Conecta con nosotros

Internacionales

Crónica: De cómo Shirin le cuenta a Roxana sobre los avances de los derechos de la mujer

Por Ricardo Cárdenas   

Estamos esperando a Roxana. Hace más de 10 años que no nos vemos. La estamos esperando en un Café Bar de Kreuzberg, el barrio más multicultural de Berlín, en el cual vivió Roxana, cuando el barrio no era tan famoso como ahora. El café siempre tuvo una cocina muy diversa y una carta de vinos a precios razonables a los bolsillos de los estudiantes. A excepción de uno u otro correo electrónico no ha sido muy intenso el contacto con Roxana. Sabemos que ella es ahora una alta ejecutiva en una institución financiera, en Bogotá, su ciudad natal.

Publicado

en

Por Ricardo Cárdenas   

Estamos esperando a Roxana. Hace más de 10 años que no nos vemos. La estamos esperando en un Café Bar de Kreuzberg, el barrio más multicultural de Berlín, en el cual vivió Roxana, cuando el barrio no era tan famoso como ahora. El café siempre tuvo una cocina muy diversa y una carta de vinos a precios razonables a los bolsillos de los estudiantes. A excepción de uno u otro correo electrónico no ha sido muy intenso el contacto con Roxana. Sabemos que ella es ahora una alta ejecutiva en una institución financiera, en Bogotá, su ciudad natal.

Y ahí está ella, hermosa como siempre, viene de la mano de Shirin, su mejor amiga durante sus años de estudio. Vivieron juntas durante muchos años. Ella es kurda y una abogada con mucho renombre en Berlín. Todo el mundo quiere saber de Colombia y de su vida allí. Ella se ha mostrado muy desilusionada de su país. A pesar de tener un alto cargo en la empresa privada y de no ser la única mujer con responsabilidad similar en las empresas del país Roxana se queja de la discriminación cotidiana de género. En todas las esferas de la sociedad se discrimina a la mujer nos relata Roxana. Shirin que además de abogada es activista política está un poco sorprendida por el relato de su amiga y le pregunta que si no era luego que dos mujeres fueron las candidatas de la izquierda en las últimas elecciones de Colombia. Y pregunta tímidamente si en la izquierda rige todavía el patriarcado. En la cara de Roxana se dibuja una sonrisa triste. Claro, en las organizaciones de izquierda solo existe trato igualitario en la teoría. En la práctica, la discriminación de la mujer es tan grave o peor que en otras partes de la sociedad colombiana. Es peor porque se supone que la izquierda es la que debe prestar más apoyo a las mujeres. Por ello la discriminación duele más y se hace más insoportable. Shirin sabe muy bien de la falta de solidaridad masculina, y también femenina, en la lucha por los derechos de la mujer y por ello le relata dos experiencias que ha vivido en los últimos años: cuando se fusionaron los dos partidos de izquierda (WASG y el PDS) en Die Linke (La Izquierda) se inició un proceso que quedó plasmado en los estatutos: En la dirección de todos los gremios siempre debe existir una dirección compartida entre hombres y mujeres. Este principio rige desde la presidencia del partido hasta las organizaciones de base. El principio de 1:1 también rige a la hora de votar en las asambleas internas de Die Linke las listas para las elecciones sean, municipales, de los estados federados o bien a nivel federal, correspondiendo siempre el primer lugar de la lista a una mujer, el segundo a un hombre y así se alternan sucesivamente los puestos en las listas que presenta Die Linke a todas las elecciones; de esa manera se asegura que la mitad de las personas elegidas sean mujeres en todos los niveles, sean consejos municipales asambleas de los estados federado o parlamento federal. Si bien este principio ha tenido algunas dificultades iniciales en poner en la práctica, se puede decir que gracias a esta decisión política que quedó plasmada en los estatutos desde la fundación del partido ha motivado a las mujeres a tomar parte más activa en las discusiones y decisiones de la vida partidista. De hecho en la etapa inicial de Die Linke ha habido momentos en que las discusiones han debido ser suspendidas por falta de participación femenina y solo se han reiniciado cuando las mujeres han tomado parte en la discusión. Hoy se ve que está política ha dado frutos. La mujer ha ganado un papel preponderante en Die Linke, siendo así que a excepción de la estrella del Partido, Gregor Gysi, son las mujeres como Sara Wagenknecht, Katja Kipping, Janine Wissler quienes más protagonismo tienen, no solo internamente, sino también en todos los medios de comunicación alemanes. Además, la forma de hacer política ha dejado de ser tan agresiva como en el pasado, las decisiones partidistas, si se quiere, son más feministas, más humanas.

Roxana ha escuchado con atención a Shirin y, mientras que les ponen otra copa de vino tinto, con voz un tanto resignada le dice a su amiga kurda: Sí, pero es que en Alemania llevan luchando las mujeres muchos años por sus derechos. En cambio en Colombia, ni siquiera hemos empezado.

Con el brindis le dice Shrin a su amiga, que ella ha experimentado en los últimos tiempos un rápido avance en la posición de la mujer en Kurdistán. En sus ojos se dibuja la emoción al iniciar su relato: en medio de la guerra de Siria, se ha establecido una región autónoma en el norte de Siria, Rojava. Allí habitan kurdos, árabes, asirios, armenios, etc. Kobanê es el principal cantón, limita con Turquía, y en este cantón, desde enero del 2014 se han establecido administraciones municipales para contrarrestar los efectos de la guerra. La administración debe responder no solo a la composición pluriétnica de los cantones – en las carteras de los ministerios hay un representante de cada una de las etnias. Además, la cuota de participación femenina en la administración y en todos los gremios políticos debe ser de por lo menos 40%. Y esto ha sido aprobado por consenso. Este es el plan de crear una administración democrática en la región. Y no dirás, le dice Shirin a Roxana, mientras que levanta la copa de vino, que los kurdos sean menos patriarcas que los colombianos. Las dos sueltan al unísono una carcajada, pues bien recuerdan las discusiones con los anticuados compañeros kurdos y los aparentemente siempre emancipados compañeros colombianos. Chocan las copas y Shirin continua el relato. Desde julio del 2014 Kobanê fue asediada por las tropas del Estado islámico. El objetivo de estos retrógrados era no solo detener el avance democrático en la región, sino también de apoderarse de esa franja estratégica. Sobra decir que el gobierno turco, no solo no actuó en contra de las tropas del estado islámico, sino que impidió el acceso de fuerzas de apoyo kurdas y de oposición al estado islámico. En este contexto el papel de la mujer fue de suprema importancia: las milicias de defensa femeninas constituyeron un verdadero dolor de cabeza, pues para los fanáticos islamistas ser dados de baja por una mujer les hace perdedores del paraíso y sus 99 vírgenes a las que aparentemente tienen derecho si caen en batalla. La resistencia que opusieron las mujeres al asedio del estado islámico fue fundamental para su derrota. Ahora las organizaciones femeninas después de la victoria sobre los islámicos se han concentrado en la organización de la vida civil: hornos comunitarios, escuelas, servicios médicos y en general en todos los aspectos de la reconstrucción. Shirin se apresta para ir con una brigada de reconstrucción que partirá para Kobanê en los próximos días. Y sus ojos muestran la confianza en el futuro y en una nueva sociedad. Y Roxana, la mira con una mezcla de envidia y admiración y piensa en su amiga, María, que regresa a Colombia y que como ella desea una sociedad nueva, igualitaria, en donde los derechos de la mujer sean realidad. Esa será la sociedad democrática e igualitaria. Y sí, se unirá a María en la lucha por la utopía! Y este próximo 8 de marzo les recordarán a las compañeras y compañeros que hay que luchar por esta utopía.

Berlín, Alemania.

 

Continúe leyendo
Click para comentar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *