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Electricorta y electrocutados

Por José Arlex Arias Arias   

“Estamos mamados… no aguantamos más. Imagínese uno durmiendo sin un ventilador. Son noches interminables en medio de mosquitos y calor. Los niños sufren. Electricaribe nos ha devuelto a la época de las velas. Los electrodomésticos conseguidos con tanto esfuerzo se funden. Nadie responde. De tanto cortar el servicio, la llamamos “Electricorta”. Ni Gobierno, ni Superintendencia hacen nada”. Es el lamento de los ciudadanos en las comunas de Cartagena.

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Por José Arlex Arias Arias   

“Estamos mamados… no aguantamos más. Imagínese uno durmiendo sin un ventilador. Son noches interminables en medio de mosquitos y calor. Los niños sufren. Electricaribe nos ha devuelto a la época de las velas. Los electrodomésticos conseguidos con tanto esfuerzo se funden. Nadie responde. De tanto cortar el servicio, la llamamos “Electricorta”. Ni Gobierno, ni Superintendencia hacen nada”. Es el lamento de los ciudadanos en las comunas de Cartagena.

Para el 25 de junio, a las nueve de la mañana, citaron una protesta en Electricaribe de la Avenida Pedro de Heredia, sector El Amparo, convocada por diversas organizaciones sociales.

Los neoliberales previeron que los servicios públicos esenciales son el más rentable negocio, puesto que su demanda está asegurada. La jugada era buscar que la prestación de los servicios se trasladara a las multinacionales, con garantías de los Estados en cuanto a su expansión y tarifas que dejen Tasas Internas de Retorno bastante jugosas; como ejemplo, las Empresas Públicas de Medellín tienen utilidades anuales cercanas a un billón de pesos. Esto sucede con el suministro de energía a los caribeños, en manos de Fenosa, accionista de Electricaribe, así como Aguas de Barcelona lo es de Aguas de Cartagena, ambas españolas. El negocio es redondo: el Estado las sostiene y ellos simplemente siguen cobrando, evadiendo cualquier posibilidad de invertir sus dineros. Después alegan que trabajan a pérdidas.

Veamos algunos datos de Electricaribe, revelados por el Centro de Estudio del Trabajo –Cedetrabajo– en Cartagena: “entre 2007 y 2013 los Ingresos Operacionales se incrementaron de $2 billones 31.070 millones  a $ 3 billones 520.924 millones y su Utilidad Neta fue de  $435.443 millones; en 2014, su Patrimonio se ubicó en $ 2 billones 43.238 millones y sus Activos pasaron de $4 billones 832.604 millones a 5 billones 130.834 millones. Sus Activos Corrientes, que son susceptibles de convertirse en efectivo en un periodo inferior a un año, pasaron de $1 billón 322.969 millones  a $ 1 billón 579.566 millones entre 2013 y 2014”. Su estado financiero está impactado en gran medida porque el Estado colombiano le ha transferido multimillonarios recursos.

Se señala que 114 mil usuarios están suspendidos del servicio en la costa; además, entre 2004 y 2012, hubo en la Costa Caribe 594 Electrocutados –nadie se encuentra preso como responsable–. Se tramitaron 132 mil quejas en 2012 y 80 mil en 2014 por mal servicio. Este acumulado es causante de las protestas atendidas por el gobierno de Santos con violentas represiones del Esmad y el aumento de las tarifas notificadas por el ministro Tomás González, con incrementos hasta del 7,5%, según la capacidad de pago, yendo desde 1% para los más pobres. Los caribeños dejaremos de comer para que la multinacional Fenosa y Electricaribe se llenen las alforjas. Los daños causados al comercio, la industria y población son invaluables e incuestionables, pero el gobierno Santos, en actitud antinacional, premia sus desafueros. ¡Los neoliberales son negociantes y no les importa el bienestar de la población!

arlexariasarias@hotmail.com

Cartagena de Indias.

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