israelí: “Un (caza-bombardero) F16 lanzó cinco cohetes hacia una calle en el campo de Shati donde había niños jugando, matando a algunos de ellos e hiriendo a muchos más”, dijo un testigo a la AFP. En el hospital de Shifa, un corresponsal de esta agencia vio los cuerpos de siete niños y a muchos otros, ensangrentados, transportados en camillas directamente hasta la morgue. La Organización Mundial de la Salud (OMS) cuantificó, al 29 de julio, en más de 215.000 personas –casi un habitante de cada ocho– los palestinos desplazados en un territorio sobrepoblado. La ofensiva israelí, bautizada “Barrera Protectora”, iguala a la operación “Plomo Fundido”, de diciembre de 2008, en la que murieron 1.440 palestinos, como el conflicto más mortífero de las cuatro mayores confrontaciones desde el retiro de Israel de la Franja de Gaza en 2005, dijo AFP. “Debemos estar preparados para la lucha prolongada”, recalcó Benjamín Netanyahu, Primer Ministro de Israel.

Los “prohombres” occidentales, como Franklin D. Roosevelt y Winston Churchill, al igual que “personalidades” como el Papa Pío XII, callaron sin vergüenza el genocidio de Hitler contra los judíos, pero los demócratas del mundo reaccionaron con valentía rechazando la masacre de los seis millones de judíos –Israelíes– sacrificados en los hornos crematorios y millones más que cayeron por toda Europa. Hoy esos demócratas le exigen a los israelíes que respeten la vida de los árabes –palestinos–, que les respeten el derecho a tener su propio Estado, soberano e independiente como todos los pueblos del mundo. Israel pasó de ser un pueblo perseguido a tener  uno de los gobiernos más opresores, que busca “causas para justificar” los ataques genocidas contra Palestina; pero más temprano que tarde, esa actitud unirá en su contra a todos los pueblos del mundo. ¡Solidaridad con el pueblo palestino!

arlexariasarias@yahoo.com

Cartagena, 4 de agosto de 2014.