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¿Qué hace un candidato presidencial luego de las elecciones?

El Tiempo  

Clara López Obregón, la excandidata presidencial del Polo Democrático que apoyó durante la segunda vuelta de las elecciones al candidato Juan Manuel Santos para respaldar el proceso de paz en curso, le dijo en una entrevista a El Tiempo que la presencia de militares en La Habana es un avance importantísimo para la realización de la paz, ya que ello demuestra que en la negociación se está haciendo un análisis profundo de los elementos técnicos de la dejación de armas y de una posible tregua bilateral.

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Clara López Obregón, la excandidata presidencial del Polo Democrático que apoyó durante la segunda vuelta de las elecciones al candidato Juan Manuel Santos para respaldar el proceso de paz en curso, le dijo en una entrevista a El Tiempo que la presencia de militares en La Habana es un avance importantísimo para la realización de la paz, ya que ello demuestra que en la negociación se está haciendo un análisis profundo de los elementos técnicos de la dejación de armas y de una posible tregua bilateral.

López Obregón también resaltó que la semana pasada fue de avances fundamentales en materia de reconciliación nacional tanto por el cara a cara que sostuvieron las víctimas con las Farc como por la conformación de una comisión de esclarecimiento histórico.

Así mismo, la excandidata se refirió a la posible candidatura a la alcaldía de Bogotá, aunque resaltó que es muy prematuro rechazar o confirmar este tipo de dignidad. También habló con este medio sobre la oposición que el Polo seguirá manteniendo frente a una agenda amplia de temas, las dificultades de la campaña y la importancia que tiene el estatuto de la oposición, uno de los proyectos de ley radicados por la colectividad que ella representa.

Hasta que vuelva a haber elecciones, ¿qué va a hacer?

Pues he continuado con mi trabajo como presidenta del Polo. He visitado varias regiones de Colombia, dando las gracias a quienes nos apoyaron en la primera vuelta. Y también lo hicimos para proyectar el futuro trabajo del partido de cara a las elecciones del año entrante, ya que nuestro partido debe comenzar a movilizarse en la selección de sus candidatos y en la concreción de los programas que va a llevar, así que este es un trabajo permanente.

¿Y qué ha pasado en relación con la alcaldía de Bogotá?

Mucha gente me viene planteando que yo sea candidata a la Alcaldía Mayor de Bogotá y desde luego que yo no he ni confirmado ni rechazado las circunstancias, porque todavía es demasiado prematuro rechazar o confirmar este tipo de candidatura. Pero me llena de satisfacción y también de compromiso el hecho de que sectores sociales, políticos y académicos me estén llamando a pedirme que me postule a este cargo. Eso es algo que uno desde luego toma con absoluta seriedad y compromiso.

¿Qué opina frente a los últimos avances que se han presentado en la mesa de negociación de La Habana?

Primero que todo, estoy de acuerdo con que hayan ido militares a La Habana. Este me parece un avance importantísimo. La semana pasada hubo tres avances fundamentales en el proceso de paz.

El primero de ellos fue la reunión de las víctimas. Las víctimas le han dado al país un mensaje de unidad en función de sacar adelante la solución política negociada y estos diálogos de La Habana deben ser escuchados. Ellas han encontrado la unidad en un sitio por cierto paradójico. Es la unidad en el dolor que comparten todos los sectores de la sociedad colombiana tan golpeados por sus distintos victimarios.

El segundo gran avance es el de la Comisión de Esclarecimiento Histórico. Esta es una conformación de personas que van a poder entregarle al país un relato pluralista de todas las facetas, de todas las causas, de todas las incidencias y eso ayuda mucho porque historias unilaterales no le ayudan ni a la verdad, ni al consenso, ni al encuentro.

Y el gran avance es que una comisión de militares de alto rendimiento ya está analizando a un nivel más concreto los elementos técnicos de la dejación de armas, de la posible tregua bilateral que tiene que llegar al final de las conversaciones. La semana pasada fue una semana de unos avances que tienen que repercutir. Estos son avances verdaderamente importantes que me gustaría resaltar.

¿Seguirá la oposición?

Por supuesto. La oposición en función del planteamiento de control político es fundamental y es algo en lo que el Polo se ha destacado siempre. Y en la parte propositiva porque, nosotros en la campaña avanzamos muchísimo en plantear la necesidad de un viraje de modelo económico. Un modelo económico que está echando agua aquí y en todas partes. No es solamente en Colombia: en Europa y en Estados Unidos donde se trajo sin beneficios de inventarios la receta del Consenso de Washington no está dando resultados. Así que desde luego que vamos a continuar con la crítica, así como vamos a seguir insistiendo en la necesidad de renegociar los tratados de libre comercio.

Adicionalmente, el que ganó fue su programa y no el nuestro. En ese orden de ideas cuando el proyecto que uno tiene pierde, hay que seguir insistiendo en los aspectos fundamentales que son de beneficio general en el proceso de la deliberación de la política pública para que sean tenidos en cuenta.

Frente al tema de la paz, ¿qué hizo que su apoyo fuera tan decidido?

En materia de paz, ni hablar. Cuando se supo que había habido un acuerdo sobre el tercer punto de La Habana (relativo al fin del conflicto y que contempla, entre otras cosas, el cese del fuego y la dejación de las armas), celebré que se hubiera dado un avance tan importante, a sabiendas de que eso nos dejaba en desigualdad de condiciones con el Presidente en cuanto a su aspiración presidencial. Pero en ocasiones uno tiene que poner la posición política que uno defiende por encima de consideraciones coyunturales de interés electoral.

Entonces, ¿usted sí cree que este sea, como lo dijo el presidente Santos, el Congreso de la paz, cuando al menos en el Senado hay una fuerza opositora férrea del mismo proceso?

El problema no es de las discusiones o de los enfrentamientos que se den entre las bancadas dentro del Congreso. La prueba de fuego va a estar en la legislación que surja de ese Congreso. Los debates políticos se tienen que dar y en ese proceso de discusión se tienen que ir generando las condiciones para aprobar todo lo relativo a la justicia transicional, a la reforma política, y a lo que nosotros hemos planteado: la necesidad de que este país cuente con un estatuto de oposición que de verdad sirva para garantizar igualdad de condiciones en el debate y la deliberación pública.

Esa decisión que usted tomó de apoyar la candidatura de Santos generó división dentro de su partido. ¿Usted cree que ahora parte de su responsabilidad como jefa del partido es reunificar las fuerzas en el Polo?

Esa es una pregunta que yo siempre me he hecho. El Polo Democrático Alternativo, en su comité ejecutivo nacional, votó por unanimidad después de cuatro horas de discusión una resolución que autorizaba a todos los miembros del partido a votar en conciencia. Esto se hizo precisamente porque era claro que había dos posiciones de principios y que ambas eran válidas. El pluralismo interno tenía que cobijar la decisión de cada sector del partido; entonces, yo no entiendo, no he entendido, la crítica tan ácida que se me ha hecho por haber liderado un sector importante de la colectividad que representó el voto por la paz. Y este voto me parece que era un imperativo moral y no solamente un tema de apoyo político.

Entonces, cuando todos están amparados bajo una misma autorización, lo que está a la orden del día es el respeto mutuo de las posiciones y yo, desde luego, he respetado a quienes votaron en blanco y pienso que no merecen ninguna estigmatización, así yo no coincida con esa posición.

Ya con relación al día de las elecciones, ¿qué hizo en ese momento, cuando el 95 por ciento de los votos ya estaban escrutados y el resultado ya era definitivo?

Con Aída, con quien hicimos fórmula en la alianza Polo Democrático-Unión Patriótica, estuvimos juntas en las dos oportunidades cuando escuchamos el escrutinio de la primera vuelta, así como de la segunda. Y nos aprestamos a hacer una declaración. Estábamos reunidos con muchos militantes y dirigentes que nos habían acompañado en la sede nacional y salimos a dar nuestro informe reconociendo, desde luego, la victoria en la primera vuelta del doctor Zuluaga y en la segunda, del presidente Juan Manuel Santos.

¿Le alegró el resultado electoral que obtuvo? ¿Era una cifra que esperaba?

Frente a los dos millones de votos yo tengo que decir que ese fue un logro muy importante porque veníamos de enfrentar unas dificultades muy grandes en el Polo Democrático. Yo diría que las únicas que esperábamos sacar más votos de los que todos esperaban fuimos Aída, yo y nuestros equipos de trabajo. A nosotras no nos sorprendió el resultado. Fue muy favorable y más aún si tenemos en cuenta el contexto electoral.

¿A qué se refiere con contexto?

Nuestros dos partidos habían sido vilipendiados y estigmatizados: el Polo, desde luego, por el escándalo de la contratación de Bogotá y desde antes de eso siempre estuvo señalado y conectado con el tema de la lucha armada de una manera injusta en señalamiento. Y lo mismo le pasó a la Unión Patriótica, que había sido aniquilada a sangre y fuego y que había recuperado su personería jurídica a título de reparación por parte del Consejo de Estado. Entonces, si te fijas, la nuestra no parecía una alianza que fuera a tener un éxito tan importante. Ni siquiera miembros de nuestros propios partidos creían en su éxito. Por eso, mi primera reacción fue decir: el Polo vive, la lucha sigue.

¿Fue una campaña muy dura?

Lo fue. Fue muy exigente, además de que las condiciones electorales eran muy adversas. Nosotros teníamos muchos menos recursos financieros que los otros candidatos y nos financiamos básicamente con el anticipo. Tampoco tuvimos igualdad de acceso a los medios de comunicación así que, como te dije previamente, a pesar de las condiciones de desigualdad, hicimos una campaña fresca, amplia, generosa y de mucho trabajo.

¿Pensó en ese momento en hacer alguna declaración sobre el futuro del partido?

Esperamos a oír los resultados (que fueron muy rápidamente entregados en la segunda vuelta) e inmediatamente dictamos una resolución que después firmamos de manera conjunta con Aída. En ella expresamos cuál iba a ser el futuro de nuestra conducta en materia de continuar en la oposición; de continuar respaldando de una manera irrestricta el proceso de paz, que fue lo que nos llevó a apoyar a Santos, y de apoyar su política de relaciones exteriores y de buena vecindad con los países limítrofes. Entonces, frente a estos tópicos, llamamos a todos los sectores de la izquierda a un entendimiento sobre estos temas. Yo pienso que nuestro voto fue histórico y que fue de una coherencia política profunda.

El Tiempo, Bogotá.

 

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