¡Llegó el momento: esta es la oportunidad!

Por José Arlex Arias Arias  

Colombia atraviesa por un período histórico marcado por una profunda recolonización de sus recursos humanos y naturales, que toma la forma de libre mercado, con acepciones como la globalización, y medidas como la apertura económica. En este nuevo período, iniciado con el Consenso

de Washington hacia 1989, el patrimonio de la Nación fue a dar a manos del sector privado, con énfasis en multinacionales colombianas y extranjeras, quienes usufructúan los billonarios recursos que durante siglos había acumulado el país. Con ellos se van no solo capitales, sino empresas industriales, así como de bienes y servicios, además de una mano de obra envilecida.

Desde entonces, todos los gobiernos –de forma ininterrumpida– han hecho las reformas al Estado y las transformaciones constitucionales y legales necesarias para adecuar al país a esta recolonización. Los ejes centrales de las mismas han sido: abrir las fronteras a todo tipo de mercaderías, mediante la eliminación de los aranceles, asestándole un golpe de gracia a nuestra producción; por otra parte, el adelgazamiento del Estado, quitándole las funciones de ejecución de prestación de servicios esenciales o de derechos fundamentales, los cuales se han convertido en grandes negociados para los bolsillos de los empresarios; pero además, para asegurarles grandes ganancias, agudizaron las privatizaciones o entregaron los recursos en concesiones, “despatrimonializando” al país; todo, amalgamado con la flexibilización laboral, que no es otra cosa que quitarle capacidad adquisitiva a los trabajadores, es decir, hacer aún más regresiva e injusta la distribución de la riqueza.

El único partido que desde su fundación adoptó dentro de su programa una posición de resistencia contra este modelo de desarrollo es el Polo Democrático Alternativo –PDA–. Lo aprobó en su Ideario de Unidad sin ningún tipo de esguince y lo señaló con claridad diáfana como al enemigo fundamental del pueblo colombiano; pero además, lo ha definido como la contradicción principal en el seno del pueblo. Es esta la razón por la que los ejecutores de este modelo, hoy en cabeza del presidente Juan Manuel Santos, se convierten en enemigos del máximo interés de la Nación, que es la defensa de su soberanía territorial y pasa por la autodeterminación económica. Por esa razón es que el PDA, sin ambigüedades, determinó la oposición democrática al gobierno del presidente Juan Manuel Santos. 

Las consecuencias de este modelo neoliberal no se han hecho esperar: miseria, pobreza, empleo de rebusque, “paseos de la muerte”, educación de pacotilla, tarifas de servicios públicos impagables, aparato productivo arrasado, peajes por toda parte, negación de prestaciones sociales y pensión, liquidación de entidades de fomento, pingües utilidades por especulación financiera, concesiones de nuestros recursos naturales a cambio de exiguas regalías; en síntesis, la riqueza colombiana al servicio de potentados y la socialización de la pobreza. Por eso llegó el momento determinante, una oportunidad de oro para elegir bien, por una opción que permitirá seguir desentrañando el modelo económico neoliberal con sus secuelas de negociados y corruptela; una opción clarificadora que prepare el camino hacia un cambio de paradigma que nos asegure mejores oportunidades para toda la población, que vaya eliminando esta odiosa discriminación  y no actúe en beneficio del mismo grupo selecto. ¡Llegó el momento; vote bien, vote por las listas del PDA!

arlexariasarias@yahoo.com

Cartagena, 3 de marzo de 2014.