Conecta con nosotros

Nacional

¿“Impase” o delito?

Por Eudoro Álvarez Cohecha  

Esta semana que pasó, se dieron, seguramente que por casualidad, dos eventos sobre el mismo tema o por lo menos ambos tuvieron que ver con el proyecto de ley 133 de cámara, “por el cual se crean y se desarrollan las Zonas de Interés de Desarrollo Rural y Económico y se adiciona el artículo 52 y se interpreta el artículo 72 de la ley 160 de 1994”, presentado por el gobierno nacional a consideración del parlamento colombiano, el cual también se ha denominado proyecto de baldíos.

Publicado

en

Por Eudoro Álvarez Cohecha  

Esta semana que pasó, se dieron, seguramente que por casualidad, dos eventos sobre el mismo tema o por lo menos ambos tuvieron que ver con el proyecto de ley 133 de cámara, “por el cual se crean y se desarrollan las Zonas de Interés de Desarrollo Rural y Económico y se adiciona el artículo 52 y se interpreta el artículo 72 de la ley 160 de 1994”, presentado por el gobierno nacional a consideración del parlamento colombiano, el cual también se ha denominado proyecto de baldíos.

El primero fue una rueda de prensa convocada por La Cumbre Agraria Étnica y Popular Oxfam, Codex, , la Asociación de Juristas, el Cinep, la Asociación de Mujeres Rurales, Dignidad Agropecuaria Colombiana, y Planeta Paz, para analizar y fijar posición sobre la iniciativa gubernamental, realizado en Bogotá y el otro fue el II foro sobre “cómo avanzar en la aclaración de los derechos de propiedad de la tierra en la Orinoquia”, convocado por El Centro de Estudios para la Orinoquia (CEO) de la Universidad de los Andes y la Universidad de los Llanos.

El acontecimiento citado por las organizaciones agrarias y las ONG nacionales y extranjeras, fue tajante al calificar el proyecto de ley, como un subterfugio para evitar la legislación vigente, artículo 64 de la constitución nacional y ley 160 de 1994, que sobre el tema de adjudicación de tierras prioriza la entrega de baldíos a los trabajadores rurales carentes de la misma y limita dichas asignaciones a la Unidad Agrícola familiar (UAF).

El suceso de la academia realizado en Villavicencio, abordó una temática encaminada a explicar cómo refrendar las apropiaciones de la tierra, hechas por fuera del ordenamiento legal vigente. Eufemísticamente se refirió a las violaciones flagrantes a la codificación legal correspondiente, denominados de ordinario como delitos, que es como el DRAE se refiere a los quebrantamientos de la ley, con la palabra “impase”, que habitualmente se refiere a casos en que hay un estancamiento o un atolladero de algún evento o circunstancia determinada. La academia, a veces tan aséptica en asuntos que implican compromisos, se cuidó de indultar a los delincuentes, es decir a quienes violan la ley y escogió la palabra que facilitara dicha exculpación. Bueno, son grafías de una academia, cuidadosa de llamar pan al pan y vino al vino.

Santos I, ya había prometido en su programa de gobierno que se debían remover las “trabas burocráticas”, al desarrollo de proyectos monopolísticos en el campo, implicadas en la limitación de la UAF a estas pretensiones; derrotado por fallo de la corte constitucional al impedir que en la ley del plan de desarrollo (ley 1152) se introdujera una modificación que le permitiera cumplir con su promesa electoral, insiste nuevamente, como corresponde a sus verdaderos compromisos con los dueños de este país y por medio de sus ministros propone lo mismo, con nuevas modalidades, pero al fin y al cabo lo mismo, para poder entregar tierras a “cacaos” y multinacionales, en territorios como los de nuestra altillanura, otrora tan depreciados y olvidados y hoy tan codiciados.

Para un gobierno cuyos lemas de su segundo mandato son la Paz, la Equidad y la Educación, mal inicia, comenzando a implementarlos; no es para menos señalarlo así, cuando el coeficiente gini en materia de tierras en Colombia es de 0.88, es decir rayano en la inequidad total y para remediarlo, se propone algo que seguramente empeorará este indicador, como ningún otro, de desigualdad en el campo colombiano.

Las denominadas ZIDRE, (Zonas de interés de desarrollo rural y económico), aspecto central de la iniciativa santista, analizado en detalle, merecen ser rebautizadas como Zonas de Inequidad para el Disfrute de Ricos Empresarios.

Villavicencio.

 

Continúe leyendo
Click para comentar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *