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Con inauguración de sede de Unasur en Quito se relanza proceso de integración regional

Telesur / El Telégrafo  

Durante tres días, a partir de este miércoles 3 de diciembre, Ecuador recibe a los jefes de Estado y delegados que asistirán a la inauguración del nuevo edificio de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), que se realizará este viernes en la Mitad del Mundo (noroccidente de Quito).

En paralelo, este miércoles y jueves se desarrollará en Guayaquil el seminario internacional Integración y Convergencia en América del Sur, en el que se entregará la presidencia pro témpore del organismo regional a Uruguay por parte de Surinam.

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Telesur / El Telégrafo  

Durante tres días, a partir de este miércoles 3 de diciembre, Ecuador recibe a los jefes de Estado y delegados que asistirán a la inauguración del nuevo edificio de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), que se realizará este viernes en la Mitad del Mundo (noroccidente de Quito).

En paralelo, este miércoles y jueves se desarrollará en Guayaquil el seminario internacional Integración y Convergencia en América del Sur, en el que se entregará la presidencia pro témpore del organismo regional a Uruguay por parte de Surinam.

La Torre

La construcción fue diseñada por el arquitecto Diego Guayasamín. Tiene 20 mil metros de construcción y 17 mil de exteriores.

El gobierno ecuatoriano asumió los $ 43 millones, que implicó la construcción de la obra (39 millones de dólares para los interiores y cuatro millones para los exteriores), a cambio de contar con la sede de la organización en su país. Sin embargo, los costos de financiamiento interno correrán por cuenta de la Unasur.

La edificación tiene 5 pisos distribuidos en forma escalonada. La construcción arrancó el 5 de diciembre de 2012.

Consolidación institucional del bloque

El bloque regional ha avanzado en mecanismos de coordinación política para prevenir golpes de Estado. El tratado constitutivo del Banco del Sur ya fue ratificado, pero la entidad financiera aún no opera. Las conversaciones para un centro de arbitraje propio están adelantadas, aunque falta el acuerdo final. Hay un plan para construir obras de infraestructura en todo el subcontinente hasta 2022.

La defensa de la democracia, la búsqueda de políticas y mecanismos de seguridad regional y el establecimiento de una agenda social han sido los pasos tangibles de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), pero aún están pendientes los temas de vialidad y energéticos, entre otros aspectos clave de la integración.

El bloque, talvez el más consolidado de América Latina, tiene su origen en 2004, cuando en Cuzco (Perú) se concretó la primera cumbre de mandatarios sudamericanos. En ese entonces  se creó la Comunidad de Naciones Sudamericanas. Hasta ese momento solo se producían reuniones bilaterales o de bloques económicos, como el Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) o la Comunidad Andina (formado en esa época por Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia).

Tuvieron que pasar 4 años más para el establecimiento oficial de la Unasur, mediante un tratado constitutivo ratificado por los mandatarios en 2011. Ese mismo año el organismo logró el estatus de observador en la Asamblea General de las Naciones Unidas. (ONU). 

En aquel momento la región ya vivía el auge de los gobiernos progresistas que tienen a la integración regional como un eje de sus planes. Eso permitió superar la concepción exclusivamente económica de los bloques. Está conformado por los 12 países sudamericanos: Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay, Venezuela y Ecuador.

El objetivo de la Unasur es construir una ciudadanía e identidad suramericana y desarrollar un espacio regional integrado y de unión en lo cultural, social, económico y político entre los pueblos, de manera participativa y consensuada, dando énfasis al diálogo político, las políticas sociales, la educación, la energía, la infraestructura, el financiamiento y el medio ambiente.

No ha sido fácil el camino, pues durante ese tiempo, las cumbres de Jefes de Estado se han enfocado, en gran parte, a analizar y emitir resoluciones de respaldo a países miembros que han sufrido tensiones internas y riesgos de desestabilización. Por ejemplo la cumbre de solidaridad con el gobierno de Evo Morales (Bolivia), cuando el país estaba al borde de la ruptura debido a las pretensiones de autonomía de algunas regiones.

Otra resolución se tomó en defensa de la democracia en Ecuador, en 2010, tras los hechos ocurridos el 30 de septiembre de ese año. En forma unánime, la Unasur resolvió respaldar al gobierno de Rafael Correa y advirtió con sanciones si se instauraba un régimen de facto.

Paralelamente la estructura de la Unasur se ha consolidado con la creación de  organismos coordinadores para impulsar y ejecutar los proyectos de integración.

Estructura del organismo

La Unasur está presidida por el  Consejo de Jefes de Estado y de Gobierno. Es el órgano máximo encargado de establecer los lineamientos políticos, planes de acción, programas y proyectos del proceso de integración suramericana. En este espacio se toman decisiones frente a las propuestas presentadas por el Consejo de Ministros de Relaciones Exteriores.

La Presidencia pro témpore es ejercida sucesivamente por cada uno de los Estados miembros, por un período de un año. El primer país en asumir esa función fue Chile, luego lo hicieron Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam y, desde mañana, lo hará Uruguay. 

El Consejo de Ministros de Relaciones Exteriores adopta resoluciones para implementar las decisiones de los jefes de Estado, además desarrolla y promueve el diálogo político y la concertación sobre temas de interés regional e internacional.    

El tercer órgano jerárquico es el Consejo de Delegados que elabora proyectos de decisiones, resoluciones y reglamentos para ponerlos en consideración de los ministros de Relaciones Exteriores. 

Paralelamente funciona la Secretaría General, órgano ejecutor de los mandatos propuestos por los cancilleres. Este funcionario es designado por los jefes de Estado previa propuesta  de los ministros de Relaciones Exteriores. El tiempo de duración es de 2 años, renovable por una sola vez.

También cuenta con comisiones intergubernamentales, que son los consejos  suramericanos. Hay energético, de Defensa, de Salud, de Desarrollo Social, de Infraestructura y Planeamiento, de Educación, Cultura, Ciencia, Tecnología e Innovación, sobre el Problema Mundial de las Drogas, Electoral y de Economía y Finanzas.  

Avances y temas pendientes

Son estas comisiones las que han permitido concretar varias acciones, entre ellas la creación de una Escuela Suramericana de Defensa para la capacitación de personal civil y militar de los países miembros. En agosto pasado se oficializó a Ecuador como sede.

En otro ámbito se labora en un Plan Estratégico Quinquenal para mejorar la salud de la población y garantizar el acceso a medicamentos. Además se trabaja en la creación del Instituto Suramericano de Gobierno en Salud y del Programa de becas Unasur-Salud.

Los países ya cuentan con una agenda de proyectos de integración y un Plan de Acción Estratégica (PAE) 2012-2022, con 31 proyectos prioritarios representando 88 obras por un valor de $ 13.700 millones. Todo esto debería ser construido en el próximo decenio.

Para superar la brecha digital de la región hay un programa de conectividad entre los países con la creación de un anillo de fibras ópticas regionales y la promoción de la banda ancha móvil.

En materia económica, aún no se concreta el Banco del Sur, cuyo tratado constitutivo fue ratificado y servirá para financiar el desarrollo económico, social y ambiental de los países miembros, fortalecer la integración y reducir las asimetrías y promover la distribución equitativa de inversiones entre los países miembros. Los países miembros están haciendo los desembolsos para capitalizar a la entidad financiera internacional.

En materia energética, Ecuador ha puesto énfasis en la construcción de centrales hidroeléctricas, que servirán no solo para abastecer de energía amigable al medio ambiente, sino también exportar a otros países, mediante la interconexión, concretamente a Perú y Colombia. Bolivia quiere alimentar con su gas al Cono Sur, en referencia a Argentina y Uruguay. En cambio el petróleo venezolano satisface las demandas de la gran industria brasileña.    

Otro proyecto avanzado, pero que aún no se concreta es un acuerdo para constituir un Centro de Solución de Controversias en Materia de Inversiones de Unasur, que sustituya al Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi), el cual Ecuador ha denunciado, junto a otros países de la región por sus fallos a favor de transnacionales.

En la cita de jefes de Estado, planteada para este jueves 4 de diciembre, se prevé debatir la creación del llamado pasaporte sudamericano, que permitirá en un futuro la libre circulación de personas por toda la región. Ese es un plan que lanzó la semana pasada el actual secretario general, Ernesto Samper. 

La agenda de la Unasur inicia formalmente este miércoles 3 de diciembre con conferencias magistrales de invitados especiales en Guayaquil. El jueves 4 será la ceremonia de traspaso de la presidencia pro témpore y el viernes la inauguración de la sede de Unasur.

Telesur / El Telégrafo.

 

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