En Cartagena, ¡toca votar en blanco!

Por José Arlex Arias Arias  

El 7 y 8 de este mes el noticiero CM& reveló una encuesta sobre intención de voto para la alcaldía de Cartagena. Para muchos fue sorpresivo que los resultados estuvieran encabezados por quienes quieren votar “En Blanco”, con 21% y  que el “No Sabe – No Responde” arrojara un 14%. Este último grupo sería el de los que tienen dudas, bien por desconocimiento de los candidatos o porque los conocen tan bien que no se atreven a “meter el dedo a la candela” por ellos. En dicho grupo buscan crecer los candidatos.

Pero hipotéticamente ese grupo sería más afín con el 21% que tomó la decisión de votar en Blanco; o sea, el Blanco es su candidato, con lo cual se sumaría la asombrosa cifra del 35%. Pero esto corresponde al juego de la futurología política.

Lo cierto es que ya hay un “plante” del 21% de los votantes que lo harían en Blanco, por lo cual se hace necesario analizar el fenómeno. La Constitución Política, desarrollada por la Ley 1475 del 2011, crea y protege el Voto en Blanco y le brinda las mismas garantías de los demás candidatos; o sea, el Voto en Blanco es un candidato más. Ahí se encuentra el sustento jurídico para que el Polo Democrático Alternativo haya inscrito al Voto en Blanco como su candidato, no solo para la alcaldía de Cartagena sino también para la gobernación de Bolívar. El Voto en Blanco es entonces una opción, una expresión política que, de ganar, tiene unas consecuencias jurídicas, porque obliga a repetir la Elección, pero además invalida a los candidatos actuales, que no podrían inscribirse. Y como consecuencia política, los sectores sociales y gremiales, los grupos poblacionales, las plataformas y la dirigencia cívica, sindical y popular tendrían la gran oportunidad de consensuar un candidato para las nuevas elecciones.

Hay razones suficientes para votar en Blanco. Cada cuatro años nos ofrecen lo mismo: seguridad, mejoría en salud, educación, servicios públicos y empleo, y “cero corrupción”. Para obtener el favoritismo del pueblo acuden a todo tipo de camuflaje. Se disfrazan de independientes, crean movimientos representativos de ciudadanos para inscribirse por firmas y nos vuelven a prometer lo mismo, pero a la vuelta de la esquina los encontramos respaldados por las casas politiqueras y clientelistas, y por los mismos financistas que se adueñan y reparten, mediante contratos y concesiones, el patrimonio y el erario de Cartagena y Bolívar. De los actuales candidatos, los que no están permeados por los politiqueros y clientelistas, son también responsables de la aguda crisis económica y social de estos Entes Territoriales, puesto que han hecho parte de su burocracia o han sido sus contratistas. Son razones de gran calibre para no beneficiarlos con nuestro voto, quedándonos con la opción de votar en Blanco.

Lo expresó el mejor concejal de Cartagena, David Múnera: “Si bien es cierto que el Polo inscribió el Voto en Blanco para la alcaldía de Cartagena y la gobernación de Bolívar, no somos sus dueños; es un acto de independencia de los financistas, la corrupción y el clientelismo que representan quienes nos quieren gobernar”. ¡Votar en Blanco es un acto de independencia!

arlexariasarias@hotmail.com

Cartagena de Indias.