Diáspora colombiana

Por José Arlex Arias Arias  

Ira e intenso dolor produce el drama de los más de mil colombianos deportados desde la frontera con Venezuela, en un hecho de maltrato a la dignidad y los derechos humanos, y una violación del derecho internacional. La evacuación ha sido atrabiliaria, a mansalva y haciendo uso de la fuerza desmedida de la Guardia Nacional Venezolana, lo que debe ser rechazado íntegramente por todos los demócratas. En este rechazo existe unanimidad de criterios, mas no en las causas que lo produjeron.

La globalización ha acentuado el modelo económico neoliberal, caracterizado por concentrar las riquezas en multinacionales, monopolios y grandes potencias, lo que deja verdaderos ejércitos de desempleados y “rebuscadores” tratando de abrirse paso para sobrevivir con su núcleo familiar. Las oleadas de migrantes son pavorosas, como las denunciadas por los africanos para llegar a Europa, dejando miles de muertes, o de otras nacionalidades por alcanzar el “sueño americano” o asentarse en Canadá.

De esta situación no somos ajenos los colombianos, quienes, según estadísticas oficiales, es la población suramericana con el mayor número de migrantes, azuzados por la caótica situación del país con la agricultura y el sector industrial, absolutamente arrasados, y una economía ralentizada, que contrarían el discurso oficial que nos “venden” a través de los grandes medios de comunicación. Se estima que la migración colombiana era hacia 2013 de aproximadamente 4.700.000 personas. Por países que reciben a los colombianos, en Estados Unidos habría 908.734; Venezuela: 609.196; España: 289.296; Canadá: 39.145; Italia: 20.571; México: 13.922; Argentina: 13.876; Reino Unido: 12.331 y Costa Rica: 11.500, entre los más representativos. Sin embargo, existe una profunda contradicción con la cifra de colombianos en Venezuela, que el gobierno bolivariano la sustenta en 5 millones y, en Colombia también se habla de millones, pero sin dato oficial. Lo cierto es que la colonia colombiana en Venezuela creció asombrosamente durante el gobierno de Hugo Chávez, en una oleada migratoria que iba tras el reconocimiento de derechos fundamentales –salud, educación, vivienda, empleo y servicios públicos, entre otros–, cercenados a los colombianos por la política neoliberal.

También es cierto que varios sectores económicos y políticos han manejado desde Colombia una matriz que busca erosionar al gobierno venezolano con el objetivo de impulsar en ese país las reformas neoliberales de privatización de todas las actividades del Estado, cuyas intenciones se ven favorecidas por la muerte de Chávez, la crisis institucional y las medidas imperialistas de Estados Unidos, que busca resolver su grave situación a través del manejo del precio del petróleo y la devaluación y revaluación del dólar. Ahí encontramos las razones de lo que sucede con nuestros colombianos deportados de Venezuela y el tratamiento a la ola de migrantes en todo el mundo. Muchos de los que se desgañitan señalando al “dictadorzuelo” de Maduro, tienen una rodilla en tierra alabando las políticas neoliberales causantes de esta situación. ¡Imposible pedir respeto afuera, sino hacemos respetar nuestra Nación!

arlexariasarias@hotmail.com

Cartagena de Indias