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Internacionales

La OTAN se prepara para la guerra

Enrique Daza, Centro de Estudios Latinoamericanos – CELU, agosto de 2016

En vísperas de la Cumbre de la OTAN a realizarse el 8 de julio, suenan tambores de guerra y Estados Unidos escala su presencia y agresión en la vecindad de la Federación Rusa.

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Enrique Daza, Centro de Estudios Latinoamericanos – CELU, agosto de 2016

En vísperas de la Cumbre de la OTAN a realizarse el 8 de julio, suenan tambores de guerra y Estados Unidos escala su presencia y agresión en la vecindad de la Federación Rusa.

La Organización para el Atlántico Norte, creada en 1949 para enfrentar el entonces bloque soviético, se prepara para la guerra. En 1982 tenía 16 miembros, después del derrumbe de la Unión Soviética entraron 12 más, entre ellos Bosnia, Herzegovina, Georgia y Montenegro; Francia retorno en 2009 pues se había retirado en 1966.  Está en la puerta de espera Macedonia y después de los incidentes de Ucrania, Suecia y Finlandia han participado en los ejercicios militares de esa organización. Otros países participan de una u otra manera en las actividades militares sin tener todavía una pertenencia formal como es el caso de Irlanda, Moldavia, Serbia y Ucrania, en algunos casos hay fuertes debates internos sobre esta participación pero a juzgar por las tendencias en los años recientes, todos engrosarán las filas de la OTAN o participarán en algunas de sus misiones. Los miembros activos actualmente son 28 países.

Esta ampliación se ha dado a pesar de la promesa hecha por Estados Unidos y Alemania en 1990 de que la OTAN no se expandiría hacia el este (http://goo.gl/7txCbI) a cambio de que la Unión Soviética aceptara la reunificación de Alemania.

El secretario general de la OTAN habló recientemente sobre la expansión más grande de la organización atlántica desde la época de la Guerra Fría (http://goo.gl/mCJrLg) Se refirió a  la presencia en el mar Negro a través de tropas rumanas, un incremento de ocho 8 millones de dólares en el presupuesto. Los canadienses hablaron de desplegar un contingente militar en Europa del Este y se anunció el despliegue de 4.000 soldados en Letonia y la instalación de batallones multinacionales en a inicios de 2017 en Letonia, Lituania, Estonia y Polonia. También realizaron ejercicios militares con 30.000 soldados y ha dispuesto un sistema de 29 bases militares que cercan a La Federación Rusa.

Los peligros de un enfrentamiento entre el bloque soviético a través del Pacto de Varsovia con la OTAN, desparecieron con la disolución del Pacto en 1991 y el desplome, desintegración y atomización de la Unión Soviética.

Estados Unidos comenzó a buscar pretextos para mantener la coalición militar, para lo cual promovió la realización de acciones fuera de la esfera determinada en sus propósitos iniciales y articular operativamente más estrechamente las fuerzas europeas a las estadounidenses. Miraron con preocupación la situación del Medio Oriente especialmente contra el integrismo musulmán, los conflictos del Cáucaso el Mediterráneo y los Balcanes, pasando de un estrategia global militar a una preocupación por fenómenos políticos y diplomáticos con la advertencia de que “los intereses de la Alianza pueden verse afectados por riesgos distintos de carácter más general, en particular por actos de terrorismo, de sabotaje o de delincuencia organizada y por la perturbación del flujo de recursos vitales, también señalan como amenaza los flujos incontrolados de población, danto lugar a una intervención como fue el descuartizamiento de Yugoslavia promovido por las potencias occidentales y, manteniendo un intenso activismo en todos aquellos conflictos que les interesen para mantener sus zonas de influencia. Determinaron que su área de influencia seria el espacio Euroatlantico y no las fronteras de la OTAN y además señalaron que no necesitaban la autorización del Consejo de Seguridad de las NN UU, tal y como hicieron en Yugoslavia, lo siguen haciendo en Irak y en muchos otros lugares como el Medio Oriente.

Las actividades terroristas del Estado Islámico, ISIS, han servido de pretexto para crear una atmosfera de miedo y facilitar la continua militarización y la crisis de Europa Occidental, la salida posible de la Gran Bretaña de la Unión Europea, sumada a la fragilidad general de esa entidad, ha convertido a la OTAN, escenario militar en el principal punto de contacto entre Estados Unidos y la Unión.

Rusia, a la defensiva, insiste en que no tiene intereses expansionistas sino apenas una preocupación por su seguridad nacional, pero no se encuentra paralizada por el miedo. Su fuerte capacidad de guerra convencional, hace que sea extremadamente peligroso el intento de acorralarla.

Estados Unidos en medio de un debate electoral reñido en el cual Hillary Clinton anuncia el fortalecimiento de la OTAN y Trump que pregona, incluso la salida de ese organismo, no se encuentra políticamente en condiciones de desatar una guerra, pero sí de asegurar el control de Europa del Este y demás zonas circundantes a la Federación Rusa. Sin embargo, el aventurerismo del pentágono y su obsesión por controlar recursos estratégicos, puede o desencadenar una guerra o crear nuevos hechos locales de guerras parciales que le permitan avanzar en sus objetivos de dominación mundial. La principal amenaza para la paz mundial es la política estadounidense, que ve como un peligro la alianza entre Rusia y China, la incorporación de nuevos miembros a la Organización de Cooperación de Shanghai (India y Pakistán, ambas potencias nucleares)  y la pérdida de protagonismo del dólar en las finanzas internacionales.

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