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Joseph Stiglitz advierte de que “ha llegado la nueva era de los monopolios”

Economiahoy.mx  

Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía y profesor en la Universidad de Columbia, asegura que hoy estamos presenciando el resultado un sistema capitalista que desemboca “en una rápida concentración de la riqueza y los ingresos”. Esta tendencia aboca al mundo hacia la desigualdad, las empresas tienen gran influencia en el mercado y pueden influir en los precios y salarios. Eso es lo que ocurre cuando la competencia desaparece.

El Nobel explica en Project Syndicate que “hoy muchos sectores (telecomunicaciones, televisión por cable, buscadores de Internet, productos farmacéuticos y muchos más) no se pueden ver desde la lente de la competencia. En estos sectores, la competencia que existe se llama oligopólio, no es la competencia pura que aparece en los libros de texto”.

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Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía y profesor en la Universidad de Columbia, asegura que hoy estamos presenciando el resultado un sistema capitalista que desemboca “en una rápida concentración de la riqueza y los ingresos”. Esta tendencia aboca al mundo hacia la desigualdad, las empresas tienen gran influencia en el mercado y pueden influir en los precios y salarios. Eso es lo que ocurre cuando la competencia desaparece.

El Nobel explica en Project Syndicate que “hoy muchos sectores (telecomunicaciones, televisión por cable, buscadores de Internet, productos farmacéuticos y muchos más) no se pueden ver desde la lente de la competencia. En estos sectores, la competencia que existe se llama oligopólio, no es la competencia pura que aparece en los libros de texto”.

Para Stiglitz, hoy son pocos los sectores en los las empresas se puedan definir como precio-aceptantes, es decir, que las firmas tengan que aceptar el precio determinado por el mercado. Un mercado perfectamente competitivo debe estar compuesto de muchos compradores y vendedores, los bienes ofrecidos deben ser casi iguales, mientras que las empresas pueden entrar y salir libremente del mercado. Este marco compuesto por todos esos factores está en extinción.

La tecnología cambia la estructura económica

Stiglitz señala que el consejo de asesores económicos de Obama ha reconocido que en muchas industrias se está produciendo una concentración del mercado, “en algunos casos esta situación es dramática. Los diez bancos más importantes de EEUU tenían en 1980 el 20% de los depósitos, mientras que en 2010 está cantidad se ha incrementado hasta el 50%”.

“Parte del incremento del poder de mercado es el resultado de los cambios tecnológicos y de la estructura económica… Algunas empresas como Microsoft o las farmacéuticas son buenos ejemplos. Estas empresas han aprendido a crear y mantener barreras de entrada a los competidores, a menudo sostenidas con la ayuda de fuerzas políticas conservadoras que justifican la laxitud en la lucha contra los monopólios”, asegura el profesor de la Universidad de Columbia.

Según Stiglitz, “las implicaciones de esta situación son profundas… Si los mercados son fundamentalmente eficientes y justos, es poco lo que el gobierno puede hacer para mejorarlos. Pero si los mercados están basados en la explotación, la racionalizad del laissez-faire desaparece. Además, en ese caso, la batalla contra el poder establecido no sólo es una batalla por la democracia; también es una batalla por la eficiencia y la prosperidad compartida”, sentencia el Nobel de Economía.

Otro Nobel de Economía, Paul Krugman, relataba algo similar en uno de sus últimos artículos enThe New York Times. El economista señalaba que mpresas como Verizon casi pueden establecer el precio que quieran a sus clientes y los salarios que prefieran a sus empleados, ya que tienen una posición de dominio en el mercado. Casi ninguna firma puede ofrecer lo mismo que este gigante de las telecomunicaciones, lo que le permite exprimir tanto a clientes como empleados.

“¿Por qué Verizon no quiere invertir? Probablemente porque no lo necesita. Muchos consumidores no tienen otra empresa a la que acudir, de modo que la teleco puede tratar su negocio de banda ancha como la gallina de los huevos de oro. Verizon no necesita gastar más para ofrecer un servicio mejor”. Y eso es porque no tiene competencia, según deja entrever el Nobel de Economía.

Esta situación desemboca en menor inversión en I+D, salarios que no crecen, precios que pueden subir hasta el infinito y unos beneficios empresariales que no terminan de tocar techo. En este contexto la desigualdad tiende a crecer y la debilidad económica se hace más crónica por el bajo nivel de inversión en I+D, lo que a la postre repercute sobre la productividad. Sin competencia, el capitalismo no es el paraíso.

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