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Nacional

Elecciones territoriales con los mismos vicios

Por José Arlex Arias Arias  

Antes de hacer el ejercicio que pretende escribir este artículo dudé mucho en sí valía la pena insistir en el tema o si sólo bastaba enviar a los editores uno similar que me publicaron en este mismo espacio el ocho de noviembre de 2011 titulado: “La corrupción incendió el proceso electoral”, referido precisamente a los caóticos hechos vividos después de las pasadas elecciones territoriales en Colombia. Las similitudes son tantas que caigo en el riesgo de ser reiterativo, pero sólo de esta manera podremos tratar de formar opinión pública.

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Por José Arlex Arias Arias  

Antes de hacer el ejercicio que pretende escribir este artículo dudé mucho en sí valía la pena insistir en el tema o si sólo bastaba enviar a los editores uno similar que me publicaron en este mismo espacio el ocho de noviembre de 2011 titulado: “La corrupción incendió el proceso electoral”, referido precisamente a los caóticos hechos vividos después de las pasadas elecciones territoriales en Colombia. Las similitudes son tantas que caigo en el riesgo de ser reiterativo, pero sólo de esta manera podremos tratar de formar opinión pública.

El pasado 25 de este mes finalizó el proceso de inscripción de los candidatos para las elecciones territoriales del próximo 25 de octubre, en las cuales los ciudadanos designaran gobernadores, alcaldes, diputados, concejales y ediles. La lucha por estos poderes locales no ha tenido tregua, puesto que el gran premio es apoderarse de los presupuestos y el manejo burocrático de la nómina. Con contadas excepciones, solo están pensando es en cómo secuestrar dicho presupuesto, que en un verdadero desarrollo de tales entes. Por eso, no es extraño que la campaña electoral de estos sujetos, se iniciara con un año de anticipación, con todo tipo de propaganda extemporánea y el derroche de ríos de dinero, que solo podrá ser recuperado raptando el mencionado presupuesto. Son verdaderas micro y fami-empresas, muchas de ellas convertidas en bandas criminales. Para tener la dimensión del negocio, el presupuesto de Cartagena es de $1.2 billones anuales, en cuatro años son $4.8 billones y si se “tumban” solo el 10%, llegarían a la astronómica cifra de $480 mil millones.

De este corolario se derivan todos los vicios electorales como son: la “politiquería, el clientelismo y el caciquismo, cuyo principal objetivo es ganar las elecciones, al costo que sea. Y ese como sea lleva a aplicar “todas las formas de lucha” como son: la manipulación de las inscripciones con una trashumancia que ha sido denunciada, pero dependiendo de a quien perjudique; la compra del voto: que se hace por cuotas controladas desde la inscripción, la llegada al puesto de votación, la entrega del certificado y luego el resultado final; la disputa por el aval de los partidos, muchos de los cuales lo han convertido en un negocio, entregando el visto bueno a personas sub judice algunas, otras con lazos familiares, de negocios o amistad con quienes han sido señalados y condenados como criminales; finalmente, si con lo anterior no aseguran el poder, la puntada final se da con un sistema electoral manipulable, en el cual todavía es vigente la famosa expresión de que “quien escruta elige”, ahí exactamente se tuerce, con toda frecuencia, la voluntad del elector primario.

Ante las evidencias de las múltiples denuncias de organizaciones no gubernamentales, medios de comunicaciones e incluso autoridades, se espera que estos mismos vicios de la política seguirán permeando el proceso electoral, que inicia los tres meses frenéticos en los cuales el dinero se impondrá sobre las ideas, la capacidad y la transparencia de quienes luchan por darle una nueva orientación al manejo de lo público. ¡Los corruptos no van a cambiar, porque a ellos les va muy bien!

arlexariasarias@hotmail.com

Cartagena de Indias.

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