Titulares
“El nombre de la reforma política para los sectores alternativos de Colombia se llama unidad”: Clara López
Todos los partidos y sectores alternativos de Colombia deben tener la capacidad de determinar las reglas de juego que les permita concretar una amplia convergencia política y social que sea real opción de poder, con vocación de triunfo, en las elecciones de 2018, dijo durante un foro sobre reforma política, la presidenta del Polo Democrático, Clara López Obregón.
“El nombre de la reforma política para los sectores alternativos del país se llama unidad”, sintetizó López Obregón, en desarrollo de su intervención en la sede de Codema, donde se realizó el pasado viernes 18 de marzo, un ejercicio académico sobre el particular, en el que también participaron el magistrado del Consejo Nacional Electoral, Armando Novoa; el congresista del Polo, Alirio Uribe Muñoz; la representante a la Cámara por Alianza Verde, Ángela María Robledo; y el secretario general del Partido Comunista, Jaime Caycedo Turriago.
Todos los partidos y sectores alternativos de Colombia deben tener la capacidad de determinar las reglas de juego que les permita concretar una amplia convergencia política y social que sea real opción de poder, con vocación de triunfo, en las elecciones de 2018, dijo durante un foro sobre reforma política, la presidenta del Polo Democrático, Clara López Obregón.
“El nombre de la reforma política para los sectores alternativos del país se llama unidad”, sintetizó López Obregón, en desarrollo de su intervención en la sede de Codema, donde se realizó el pasado viernes 18 de marzo, un ejercicio académico sobre el particular, en el que también participaron el magistrado del Consejo Nacional Electoral, Armando Novoa; el congresista del Polo, Alirio Uribe Muñoz; la representante a la Cámara por Alianza Verde, Ángela María Robledo; y el secretario general del Partido Comunista, Jaime Caycedo Turriago.
La presidenta del Polo fue enfática en observar que esa unidad de los sectores alternativos “es la que nos permitirá salir con opción de ganar la Presidencia de la República y obtener una óptima representación en el Congreso, y así, dejar de ser marginales. De esta manera –agregó- podremos incidir en la construcción de la paz y en el diseño de políticas públicas para el posconflicto”.
Para ello, dijo, se necesita que se concrete una reforma política que habilite las coaliciones en las corporaciones públicas, en el caso de 2018, para integrar listas al Congreso de la República.
Aseguró que 2016 es propicio para la concreción de las reglas de juego que conlleven a la unidad de los sectores alternativos habida cuenta que en este año no hay elecciones “que nos podrían distraer y está el proceso de paz que nos unifica”.
“Llegó el momento de colocar el proyecto colectivo por encima de las parcialidades o de sector, superando la mentalidad de fraccionamiento para tener capacidad de incidencia en el diseño y ejecución de las políticas públicas que se requieren para transformar el país”, puntualizó la dirigente política.
Propuestas para la reforma política
En el foro, López Obregón también planteó algunos aspectos que, en su criterio, debe tener en cuenta la reforma política, los cuales apunten a ampliar los espacios de la restringida democracia colombiana. En primer lugar, dijo, es necesario que en la transición del conflicto armado hacia la paz se garantice la participación política de los guerrilleros que depongan las armas, para lo cual hay que dejar a un lado la mezquindad para ofrecer mecanismos que permitan que ello se dé en forma efectiva.
López Obregón considera que en una primera etapa las curules para los guerrilleros desmovilizados sean asignadas y posteriormente se establezcan circunscripciones especiales de minorías o se pueda acceder mediante una fracción de la cifra repartidora. Explicó que en necesario darles a los insurgentes que se desarmen estás posibilidades por cuanto no es fácil organizar y montar un partido político.
En segundo lugar, la presidenta del Polo sostuvo que es urgente limpiar el sistema electoral comenzando por la Registraduría Nacional del Estado Civil, donde la corrupción es generalizada, el fraude en los comicios una práctica corriente, y la compra-venta de votos una costumbre que ha hecho carrera, hasta el punto que se habla de mecanismos como el “combo” (tres votos en uno para elegir, por ejemplo, gobernador, alcalde, concejal), o “el salto del canguro” que se puso en práctica en Barranquilla y que consiste en el cambio de los formularios en los escrutinios para hacer multiplicar los votos obtenidos.
Finalmente, López Obregón planteó la necesidad de reducir el umbral electoral del 3% al 2% para evitar que pierdan su personería jurídica los partidos minoritarios, así como habilitar las coaliciones en las corporaciones públicas como fue establecido en la última reforma constitucional sobre la materia pero que no se ha podido aplicar por una pretendida reglamentación que no deja utilizar este mecanismo.