¿Sigue el transnegociado?

Por José Arlex Arias Arias  

Transcaribe deja al desnudo la incapacidad y falta de transparencia de muchos dirigentes de Cartagena, caracterizados por secuestrar el presupuesto y erario ante la mirada impávida de la sociedad civil. La paciencia de los cartageneros no tiene límites: aquí se han denunciado los más grandes exabruptos y actos de corrupción sin que exista una reacción unificada de la población. Pero lo cierto es que el cultivo social cada día se hunde más en la miseria, pobreza y violencia, mientras algunos dirigentes utilizan los cargos públicos para enriquecerse.

Transcaribe se decidió en un paquete de obras con Bucaramanga, Pereira, Barranquilla y Soacha, los cuales llevan años funcionando, mientras que los cartageneros tenemos diez años esperando este engendro. Fue presupuestado en cerca de $270 mil millones y se va a acercar a $800 mil millones, sin contar contingencias por demandas. Es otro esperpento del Banco Mundial, impuesto por el gobierno Uribe, cuando lo que necesitaba la ciudad eran vías de descongestión.

En abril de 2012, el concejal David Múnera, del Polo Democrático, exigió que “el gerente de Transcaribe sea designado por méritos, capacidad, idoneidad y transparencia y no por presiones de las casas políticas”. Entonces, lasillavacia.com informó que “la participación de la senadora Piedad Zuccardi y su esposo, el exsenador Juan José García, en el gobierno de Cartagena sigue aumentando. El Alcalde Campo Elías Terán le dijo a sus más cercanos que no aguantaba la presión por la Gerencia de Transcaribe. Indicó que le pidió la renuncia a Enrique Chartuni, quien tenía todo el conocimiento para terminar el proyecto, y designó a José López Amaris, hijo del excongresista Alfonso López Cossio… el nuevo Gerente tiene la licitación más importante del sistema, la de la operación”. El mismo concejal Múnera denunció en estos tres años desaciertos, irregularidades en las concesiones, la exclusión de los transportadores nativos y la apropiación de vigencias futuras, lo que ha dejado a la ciudad sin recursos para la malla vial. Por cierto, el vicepresidente Germán Vargas Lleras presionó, mediante declaraciones, al Concejo de Cartagena para aprobar vigencias futuras por $125 mil millones, con un trámite inconstitucional.

A finales de junio pasado fue removido López, ad portas de otro negocio. Suenan para reemplazarlo Carlos Granadillo, secretario de Hacienda, Marcela Ariza, secretaria de alcaldía, y Enrique González, director de Tránsito. Por eso, el doctor Múnera le pide al alcalde Vélez que aclare el fondo del despido: “¿Se trata de una pelea entre las Casas “García” y “Char” por el negocio de compra de buses y chatarrización –estimado en  $300 mil millones– y la campaña electoral? ¿Qué ha pasado con la prima de éxito de los $125 mil millones de vigencias futuras, de cuyo crédito se entregarían cerca de $1.250 millones a la empresa barranquillera SPS ASOCIADOS? ¿Para eso quiere montar otro de los alfiles –cercano a la Casa Char– de su desgastada y pésima administración? Si los Char son el respaldo de Vargas Lleras para su candidatura presidencial, ¿será por eso que el vicepresidente presionó las vigencias futuras?

Cartagena de Indias.