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Como propone Fajardo, lo correcto es revisar los TLC: Robledo

“Las cifras confirman que a seis años del TLC con Estados Unidos nos sigue yendo como a los perros en misa. Y no solo en ese acuerdo, en otros también nos va muy mal”: Robledo

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“Las cifras confirman que a seis años del TLC con Estados Unidos nos sigue yendo como a los perros en misa. Y no solo en ese acuerdo, en otros también nos va muy mal”: Robledo

 

“Las cifras confirman que a seis años del TLC con Estados Unidos nos sigue yendo como a los perros en misa. Y no solo en ese acuerdo, en otros también nos va muy mal”: Robledo

Cuatro TLC han dejado un déficit comercial de -53.143 millones de dólares; hay demandas en contra del país por 25 mil millones de dólares; los TLC y los tratados de protección de inversiones deben ser revisados

“En el gobierno pueden darle las vueltas que quieran, pero las cifras confirman que a seis años del TLC con Estados Unidos nos sigue yendo como a los perros en misa. Y no solo en ese acuerdo, en otros también nos va muy mal,” señaló el senador Jorge Enrique Robledo quien mostró cómo entre 2013 y 2018 se acumuló un déficit comercial de -7.377 millones de dólares con la potencia del norte. Cifras que contrastan con el superávit comercial de 22.669 millones que se dio entre 2008 y 2011.

Los malos resultados no solo se dan en ese TLC. En el de México, vigente desde 1994, el desbalance es de -42.618 millones, con la Unión Europa (2014-2018) el déficit es de -3.610 millones y en el de Canadá (2012-2018) llega a -2.418 millones. Estos tres acuerdos le han representado al país un déficit acumulado de -52.143 millones de dólares. “Está probado que los TLC con potencias o con países que actúan como portaviones de sus exportaciones, como es el caso de México en relación con Estados Unidos, desplazan a la producción y al trabajo colombianos en favor de lo extranjero,” agregó el senador del Polo.

El intercambio con EE.UU. refuerza unas relaciones donde desde aquí se remiten materias primas sin transformación y desde allá envían productos de mediana y alta complejidad tecnológica. Como lo explicó la Editorial de La República (May.09.18): “Si miramos los últimos cinco años de tratados de libre comercio, los resultados son mediocres y las exposiciones de motivos de los viejos ministros de Comercio no se cumplieron. Seguimos siendo una economía que vive de vender materias primas como petróleo, café y carbón.”

Las pérdidas van más allá de lo comercial. En carta remitida por el representante comercial norteamericano en febrero pasado le exigió a Colombia acabar con el plan de chatarrización del transporte de carga, poniendo en riesgo el patrimonio de 115 mil propietarios de vehículos de carga, de los cuales el 81 por ciento son personas naturales dueñas de un solo carro. También quiere que se endurezcan las normas de propiedad intelectual en relación con los medicamentos y que se apruebe la Ley Lleras 6.0 (https://bit.ly/2Ikjcr6.) Exigencias hechas mientras se les ponen trabas a los productos colombianos según ha explicado Asohofrucol, o en desarrollo de interpretaciones de dudosa legalidad, como lo ha denunciado Fenalce.

Otro aspecto dañino de los TLC y de los tratados de protección de inversiones son los tribunales internacionales de arbitramento donde el país acumula demandas por 24.840 millones de dólares (73,3 billones de pesos), que de perderse implicarían graves daños fiscales y a la autonomía regulatoria del Estado colombiano (https://bit.ly/2Gtns62). Por ejemplo, las multinacionales Cosigo Frontier y Tobie Mining, amparadas en los TLC con Canadá y con EE.UU., interpusieron demandas porque la Corte Constitucional declaró legal la creación del Parque Nacional Natural Yaigojé Apaporis (1,1 millones de hectáreas), invalidando los títulos mineros de esas compañías. Se privilegiarían los intereses económicos de unas empresas foráneas en contra del derecho fundamental al medio ambiente sano. Cualquier avance democrático en el reconocimiento de derechos se pone en riesgo ante los capítulos de inversión de los TLC y los tratados de protección.

Como lo señala el empresario Emilio Sardi: “Los despistados piensan que las siglas TLC significan Tratado de Libre Comercio, pero la verdad es otra. Para los Estados Unidos, TLC ha significado Todo lo Cogemos. Y para Colombia, Todo lo Cedemos. Es hora de parar ese abuso.” https://bit.ly/2jWFyk7 Los TLC y los tratados de protección de inversiones, como lo propone Sergio Fajardo, deben ser revisados, concluyó Robledo.

Bogotá, 15 de mayo de 2018

Oficina de Prensa

Senador Jorge Enrique Robledo

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