Nacional
Lo ‘politically correct’
Por Rodrigo Borja
Es una forma expresiva que sirve para encubrir, con palabras suaves, realidades duras. La utilizan quienes desean ‘endulzar’ sus expresiones, para lo cual acuden a palabras auspiciosas y rehúyen las que suenan mal.
El estilo surgió en los círculos de la izquierda universitaria norteamericana a fines de los años 80 para eliminar todo reflejo de dominación de una cultura sobre otras y evitar herir las susceptibilidades de las minorías étnicas, culturales y sexuales de los Estados Unidos.
Por Rodrigo Borja
Es una forma expresiva que sirve para encubrir, con palabras suaves, realidades duras. La utilizan quienes desean ‘endulzar’ sus expresiones, para lo cual acuden a palabras auspiciosas y rehúyen las que suenan mal.
El estilo surgió en los círculos de la izquierda universitaria norteamericana a fines de los años 80 para eliminar todo reflejo de dominación de una cultura sobre otras y evitar herir las susceptibilidades de las minorías étnicas, culturales y sexuales de los Estados Unidos.
En esa época, la ‘cultura’ de lo ‘políticamente correcto’ suscitó la adhesión de los movimientos antirracistas y feministas, fue recogida por los politólogos norteamericanos y difundida por los medios de comunicación.
Es en Estados Unidos donde se ha llegado a la más sutil utilización del eufemismo en la vida política, probablemente por la influencia de la moral puritana. Allí se dice ‘african-americans’ en lugar de negros, ‘full figured’ por gordos, ‘sexual preference’ por homosexualidad, ‘sexual workers’ por prostitutas. Se suavizan así realidades duras. Es lo ‘politically correct’, como parte de la gazmoñería social y política. Pero se ha llegado a extremos ridículos en el manejo de los eufemismos. Por ejemplo, ciertas avanzadas feministas tratan de eludir la palabra ‘woman’ (mujer) porque incluye la sílaba ‘man’, que significa hombre. Y en el trato a los negros, mientras estos se llaman a sí mismos ‘blacks’ —recordemos la consigna del ‘black power’ que se volvió a proclamar en la gran concentración de hombres negros reunida en Washington en octubre de 1995-, lo ‘políticamente correcto’ manda utilizar la expresión ‘african-americans’, igual que en lugar de decir “indio” allá se aconseja decir “americano nativo”.
Pero sus excesos han generado duras reacciones contrarias, especialmente en círculos intelectuales inconformes con la mutilación de la creatividad de los artistas, músicos, escritores, pensadores y políticos, a quienes la sociedad ha pretendido someter a patrones y valores de comportamiento convencionales.
Las expresiones eufemísticas han sido copiadas en nuestros lares políticos latinoamericanos, que dicen que “modificarán el tipo de cambio” para evitar hablar de devaluación monetaria y anuncian que tomarán “medidas de ajuste” en lugar de decir que elevarán los impuestos o que subirán los precios de los bienes y servicios que están bajo su control.
Lo ‘politically correct’ es parte de la hipocresía social y política, que coarta la libertad, adocena a la gente, poda su originalidad.
En todo caso, el eufemismo es un elemento muy importante en la vida política -sea en la comunicación de masas, difusión de mensajes, relaciones interpersonales- y, especialmente, en las relaciones internacionales, en que las expresiones eufemísticas han llegado a ser el principal y más sutil instrumento de manejo diplomático.