Con complicidad de medios que manipulan información, se pretende justificar desmonte de políticas sociales en Bogotá por parte de Peñalosa

A través de una bien orquestada campaña de desinformación por parte de los principales oligopolios mediáticos del país que se han convertido en los puntales de apoyo y de amplificadores de las políticas de corte neoliberal del gobierno de Enrique Peñalosa, se viene tergiversando la realidad social en Bogotá con el único propósito de justificar el desmonte de las políticas sociales que durante los últimos doce años se pusieron en marcha con un enfoque de equidad.

La manipulación con complicidad de los medios en los últimos días por el gobierno de Peñalosa ha sido evidente. Un primer caso fue la declaratoria de emergencia en el sistema de urgencias de los hospitales del sur de la ciudad sin informar el verdadero motivo de la crisis: la intermediación financiera por parte de las EPS, establecida en la Ley 100, las cuales deben 800 mil millones de pesos a los hospitales públicos y que el Distrito se ve en la necesidad de cofinanciar para que pueda seguir operando.

El segundo caso es el de la muerte por desnutrición de una niña que el gobierno de Peñalosa responsabilizó a la falta de identificación por parte del programa de Territorios Saludables. La realidad es que su deceso se produjo no por la falta de eficacia de dicho programa sino como consecuencia de las barreras de acceso al hospital de tercer nivel para que pudiera recibir atención especializada.

El tercer caso son las críticas injustificadas que se han propalado en varios medios de comunicación, según las cuales presuntamente se  compró por parte de la administración anterior comida para atender programas sin que hubiese población suficiente que la consumiera. El exsecretario de Integración Social, Jorge Rojas, tuvo que salir a rectificar explicando que durante su gestión no se invirtieron millonarios recursos en alimentos que no se requerían.

Otro caso de manipulación fue el de las protestas por el pésimo servicio de Transmilenio que fueron reprimidas a través del Esmad de la Policía. El gobierno de Peñalosa no solo incrementó la tarifa sino que quiere profundizar el modelo de este sistema desechando la posibilidad del Metro para Bogotá. Medios de comunicación como el diario El Tiempo, salieron a justificar la represión policial, a defender las supuestas “bondades” de Transmilenio y a responsabilizar del fracaso de este sistema de transporte masivo y de la protesta social a los sectores de izquierda.