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España sigue sin Gobierno, ¿y ahora qué?

Con información de Diario.es  

El fracaso de la investidura del líder del mal llamado Partido “Socialista Obrero” Español (PSOE), (que nada tiene ni de socialista ni de obrero), Pedro Sánchez, abre un proceso inédito en la democracia del país ibérico. Los partidos tienen hasta finales de abril para alcanzar un acuerdo que permita formar Gobierno y, en caso de que no lo consigan, las elecciones se repetirán el 26 de junio.

El presidente en funciones, Mariano Rajoy líder del neofranquista Partido Popular, no descarta intentar él formar gobierno con el apoyo del PSOE, aunque la dirigencia de este partido ha descartado de plano entrar en negociaciones con esta colectividad fascista convertida ahora en una asociación para delinquir, habida cuenta su responsabilidad directa en los graves escándalos de corrupción que corroe amplios sectores de la institucionalidad española.

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Con información de Diario.es  

El fracaso de la investidura del líder del mal llamado Partido “Socialista Obrero” Español (PSOE), (que nada tiene ni de socialista ni de obrero), Pedro Sánchez, abre un proceso inédito en la democracia del país ibérico. Los partidos tienen hasta finales de abril para alcanzar un acuerdo que permita formar Gobierno y, en caso de que no lo consigan, las elecciones se repetirán el 26 de junio.

El presidente en funciones, Mariano Rajoy líder del neofranquista Partido Popular, no descarta intentar él formar gobierno con el apoyo del PSOE, aunque la dirigencia de este partido ha descartado de plano entrar en negociaciones con esta colectividad fascista convertida ahora en una asociación para delinquir, habida cuenta su responsabilidad directa en los graves escándalos de corrupción que corroe amplios sectores de la institucionalidad española.

El fracaso de Pedro Sánchez en su investidura abre un periodo inédito en la democracia española: nunca antes un candidato propuesto por el rey había perdido en la segunda votación. Ahora comienza un proceso que puede prolongarse hasta el 26 de junio -fecha en la que se repetirían las elecciones- si antes del dos de mayo ningún aspirante ha conseguido los apoyos necesarios para ser investido.

Sánchez solo consiguió lograr un acuerdo político con la formación de ultraderecha Ciudadanos, liderada por Albert Rivera, que se presenta como un partido conservador “moderno” que no carga con el lastre del franquista Partido Popular (PP) de los impresentables Mariano Rajoy y José María Aznar. Pero la sumatoria de los dos partidos en el Congreso de los Diputados no fue suficiente para lograr la investidura de Sánchez como presidente del gobierno español.

El líder del PSOE desechó toda posibilidad de acuerdo con Podemos de Pablo Iglesias, pues prefirió pactar con la nueva derecha española representada en Ciudadanos.

El tiempo comenzó a correr el pasado miércoles 2 de marzo a las 19:45 horas. Fue en ese momento en el que terminó la primera votación de investidura en la que Sánchez no logró la mayoría absoluta necesaria para llegar a Moncloa ese día. 48 horas después los 350 diputados han vuelto a votar y el candidato del PSOE no ha conseguido la mayoría simple para ser presidente.

En este escenario, los partidos tienen dos meses para negociar los apoyos necesarios para que algún candidato consiga ser investido como muy tarde el 3 de mayo. El rey Felipe VI, en calidad de jefe de Estado, tendría que llamar a consultas a los representantes de los grupos del Congreso, como hizo para nombrar al primer candidato, y podría proponer a cualquiera sin límite de intentos. No obstante, el monarca no lo hará hasta que el presidente del Congreso le notifique que alguno de los candidatos tiene la seguridad de sacar adelante la investidura.

Más allá de los movimientos de los partidos y de los posibles candidatos, hay dos posibilidades:

Que algún candidato recabe los apoyos necesarios para ser investido. En ese caso, el presidente del Congreso se lo comunicará al rey, que lo propondrá. Se convocará el pleno de la investidura con el mismo orden que el de esta semana. Ese candidato podría ser elegido por mayoría absoluta en una primera votación o por mayoría simple en la segunda. El presidente del Congreso se lo notificaría al rey y se promulgaría el decreto con el nombramiento. Luego el presidente propondría los nombres para su Gobierno, que serían nombrados oficialmente por el rey.

Que ningún candidato consiga el respaldo de la Cámara en el plazo de dos meses que arrancó el miércoles. Si el día 3 de mayo nadie ha conseguido sacar adelante la investidura, el rey disolvería las Cámaras y convocaría nuevas elecciones. Entre la disolución de las Cortes y los nuevos comicios tendrían que pasar 54 días: los españoles volverían a votar el 26 de junio. 

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