Internacionales
Irán y las potencias acuerdan un pacto nuclear
Por Alistair Dawber / Página/12
Levantan sanciones contra Teheran a cambio de acceso para inspectores internacionales. El resultado es el mayor deshielo de las relaciones entre Occidente y la República Islámica de Irán desde la revolución de 1979. Irán acordó limitar su producción de uranio enriquecido. El embargo de armas sigue cinco años.
Después de dieciocho días de trabajosas conversaciones en Viena, y antes de eso más de una década de negociaciones que a veces parecían estar yendo a ninguna parte, finalmente las potencias mundiales e Irán anunciaron un acuerdo amplio sobre el programa nuclear de Teherán.
Por Alistair Dawber / Página/12
Levantan sanciones contra Teheran a cambio de acceso para inspectores internacionales. El resultado es el mayor deshielo de las relaciones entre Occidente y la República Islámica de Irán desde la revolución de 1979. Irán acordó limitar su producción de uranio enriquecido. El embargo de armas sigue cinco años.
Después de dieciocho días de trabajosas conversaciones en Viena, y antes de eso más de una década de negociaciones que a veces parecían estar yendo a ninguna parte, finalmente las potencias mundiales e Irán anunciaron un acuerdo amplio sobre el programa nuclear de Teherán.
Poco después de las 8 de la mañana del pasado 14 de julio los informes comenzaron a sugerir que el G5+1,los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU junto con Alemania, e Irán habían finalmente llegado a un acuerdo sobre una serie de temas menores, que se habían tratado el lunes. El resultado es el mayor deshielo de las relaciones entre Occidente y la República Islámica de Irán desde la revolución de 1979.
Las conversaciones se han concentrado en dos temas principales. Desde el punto de vista del G5+1, cómo evitar que Irán desarrolle un arma atómica. A cambio, los iraníes –que siempre han insistido en que su desarrollo nuclear estaba destinado a fines pacíficos– exigieron que se les permitiera enriquecer uranio para desarrollar energía barata. Barack Obama dijo que lo firmado era “un acuerdo integral y de largo plazo con Irán que evitará que éste obtenga un arma nuclear”, en declaraciones hechas en la Casa Blanca. “Este acuerdo cumple con todos y cada uno de los puntos importantes que establecimos cuando logramos un marco de trabajo a principios de esta primavera”, dijo Obama.
Opositores norteamericanos al acuerdo, especialmente los republicanos que desconfían de las intenciones de Irán, dijeron que van a tratar de bloquear el acuerdo cuando llegue a la Cámara de Representantes. “Vamos a hacer todo lo posible para detenerlo”, dijo John Boehner, presidente de la Cámara. “El acuerdo de Viena impulsará una carrera de armas nucleares en todo el mundo”, agregó.
Obama, sin embargo, prometió que cualquier intento de obstaculizar el acuerdo en el Congreso no sería admisible. “Vetaré cualquier legislación que impida la implementación exitosa de este acuerdo”, dijo.
A su vez, el presidente de Irán, Hassan Rohani, festejó el acuerdo a través de su cuenta de Twitter, sugiriendo que podría conducir a un mayor acercamiento entre los Estados Unidos e Irán. “Este acuerdo va en ambos sentidos. #IranDeal puede desmantelar el muro de desconfianza ladrillo por ladrillo”, escribió.
Cuando se anunció el acuerdo, miles de iraníes celebraron en las calles de Teherán, y entrada la noche seguían creciendo las multitudes. La conferencia anunciando el acuerdo fue transmitida en vivo por televisión, al igual que la reacción de Obama. “Este es un primer paso para convertirse en un amigo con el mundo”, dijo Bahar Ghorbani, un ama de casa de 36 años de edad.
El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, ha apoyado las negociaciones como un medio para conseguir que las sanciones económicas fueran levantadas. Mientras que Rohani es considerado un moderado que impulsó el acuerdo, siempre fue Jamenei quien ejerció el poder real. “A nivel nacional, el impulso que recibirá la economía de Irán hará crecer la popularidad del presidente Hassan Rohani, y aumentará la credibilidad del modelo de gobierno de la República Islámica, por lo menos durante los próximos dos o tres años”, dijo Firas Abi Ali, el jefe de análisis de IHS Riesgo País de Medio Oriente. “Sin embargo, es improbable que se cumplan las expectativas de mejoras significativas en los niveles de vida… Esto puede conducir a una mayor inestabilidad política.”
Los principales puntos del acuerdo son técnicos. La existencia de uranio enriquecido iraní se reducirán en un 96 por ciento de los niveles actuales, a apenas 300 kg, mientras que su capacidad para enriquecer uranio se reducirá en dos tercios. Al mismo tiempo, las instalaciones subterráneas de Irán en Fordow y un reactor en Arak serán modificados para disminuir significativamente la cantidad de material fisible que producen. A cambio, los iraníes lograron que la Organización de Naciones Unidas (ONU) levante sus sanciones a corto plazo si se cumple lo pactado. Teherán está obligado a permitir el acceso de los inspectores de la Agencia Internacional de Energía Atómica a sus instalaciones nucleares. Una vez que los inspectores estén convencidos de que la capacidad de enriquecimiento se ha reducido se levantarán las sanciones. Sin embargo, dentro de 65 días la ONU presentaría nuevamente un mecanismo de sanciones si se considera que Irán no cumple con el acuerdo. “Este es el buen convenio que estábamos buscando”, dijo el secretario de Estado estadounidense, John Kerry.
Uno de los últimos puntos de fricción –el levantamiento del embargo de armas– también se resolvió. Se le permitirá a Teherán comerciar armas convencionales dentro de cinco años y misiles balísticos dentro de ocho. El Papa y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, aplaudieron el acuerdo, mientras que el principal aliado chiíta de Irán en Oriente Medio, el presidente Assad, de Siria, dijo que el acuerdo permitiría ampliar la capacidad de Teherán para apoyar “causas justas”.
Israel se ha esforzado por detener cualquier acuerdo que permita a Teherán continuar enriqueciendo uranio. Los funcionarios israelíes describieron el acuerdo como “un día negro en la historia”. Por las conversaciones de Estados Unidos con Irán, la relación de Obama con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, de “congelada pasó a ser “tóxica”. “El acuerdo recompensará a Irán con cientos de miles de millones de dólares que alimentarán sus esfuerzos para destruir a Israel”, dijo Netanyahu.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
De The Independent de Gran Bretaña, especial para Página/12, Buenos Aires.