Clara López y los jóvenes de Bogotá

Por Horacio Duque  

Los jóvenes son una categoría social que corresponde a las personas con edades comprendidas entre los 15 y los 24 años, de acuerdo con una definición de Naciones Unidas.

La situación de dicha población en Bogotá es objeto de preocupación entre los líderes de la Capital por los problemas que afectan a la mayoría de ellos en materia de educación, empleo, drogadicción, cultura, espacio público, deportes, seguridad, identidad, asociación y derechos humanos.

Es fundamental que Bogotá conozcan a sus jóvenes. Eso permite deconstruir falsas ideas y prejuicios, como que los jóvenes son indiferentes y apáticos frente a la política y a los asuntos comunales. No conocer a los jóvenes es un problema serio, porque los gobiernos van trabajando a ciegas, sobre estereotipos y prevenciones. En estos casos terminan proyectando actividades en función de cosas que no son tan prioritarias.

Clara López, la candidata del Polo Democrático y de un amplio campo de organizaciones sociales, ha formulado una audaz propuesta para adelantar acciones públicas durante su mandato (2016-2020), orientadas a ofrecer oportunidades inmediatas de empleo y ocupación laboral a 370 mil jóvenes bogotanos en situación de exclusión y marginación social.

Un nuevo gobierno en la ciudad, en funciones desde el 1 de enero del 2016, debe dar prioridad a “planes de choque” para atender en los primeros 100 días de gestión los principales fenómenos que hacen estragos entre dicha población, creando programas para las minorías, reorganizando los presupuestos de acuerdo con las necesidades de los jóvenes, replanteando la política pública de juventud (http://www.alcaldiabogota.gov.co/sisjur/normas/Norma1.jsp?i=22240), analizando los impactos de las estrategias por localidades y, lo más importante, abriendo más espacios para la educación superior.

Es parte de lo que Clara López ha proclamado como la “cuarta ola” de las reformas sociales bogotanas dirigidas a contrarrestar los males sociales ocasionados por el modelo neoliberal impuesto por las elites dominantes en el aparato estatal nacional y transnacional.

Un paso imprescindible en cualquier política pública estructural para los jóvenes bogotanos es hacer una caracterización de dicha población. En ese sentido las principales tendencias que presenta hoy el mundo de los jóvenes capitalinos es la siguiente:
–          En Bogota hay en la actualidad 1.960.063 jóvenes, que equivale al 25% de la población de la capital.

–          El 49,4%  de esos jóvenes son mujeres y 50,6% son hombres.

–          El 46,7% de jóvenes está trabajando actualmente y en condiciones muy precarias, mientras que el 47,4% ha tenido un trabajo remunerado e inestable durante los últimos 12 meses.

–          El 24,2% de jóvenes están afiliados al régimen subsidiado.

–          Para las y los jóvenes son ellos mismos (76,5%) y su familia (56,6%) quienes protegen su derecho a la vida.

–          El 84,2% de la  juventud bogotana se concentra en 10 localidades. El 55% está en Suba, Kennedy, Engativa, Ciudad Bolívar y Bosa.

–          El 86,5% vive en estratos uno, dos y tres y el 13% vive en estrato cuatro, cinco o seis.

–          El 41,7% dependen económicamente de sí mismos, pero el 44% de los que trabajan ganan menos de un salario mínimo y el 48%, entre dos y tres salarios mínimos.

–          La mayoría de los jóvenes tienen dificultades para acceder a créditos bancarios, vivienda y cargos de elección popular.

–          Entre los jóvenes de la capital existe una marcada oposición al servicio militar, el 63% propone que debería eliminarse o modificarse respetando la objeción de conciencia.

–          La mitad de los jóvenes (un millón) no están estudiando.

–          La población joven ha alcanzado mayoritariamente (61%) la básica secundaria y media como máximo nivel educativo, mientras que el 16% ha llegado a la universidad y el 15% a un nivel técnico o tecnológico.

–          Los jóvenes capitalinos le dan mucha importancia al núcleo familiar.

–          Sus niveles de organización comunitaria son muy bajos, haciendo  vulnerables sus derechos fundamentales por causa de la inseguridad y la violencia de los aparatos policiales como el Esmad, dispositivo responsable de la represión de amplios grupos estudiantiles y universitarios.

–          De cada 100 jóvenes de la ciudad, 68 ven limitada su libertad política para expresar sus opiniones e ideas.

–          Las y los jóvenes bogotanos perciben que hay poco apoyo a sus iniciativas y señalan en muchos estudios mayoritariamente que nunca son apoyados por los servidores públicos (56,8%) ni por las autoridades (55,5%), mientras que algunas veces sí lo son por los adultos (56,1%) y por otros jóvenes (56,2%)

–          Entre las y los jóvenes hay una percepción con tendencia positiva frente a su hábitat barrial

Este el paisaje de los jóvenes de la Capital de la república que debe ser un campo de trabajo democrático para los cambios que demanda la sociedad.

Nota. Para trabajar sobre lo existente, según la recomendación de la Veedora Distrital, Doctora Adriana Córdoba, recomiendo examinar y debatir la política pública en materia de jóvenes (2006-2016) del gobierno distrital incluida en el decreto 482 del 2006, expedido por el Alcalde Luis Eduardo Garzón,  el cual se puede ubicar en el siguiente enlace electrónico: http://www.alcaldiabogota.gov.co/sisjur/normas/Norma1.jsp?i=22240
 
@horacio_DG