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Nacional

No me la baraje, Presidente

Por Octavio Quintero  

Ya que tanto acudimos a las encuestas, debiéramos preguntarle a la opinión pública qué opina de la sacada de “trapos al sol” que se viene dando entre la contralora Sandra Morelli y el fiscal, Eduardo Montealegre.

Si se le pregunta al presidente Santos, diría que no

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Por Octavio Quintero  

Ya que tanto acudimos a las encuestas, debiéramos preguntarle a la opinión pública qué opina de la sacada de “trapos al sol” que se viene dando entre la contralora Sandra Morelli y el fiscal, Eduardo Montealegre.

Si se le pregunta al presidente Santos, diría que no

le parece prudente que el país sepa la verdad en torno a la oscura actuación del fiscal en su paso como gran consultor jurídico de Saludcoop, la EPS más responsable, entre todas, del criminal robo a la salud.

La opinión del Presidente, si de una encuesta se tratara, no pasaría de ser una más entre todas… Porque si se le hiciera la misma pregunta a los colombianos de a pie, estarían muy de acuerdo en ver si es cierto o no que el señor Montealegre siguió vinculado a Saludcoop, después de haber sido elegido fiscal.

Al otro lado del debate, puede que tenga menos interés público pero también resulta conveniente ver si es cierto que la señora Morelli ha chuzado a periodistas o anda despilfarrando dineros públicos dándose la gran vida en un palacete, nueva sede de la Contraloría.

A esta altura del partido –como dicen- no resulta conveniente echarle tierra al asunto, como también se dice, cuando de taparse con la misma cobija se trata entre los pícaros.

Ya se tiene un hecho evidente: uno de los dos miente… Y no es pepa de tragar porque se atora a la salida, que se deje en el aire la impresión de que estamos en manos de un fiscal mentiroso o de una contralora mitómana.

Cuando el presidente Santos dice que… “esto le hace daño al país”, parece referirse solo al país de ellos, porque en lo que respecta al país nuestro, estos debates a la conducta ética y moral de los altos funcionarios públicos, no solo hace falta sino que es lo que más le conviene al país, caído en manos de una abismal corrupción en todos los sentidos, todas las proporciones y en todos los niveles, al punto que, por aquí en los ámbitos locales de dice –y es cierto–que ahora se serrucha “hasta una tajada de mierda”.

19 de noviembre de 2013.

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