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Francisco: ¿el gran aliado?

Por José Arlex Arias Arias  
 
Entre el cinco y doce de este mes, el jefe de la Iglesia Católica, el papa Francisco, realizó un periplo por Ecuador, Bolivia y Paraguay. Según el Anuario Pontificio de 2015 del Vaticano, que relaciona las estadísticas de esta Iglesia, hay 1.254 millones de católicos en todo el mundo –12% más que en 2005–, que representan el 17,7% de la población global. Por continentes, América suma 600 millones de bautizados (49% del total de católicos), Europa: 287 millones (22,9%), África: 206 millones (16,4%), Asia: 180 millones (10,9%) y Oceanía: 10 millones (0,8%). Estos datos permiten colocar en contexto las palabras expresadas por el jerarca en América, independientemente del respeto que se tiene por los dogmas de fe que profesen las personas.

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Por José Arlex Arias Arias  
 
Entre el cinco y doce de este mes, el jefe de la Iglesia Católica, el papa Francisco, realizó un periplo por Ecuador, Bolivia y Paraguay. Según el Anuario Pontificio de 2015 del Vaticano, que relaciona las estadísticas de esta Iglesia, hay 1.254 millones de católicos en todo el mundo –12% más que en 2005–, que representan el 17,7% de la población global. Por continentes, América suma 600 millones de bautizados (49% del total de católicos), Europa: 287 millones (22,9%), África: 206 millones (16,4%), Asia: 180 millones (10,9%) y Oceanía: 10 millones (0,8%). Estos datos permiten colocar en contexto las palabras expresadas por el jerarca en América, independientemente del respeto que se tiene por los dogmas de fe que profesen las personas.

En este espacio he sostenido que el modelo económico neoliberal deja en América ejércitos de indigentes, pobres y desempleados, en una vorágine con efectos como la mano de obra barata, la venta de materias primas y recursos naturales a precios de realización y la ruina de la industria y el sector agropecuario. Todo ello con el objetivo de concentrar la riqueza en manos de multinacionales, potentados y países colonialistas, que imponen condiciones leoninas a los Estados subdesarrollados como Colombia. Las consecuencias se viven en carne propia por quienes deambulan a pie.
 
El papa Francisco expresó sus fuertes críticas al modelo neoliberal el pasado 10 de julio, en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia: “Necesitamos un cambio. Queremos un cambio real, un cambio de estructuras. Este sistema ya no se aguanta: no lo aguantan  campesinos, no lo aguantan los trabajadores, no lo aguantan las comunidades, no lo aguantan los Pueblos… Y tampoco lo aguanta la hermana Madre Tierra”. Fue el inicio del ataque, que prosiguió: “Transformar una lógica del descarte, una lógica que busca transformar todo en objeto de cambio, en objeto de consumo, todo negociable… Si la política se deja dominar por la especulación financiera o la economía se rige únicamente por el paradigma tecnocrático utilitarista de la máxima producción, no podrán resolver los grandes problemas que afectan a la humanidad”.
 
El jefe del catolicismo profundizó: “No se puede permitir que ciertos intereses –que son globales pero no universales– se impongan, se sometan a los Estados y organismos internacionales y continúen destruyendo la Creación… El futuro de la humanidad no está únicamente en manos de los grandes dirigentes, las grandes potencias, las élites. Está en manos de los Pueblos”, y colocó tareas a sus correligionarios: “poner la economía al servicio de los Pueblos, unir a los pueblos en el camino de la paz y la justicia, y defender la Madre Tierra”; finalmente, le dijo a los colombianos: “A mí me preocupa en este momento que se pare el proceso de paz en Colombia. Debo decirlo: espero que vaya adelante. Estamos siempre dispuestos a ayudar. En tantos modos. Sería una cosa fea que no puedan seguir adelante.”
 
Se puede tener muchas reservas por el pasado de gran parte de la jerarquía católica, pero ¡Francisco podría ser un aliado para un cambio social contra la globalización!
 
arlexariasarias@hotmail.com
 
Cartagena de Indias.

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