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Nacional

Inconstitucional, ilegal, inconveniente, impúdica e inequitativa

Por Eudoro Álvarez Cohecha  

Inconstitucional la recientemente sancionada Ley Zidres, puesto que abiertamente, viola el artículo 64, de la carta política: “es deber del estado promover el acceso progresivo a la propiedad de la tierra de los trabajadores agrarios, en forma individual o asociativa…”

Ilegal ya que la ley 160 de 1994, establece (art.66 y 67), de manera explícita que los baldíos nacionales deben ser destinados a dotar de tierra a los campesinos sin ella, en unidades agrícolas familiares (UAF), cuyas extensiones precisas se determinan para cada territorio.

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Por Eudoro Álvarez Cohecha  

Inconstitucional la recientemente sancionada Ley Zidres, puesto que abiertamente, viola el artículo 64, de la carta política: “es deber del estado promover el acceso progresivo a la propiedad de la tierra de los trabajadores agrarios, en forma individual o asociativa…”

Ilegal ya que la ley 160 de 1994, establece (art.66 y 67), de manera explícita que los baldíos nacionales deben ser destinados a dotar de tierra a los campesinos sin ella, en unidades agrícolas familiares (UAF), cuyas extensiones precisas se determinan para cada territorio.

Al priorizar al gran agronegocio para que sea el encargado de usufructuar los baldíos, de manera evidente, descarría el mandato legal, en pro de sujetos que no contempla la Constitución Nacional ni la ley. El subterfugio de los arrendamiento o las concesiones de tierra, contemplados en la aludida ley, que no implican, supuestamente, transferencia de propiedad, establece de hecho una traspaso, pues el lapso de esos contratos es prolongado y al ser susceptibles de prorrogarse, los convierte en cesiones perpetuas, privando a los campesinos del derecho que les otorga el ordenamiento legal vigente.

Inconveniente pues salta a la vista que deja en manos de grandes agronegocios, incluidos los extranjeros, los temas de producción agraria, que, seguramente, serán desarrollados acorde con las conveniencias de estos, independientemente de la necesidad nacional de asegurar la soberanía alimentaria, hoy gravemente amenazada por el hecho de importar 10.5 millones de toneladas de alimentos, que según entendidos, es el 30 % de la dieta básica de los colombianos. La bandeja paisa, plato típico nacional es toda importada; ni siquiera el huevo es nacional, en contario a lo afirmado recientemente por el ministro de Agricultura, Iragorri

Impúdica la actitud del gobierno de Santos al intentar por enésima vez, legalizar y hacerlo de manera torticera para violar la constitución y la ley en el tema de tierras y facilitar el cumplimiento de la promesa de “remover las trabas burocráticas” a la acumulación de tierras en manos de “cacaos” y multinacionales, dándole salida a las ilegalidades del exembajador Urrutia, todo ello rubricado por uribismo en pleno.

Inequitativa pues ante una realidad en la que el acaparamiento de tierras por sectores minoritarios de la población es conocido y reconocido por múltiples actores del debate agrario, propone una nueva forma, una más, de expropiación de campesinos de la tenencia de la tierra, en un país en donde la inequidad en materia de propiedad rural es de las más altas del mundo, (el coeficiente Gini, indicador de mala distribución del recurso tierra es 0.88) se fortalece así, la desigualdad al renunciar a reformar la estructura de dicha tenencia y antes bien la profundiza al permitir y promover la concentración de dicho bien público a niveles que ahondarán la inequidad reconocida por las cifras oficiales y subrayadas con el censo agropecuario recientemente realizado.

Claro que al árbol de mango no le podemos pedir que nos dé aguacates; de un gobierno abiertamente neoliberal no se pueden esperar medidas democráticas, cuando su inclinación natural es hacia la plutocracia.

@EudoroAlvarez

Villavicencio.

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