¿Quién responde por los electrocutados en el Caribe?

Por José Arlex Arias Arias  

El sábado 14 de junio –el mismo día que Colombia derrotó a Grecia, en desarrollo del XX Campeonato Mundial de Fútbol–, previo a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, el señor John James Orozco Sánchez, de 30 años, se electrocutó al tocar su camión, que había quedado energizado

luego de que el “volco” del vehículo hiciera contacto con una línea de alta tensión. El hecho ocurrió en una trocha entre Clemencia y Arroyo Grande, este último corregimiento de Cartagena. La noticia no tuvo trascendencia en los medios de comunicación, como no la ha tenido el más de un centenar de muertos electrocutados en la Costa Caribe en los últimos tres años.  

En la semana del 2 al 7 de mayo pasado hubo una racha de más personas electrocutadas en nuestro litoral. En el barrio Los Cerezos, de Cartagena, Faustino Rafael Guardo Lara, de 52 años, falleció cuando adelantaba trabajos en su residencia al tocar accidentalmente con una varilla el cable de alta tensión. Una descarga eléctrica en Lorica, Córdoba, produjo un muerto y cinco heridos cuando operarios de la firma Unión Eléctrica de Medellín adelantaban cambios de redes conductoras; el fuerte impacto provocó la muerte inmediata de Jorge Tamiz Solano, de 34 años de edad. Cuatro (4) obreros también murieron electrocutados en Barranquilla, cuando cambiaban una bandera de la empresa, la cual chocó contra el poste del que colgaba un cable de alta tensión que les produjo una descarga de 13.200 voltios.

En octubre del año pasado el senador Jorge Robledo denunció: “Con datos de Electricaribe, entre 2011 y lo que va de 2013, son 91 electrocutados por mal funcionamiento de las redes. En el 2011 hubo 40 muertos electrocutados; en 2012 la cifra llegó a 31; hasta octubre en 2013 ya iban 20. Se presentaron hechos como el de agosto 20 de 2013: por tener la pantaloneta húmeda, un campesino se acercó a una nevera y quedó electrocutado. En noviembre 22 de 2012, un padre y su hijo estaban encendiendo una motobomba y quedaron electrocutados. En septiembre 2 de 2011, a una niña de 9 años le dijo la mamá que apagara el abanico y la niña quedó electrocutada”. Estas denuncias duermen el “sueño de los justos”, en un país con muchas normas, pero que en su mayoría son inicuas para poder permitirle a las multinacionales todo tipo de abuso y que hagan lo que les venga en gana con los consumidores incluido disponer de su derecho fundamental a la vida.

Ante el pésimo y caro servicio de Electricaribe, pero sobre todo para neutralizar la indignación de los costeños, el ministro de Minas y Energía, Amilkar Acosta, reforzando la campaña de reelección de Santos, notificó a la empresa que se tomarían drásticas medidas en beneficio de los usuarios. Ya pasó la campaña y tanto ministro como presidente Santos brillan por su ausencia, mientras los cortes, los racionamientos, las costosas tarifas y el mal servicio continúan, pero además causando víctimas fatales. Ratifico lo expresado y las interrogantes de mi columna del 15 de octubre de 2013: ¿Quién mete a la cárcel a los responsables de los crímenes de nuestros electrocutados? ¿Hasta cuándo el presidente Santos tolerará los abusos de los monopolios? ¡Para estos neoliberales, hasta con la muerte: business is business!

Cartagena, 24 de junio de 2014.