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Senador Alberto Castilla celebra reconocimiento de los derechos del campesinado por parte de Naciones Unidas

Sobre el avance logrado por el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) al haber presentado durante su 30 periodo de sesiones un proyecto de declaración reconociendo los derechos fundamentales de los campesinos y otras personas que laboran en las zonas rurales en el mundo, el congresista del Polo Democrático Alternativo, Alberto Castilla dejó la siguiente constancia en la plenaria del Senado de la República:

La semana pasada se celebró el 30º período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, en Ginebra (Suiza).

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Sobre el avance logrado por el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) al haber presentado durante su 30 periodo de sesiones un proyecto de declaración reconociendo los derechos fundamentales de los campesinos y otras personas que laboran en las zonas rurales en el mundo, el congresista del Polo Democrático Alternativo, Alberto Castilla dejó la siguiente constancia en la plenaria del Senado de la República:

La semana pasada se celebró el 30º período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, en Ginebra (Suiza).

Este Consejo, que tiene la misión de promover los derechos humanos alrededor del mundo, discutió el progreso hecho por el Grupo de trabajo intergubernamental de composición abierta encargado de negociar, finalizar y presentar al Consejo de Derechos Humanos un proyecto de declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los campesinos y otras personas que trabajan en zonas rurales. Este grupo ha venido trabajando en una Declaración de derechos para el campesinado que reconozca las especificidades de este grupo social y que reconozca, asimismo, nuevos derechos como la tierra, el territorio y las semillas.

En suma, se trata de un instrumento internacional que reconozca al campesino y a la campesina como sujeto específico, y que a la vez adapte los derechos ya reconocidos universalmente a las necesidades del campesinado, particularmente derivadas de su situación de exclusión y discriminación y a la imposición de un modelo agroindustrial que atenta contra la economía y la cultura campesina. Asimismo que reconozca derechos que ya son ejercidos por el campesinado pero que infortunadamente no tienen un reconocimiento legal expreso.

El movimiento internacional Vía Campesina, que agrupa a cerca de 164 organizaciones campesinas alrededor del mundo, junto con organizaciones de derechos humanos como FIAN Internacional, se hicieron presentes en este período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas. Tales organizaciones  respaldaron los avances de la Declaración, expresaron su postura sobre la dirección que debe tomar este instrumento y solicitaron la extensión del mandato del Grupo de Trabajo para facilitar la continuidad del proceso de adopción de la Declaración, solicitud que fue aprobada en el seno del Consejo de Derechos Humanos.    

Las comunidades campesinas colombianas, que se hicieron presentes en calles y campos en las movilizaciones de 2013 y 2014, están exigiendo su reconocimiento como sujeto específico de derechos y cambios en un modelo para el campo que los agobia. Aún siguen vigentes las demandas contra el acaparamiento de tierras, los impactos en el derecho a la alimentación debido a los tratados de libre comercio, la privatización de semillas y la elevada concentración de la tierra que impide el desarrollo de propuestas alternativas que garanticen la soberanía alimentaria de los pueblos.

Siguen asimismo vigentes las exigencias de respeto hacia el movimiento campesino y sus líderes. El pasado 23 de septiembre fue agredido en el aeropuerto de Fortaleza el reconocido líder del Movimiento Sin Tierra de Brasil, João Pedro Stedile, con consignas violentas en su contra que ejemplifican el desprecio que las sociedades aún manifiestan contra los luchadores sociales, especialmente si estos luchan por el derecho a la tierra y por condiciones de vida digna para los pueblos. La semana pasada, diversas organizaciones del movimiento ambiental del Tolima recibieron amenazas firmadas por el grupo paramilitar Águilas Negras, las cuales tienen como fin amedrentar a las organizaciones que en ese departamento defienden la vida, el territorio y la cultura campesina de proyectos extractivistas como el de La Colosa, de propiedad de la Anglo Gold Ashanti. Nuestra solidaridad está con estos dirigentes sociales y con todos los campesinos y campesinas que día a día se movilizan por sus derechos y luchan por transformaciones sociales.

Es por ello que lograr que Naciones Unidas adopte una Declaración de derechos propia para el campesinado es uno de los pasos hacia el reconocimiento de la valía que tenemos los campesinos y campesinas en el mundo, del importante lugar que ocupamos en nuestras sociedades y del derecho que tenemos a defender nuestros territorios. En esa misma dirección también trabajamos con el movimiento campesino colombiano, construyendo reformas constitucionales que nos pongan en sintonía con los avances del derecho internacional, y sobre todo con las luchas campesinas de hoy día.

Celebro las recientes decisiones del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, ellas nos permiten insistir en la importancia  del reconocimiento de los derechos de las personas que alimentan  a la nación, que protegen el ambiente y recrean la cultura colombiana. Celebro este paso dado hacia el reconocimiento de los derechos del campesinado, y seguiré trabajando para que en Colombia lo alcancemos plenamente. 


ALBERTO CASTILLA

Senador de la República

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