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Las crisis del transporte público colectivo de Barranquilla

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El 27 de mayo, el Distrito de Barranquilla aprobó $2.000 millones para solventar necesidades inmediatas de Transmetro, apenas una parte de los que se necesitan para garantizar sus operaciones en lo que resta del año 2020. El Distrito tomó la decisión por cuanto Transmetro está obligado a trabajar con solo el 35% de su capacidad, igual que el transporte público colectivo.

Al masivo no solo se le han reducido sus ingresos directos, es decir, los que recibe en taquilla por venta de pasajes, sino también los percibidos del Fondo de Estabilización Tarifario, FET, fisco creado por la Junta Directiva del Área Metropolitana de Barranquilla, para restar hasta en un 11% los ingresos de los buses colectivos y destinarlos a mantener a flote el elefante blanco andante de Transmetro. Pues bien, la reducción de ingresos por el FET es consecuencia de la crisis que también vive el transporte colectivo.

La situación para los empresarios y trabajadores del Transporte Público Colectivo es caótica. Por un lado, deben trabajar a menor capacidad, lo que se traduce en menores ingresos, y por el otro, deben mantener los mismos costos fijos de la canasta del transporte. Con el agravante de tener que pagarle al FET, aunque el vehículo se encuentre guardado. En resumidas cuentas, están trabajando a pérdida.

La decisión tomada respecto a Transmetro es acertada. Se necesita aplicarla no solo en épocas de pandemia sino de forma permanente, pues los números rojos del masivo hablan por sí solos y la actividad del transporte, con usuarios guardando las distancias, genera costos crecientes que provocan tarifas técnicas superiores a las tarifas establecidas para el usuario, lo que hace necesario el subsidio por parte del Distrito.

Pero así como el masivo necesita de ayuda, también es necesario que el Distrito gire la mirada al colectivo, sobre todo en esta época de crisis. Por las decisiones que limitan su actividad económica, se requieren como respuesta dos alternativas: o subsidiarlo o, en el menor de los casos, descargarles a los propietarios la obligación de tener que pagarle a un FET que nació fuera de la legalidad y que hoy más que nunca se les convierte en una carga irresistible.

@MelissaAnibal

#DIARIOLALIBERTAD

Tomado de: diariolalibertad.com

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