¡La mujer del César!

Por José Arlex Arias Arias  

Cartagena no solo es de “Indias”, sino que también ha sido escogida como “el conejillo de indias” de los neoliberales para experimentar medidas que, no por innovadoras como por efectivas, contribuyen al saqueo de sus recursos, patrimonio y erario. Es menester recordar que en esta ciudad se iniciaron las privatizaciones, de las que es pionero el caso de Puertos de Colombia, transformado en Sociedad Portuaria de Cartagena, de cuya compra de acciones quedaron suficientes dudas.

Así mismo, las politizadas Empresas Públicas Distritales fueron convertidas en Aguas de Cartagena para el disfrute del capital foráneo; esto sin mencionar las muchas concesiones que realiza la Administración, entre las que hay que resaltar, por ejemplo, que Cartagena fue la primera ciudad en resistir cinco peajes dentro de su perímetro urbano. 

Han sido muchas las denuncias por parte del concejal David Múnera, del Polo Democrático, sobre la concentración de contratos en unas cuantas empresas, en su mayoría de Barranquilla. Este hecho fue corroborado por Camilo Enciso, Secretario de Transparencia de la Presidencia, quien encontró que el 92% de la contratación de Cartagena es directa, o sea, a dedo, indicando que iría en contravía a la normas de contratación. El señor Enciso declaró: “Nos sorprendió el hallazgo porque de un presupuesto de $1.2 billones, la contratación directa es de $900.000 millones, por lo que creemos, es necesario revisar lo que ocurre aquí”. A esto, el concejal Múnera añadió: “Sobre la ejecución del préstamos de $250 mil millones, insisto, como lo hizo el doctor Camilo Enciso, en que se investiguen las denuncias sobre la contratación en infraestructura, salud y educación, puesto que las comunidades las han hecho públicas. Lo grave es que no pasa nada, puesto que los órganos de control y vigilancia no se pronuncian, ni dan los resultados de sus investigaciones exhaustivas”.

El concejal Múnera pidió además que se investiguen las prórrogas tanto al contrato de aseo y recolección de residuos sólidos, como al de operación del acueducto y alcantarillado a Aguas de Cartagena, hechas ambas sin ninguna licitación, y en el caso de Aguas de Cartagena, con seis años de anticipación al vencimiento del contrato vigente. El Concejo de la ciudad presentó un proyecto de Acuerdo para que tanto las concesiones como sus prórrogas o cláusulas de “otrosí” fueran aprobadas por el Concejo, pero el alcalde Dionisio Vélez lo objetó, a pesar de lo cual 12 de 19 concejales le pidieron que proceda a sancionarlo. El tema es grueso porque tanto la prórroga del contrato de Aguas de Cartagena con seis años de anticipación como la famosa libertad con la que se adjudicó a dedo el contrato de aseo, han dejado muy mala impresión sobre la transparencia en la administración pública.

Para mayores dudas, Múnera denunció que el alcalde estuvo en España meses antes de otorgar la prórroga a Aguas de Cartagena, que tiene entre sus accionistas a Aguas de Barcelona, y que regresó a principios de este mes a dicho país, según a “informarse sobre la problemática del agua”. Alcalde Vélez, no olvide que Julio César contestó: ¡“La mujer del César no solo debe ser honrada, sino además parecerlo!”.

arlexariasarias@hotmail.com

Cartagena de Indias.