La OMC se hunde en crisis

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India y un pequeño grupo de países -entre ellos Cuba y Venezuela- hundieron recientemente en Ginebra lo que iba a ser el primer gran acuerdo comercial de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en 20 años de historia sobre facilitación del comercio internacional.

El proceso que solo es posible mediante la aprobación unánime de todos los 160 miembros de la organización fue frustrado principalmente por la posición de India que buscaba una excepción indefinida a la subvención de alimentos básicos para millones de pobres en su país.

“No estuvimos en condiciones de hallar una solución con la que pudiéramos superar las diferencias“, indicó el director general de la OMC, Roberto Azevedo, al final de la reunión en que no se pudo lograr el consenso.

Los secretarios de Estado y de Comercio de Estados Unidos, John Kerry y Penny Pritzker, respectivamente, intentaron previamente sin éxito convencer al gobierno en Nueva Delhi, señaló la agencia de noticias DPA.

Estados Unidos “lamentó que un puñado de miembros haya decidido no cumplir con sus promesas hechas en Bali“, señaló el representante de Comercio de ese país, Michael Froman.

India no cedió a las presiones, y tras no obtener garantías de protección a largo plazo de su programa de subsidios agrícolas, bloqueó la aprobación del protocolo tras indicar que el plan comercial propuesto no no protegería a largo plazo su programa de subsidios agrícolas.

La oposición india sumió a la OMC en una grave crisis que suspendió los trabajos del Consejo General a la espera de una solución; ni siquiera los esfuerzos y las entrevistas de Azevedo con los coordinadores de los grupos regionales ayudaron al desbloqueo de la situación.

El Acuerdo sobre Facilitación del Comercio Internacional tenía como objetivo una reforma mundial de normas aduaneras, impulsar la liberalización del comercio mundial, reducir la burocracia y, con ello, multiplicar los intercambios comerciales entre los países.

Según expertos económicos, este plan podría agregar mil millones de dólares a la economía global y crear 21 millones de empleos en todo el mundo.

OMC en retrospectiva

La Organización Mundial de Comercio, tercera pata del trípode capitalista, junto con el BM y el FMI, ha concitado el mayor rechazo por parte de la gente, común y corriente, por cuanto esto del comercio se entiende más fácilmente que lo de la moneda, planeación o finanzas.

Prácticamente todas las ONG sociales se ha propuesto descarrillar a la OMC, pero es desde la cumbre del 2005 de Hong Kong que la beligerancia adquiere resonancia mundial.

“Nuestro Mundo no está en venta” es una especie de multinacional de ONG que se coordinan para hacerle frente a las políticas de libre comercio impulsadas por los países ricos. De su cosecha es la siguiente versión:

– La OMC es una institución internacional cuya finalidad es la eliminación de todas las “trabas” al libre comercio, excluyendo cualquier tipo de regulación laboral, ambiental o social que puedan limitar el negocio del capital privado. Los acuerdos de la OMC han beneficiado sobre todo a los países del Norte aumentando la brecha entre ricos y pobres. La OMC asegura a las empresas multinacionales el acceso a los mercados de los países empobrecidos.

La continua defensa de las “bondades” del libre comercio y la competencia como remedios a la pobreza del 70% del Humanidad han resultado ser totalmente falsas. A las personas se les niega el derecho a la vida y se les despoja de sus libertades y su capacidad de decisión. Nos enfrentamos a una crisis ecológica de gran magnitud a causa del modelo de producción y consumo impuesto por la OMC. Entre las consecuencias de la liberalización comercial están: el desempleo masivo, las deslocalizaciones, el empobrecimiento de la mayor parte de la población mundial, el desplome de los precios agrícolas internacionales, la migración y el desplazamiento forzado, el hundimiento de las artesanías locales así como la privatización y el enorme encarecimiento de los servicios públicos (salud, educación, agua potable, energía eléctrica, etc.). Hay que poner de relieve como el libre comercio hace de las mujeres el colectivo más perjudicado al recibir salarios muy inferiores a los de los hombres y estar mucho más expuestas a la precariedad y a la desprotección.

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