¿Qué hay detrás de la campaña desestabilizadora contra el gobierno de Dilma Rousseff en Brasil?

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Una acusación por irregularidad fiscal contra la presidenta Dilma Rousseff conjuga desde el Parlamento un golpe suave que busca poner fin al actual gobierno del  Partido de los Trabajadores (PT) que desde el mandato de Lula en 2003 ha sacado de la pobreza a más de 50 millones de brasileños. 

El presidente de la Cámara de Diputados de Brasil, Eduardo Cunha, cuestionado por corrupción, autorizó este miércoles 2 de diciembre abrir un juicio político con fines de destitución a la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, tras considerar procedente una acusación contra la mandataria por supuestas irregularidades fiscales ocurridas en 2015. 

¿Qué está detrás del pedido de destitución de la presidenta Rousseff?

Entre los objetivos primordiales de la oposición está erosionar al Gobierno nacional, detener la democratización mediática, criminalizar al Partido de los Trabajadores y atacar la popularidad del expresidente Luiz Inácio Lula Da Silva. 

Diversos analistas, entre ellos Beto Almeida, coinciden en lo siguiente:

– Detener la democratización mediática

–  Involucrar en diferentes crímenes al Partido de los Trabajadores (PT)

– Desacreditar a Lula da Silva para contrarrestar su popularidad, y así frenar su posible candidatura a las presidenciales de 2018 

– En sus objetivos a largo plazo está el retornar a las políticas neoliberales de los Gobiernos de derecha y privatizar las empresas estatales como Petrobras.

– Retirar a Brasil de la Unasur y la Celac para socavar la integración latinoamericana

Recientemente, el senador José Serra del partido opositor Social Democracia Brasileña (PSDB) consideró que se deberían dividir el conglomerado de Petrobras en diferentes empresas y luego vender una parte de ellas. Desde que salió a la luz pública el caso de corrupción en Petrobras, la oposición brasileña pretende vincular a la presidenta Dilma Rousseff y a los miembros de su fuerza política el PT en este caso para solicitar su destitución.

Esta misma táctica fue utilizada en las elecciones presidenciales de 2014 por el principal bastión de la oposición el PSDB, liderado por Aécio Neves, quien era el contrincante de Rousseff y, a pesar de ello, la actual mandataria triunfó para iniciar su segundo período como sucesora de Lula da Silva, ratificando su compromiso con la educación y la alfabetización.

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