Titulares
Maestras y maestros: protagonistas de la transformación
En nuestro país no existe una preocupación colectiva por la educación. No estamos conectados alrededor de la educación como un proyecto de sociedad para avanzar y transformarnos. Y los gobiernos, uno tras otro, han mantenido una elemental visión de corto plazo, y eso ha impedido solucionar sus problemas.
En nuestro país no existe una preocupación colectiva por la educación. No estamos conectados alrededor de la educación como un proyecto de sociedad para avanzar y transformarnos. Y los gobiernos, uno tras otro, han mantenido una elemental visión de corto plazo, y eso ha impedido solucionar sus problemas.
En nuestro país no existe una preocupación colectiva por la educación. No estamos conectados alrededor de la educación como un proyecto de sociedad para avanzar y transformarnos. Y los gobiernos, uno tras otro, han mantenido una elemental visión de corto plazo, y eso ha impedido solucionar sus problemas.
Lo primero que hay que hacer por la educación en Colombia es dignificar a maestras y maestros (y pongo maestras antes que maestros de manera deliberada porque cerca del 65% de quienes educan son mujeres). Empezando por desmentir que son malos per se.
No comparto esa afirmación por muchas razones, entre ellas por una muy particular: he participado del mundo de la educación como gobernante y profesor, y creo que quienes tachan de malos a maestras y maestros desconocen olímpicamente lo que significa enseñar en medio de las impresionantes dificultades que han tenido muchísimos. Yo digo claramente que todos son buenos y todos pueden mejorar.
La calidad de la educación tiene mucho que ver con la dignidad de las maestras y los maestros. Y esa dignidad se basa en que la sociedad las reconozca como personas valiosas, y que a la vez que les exige el mejoramiento permanente, las acompañe y las respalde en las grandes obligaciones que implica para ellas ser responsables directas de la transformación de la sociedad a través de la educación.
Convocaré como presidente un Gran Pacto Nacional por la Educación, aumentaré en 4 billones anuales el presupuesto para la educación y garantizaré que cada peso que le quitemos a la corrupción irá para la educación. Y cuento con su ayuda. Unidos abriremos la puerta de las oportunidades.
Feliz día, maestras y maestros de Colombia.
Sergio Fajardo