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Las tácticas de la oposición contra Dilma Rousseff

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La presidenta brasileña enfrenta en la actualidad una campaña de desprestigio en contra de su Gobierno por parte de sectores opositores que buscan generar una situación de ingobernabilidad.

Desde que salió a la luz pública el caso de corrupción en Petrobras, la oposición brasileña pretende vincular a la presidenta Dilma Rousseff y a los miembros de su fuerza política Partido de los Trabajadores (PT) en este caso para solicitar su destitución.

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La presidenta brasileña enfrenta en la actualidad una campaña de desprestigio en contra de su Gobierno por parte de sectores opositores que buscan generar una situación de ingobernabilidad.

Desde que salió a la luz pública el caso de corrupción en Petrobras, la oposición brasileña pretende vincular a la presidenta Dilma Rousseff y a los miembros de su fuerza política Partido de los Trabajadores (PT) en este caso para solicitar su destitución.

Esta misma táctica fue utilizada en las elecciones presidenciales de 2014 por el principal bastión de la oposición el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), liderado por Aécio Neves, quien era el contrincante de Rousseff y a pesar de ello, Rousseff triunfó para iniciar su segundo período como sucesora de Lula da Silva, ratificando su compromiso con la educación y la alfabetización.

Entre los objetivos primordiales de la oposición está erosionar al Gobierno nacional, detener la democratización mediática, criminalizar al Partido de los Trabajadores y atacar la popularidad del expresidente Luiz Inácio Lula.

Recientemente, el Tribunal de Cuentas brasileño no aprobó el presupuesto presentado por el Ejecutivo concerniente al año 2014, por supuestamente “haber modificado el déficit”, aupando con esto a la oposición en su campaña para destituir a Dilma, a quien actualmente piden que se le haga un juicio político.

A esto se suma la campaña mediática encabezada por el conglomerado Grupo Globo que apoya abiertamente la destitución de la Presidenta, preparando a la opinión pública y reflejándose en algunas encuestas como la realizada por la empresa privada MDA que indicó que el 69 por ciento de los participantes creen que Dilma es responsable del escándalo de corrupción, aún cuando no se han encontrado evidencias que la vinculen.

El historiador y experto sobre el PT de la Universidad de Sao Paulo, Lincoln Secco, considera que los medios de comunicación juegan un papel fundamental en la situación actual, al señalar únicamente al PT y no necesariamente a los aliados de derecha del gobierno.

Caso Petrobras

El caso de corrupción de Petrobras estalló en el 2014, y se resume en lavado de dinero y sobrefacturación de unos 10 mil millones de reales (tres mil 850 millones de dólares) en proyectos y contratos de la estatal petrolera.

Ante los hechos delictivos, la presidenta Dilma Rousseff solicitó a la Justicia de su país que aplicara los correctivos respectivos, a pesar de que la empresa estaba al mando de dirigentes del PT.

 Las autoridades calculan que unos 50 legisladores del Senado y la Cámara están siendo investigados por su presunta vinculación en el hecho de corrupción. Entre ellos, el presidente parlamentario, Eduardo Cuhna, quien fue acusado por la Fiscalía de haber recibido sobornos por el valor de al menos 5 millones de dólares para la construcción de dos navíos sonda de Petrobras en el período entre junio del 2006 y octubre del 2012.

Las denuncias de corrupción en Petrobras han provocado una pérdida de cerca del 40 por ciento en su valor de mercado, salpicando a varios dirigentes y políticos aliados del Gobierno de la Presidenta. A pesar de los ataques y acusaciones que la derecha ha realizado contra Rousseff, su trabajo como Presidenta no ha parado.

De acuerdo al periodista brasileño, Beto Almeida, en entrevista exclusiva para el sitio web de Telesur en español, el Gobierno de Estados Unidos (EE.UU.) desea desnacionalizar a Petrobras con el objetivo de dañar la imagen de Luiz Inácio Lula da Silva para que no regrese al Gobierno en las elecciones del 2018.

Explicó que se pretende impedir que Lula sea candidato porque de ser así tendría una gran posibilidad de ganar otra vez, el objetivo es impedir la quinta victoria consecutiva del PT.

“Cuando se tienen todos los medios de comunicación en contra, eso podría tener un impacto electoral, el impacto político ya lo está teniendo el PT, hecho que se debe enfrentar y tener la capacidad para dar una explicación a la sociedad porque una cosa es la corrupción y otra es la idea de aquellos que quieren privatizar la petrolera”, sostiene Almeida.

Estrategias golpistas

La Jefa de Estado ha denunciado en reiteradas oportunidades que la oposición busca incesantemente acortar su camino hacia el poder y no conforme con ello, quieren evitar toda posibilidad de que el expresidente Lula vuelva a comandar el país luego de que él anunciara que volvería a lanzarse para las próximas elecciones.

“El golpe que los separatistas quieren hacer una vez más, y como siempre es, contra el pueblo. Pero pueden tener certeza: no tendrá éxito” aseguró Dilma al mismo tiempo que enfatizó que luchará para defender el mandato que le fue dado por el voto popular, la democracia y el proyecto de desarrollo que lleva su gobierno.

En otras declaraciones, la dignataria ha dicho que  su país vive un “golpe democrático a la paraguaya”, en alusión a la destitución en 2012 del entonces mandatario de Paraguay, Fernando Lugo.

Telesur.

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