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Desarrollo colombiano en 2018 y el plan de la politiquería

Por Mario Alejandro Valencia  

Desde el Plan de Lleras Camargo en 1961 hasta Prosperidad para Todos de Santos en 2010, y a pesar de la enorme riqueza del país, Colombia todavía ocupa el puesto 98 entre 187 países en el Índice de Desarrollo Humano. Es superada en la región por Jamaica, Perú, Panamá y Venezuela, por mencionar algunos. En las últimas tres décadas el país descendió dos lugares en este escalafón mundial, es decir que los más desarrollados toman cada vez mayor ventaja. Colombia es el noveno país más desigual del planeta, compartiendo este deshonroso ranking con Haití, Zambia y Guatemala, entre otros.

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Por Mario Alejandro Valencia  

Desde el Plan de Lleras Camargo en 1961 hasta Prosperidad para Todos de Santos en 2010, y a pesar de la enorme riqueza del país, Colombia todavía ocupa el puesto 98 entre 187 países en el Índice de Desarrollo Humano. Es superada en la región por Jamaica, Perú, Panamá y Venezuela, por mencionar algunos. En las últimas tres décadas el país descendió dos lugares en este escalafón mundial, es decir que los más desarrollados toman cada vez mayor ventaja. Colombia es el noveno país más desigual del planeta, compartiendo este deshonroso ranking con Haití, Zambia y Guatemala, entre otros.

Según el Foro Económico Mundial, en infraestructura es —de lejos— un país más parecido a Ghana y Etiopía que a sus futuros ‘socios’ de la OCDE.

A pesar de los pésimos resultados, cada cuatro años los gobiernos siguen presentando un Plan Nacional de Desarrollo (PND) con estrategias almibaradas y metas irrealizables. Los artículos 29 y 30 de la Ley 152 de 1994, que reglamentan el PND, exigen una “evaluación de su gestión” y un ejercicio de control por parte del legislativo a las metas planteadas. Sin embargo esta labor no se hace; por lo tanto, tampoco hay responsabilidad política cuando no se cumple con lo definido en el Plan. En ausencia de evaluación, el PND termina siendo un ejercicio más de politiquería para ‘enmermelar’ a los amigos del Gobierno.

Lo prueba el hecho de que se comience a discutir el Plan de Santos II (2014-2018), sin que el Congreso haya hecho un análisis sobre las metas del Plan de Santos I (2010-2014). De lo planteado en dicho PND, solo cumplió con ¡1 de 11 estrategias!, la de Propiedad Intelectual, cuya meta fue de 10.500 solicitudes de patentes y se llegó a 10.631. En conocimiento e innovación solo cumplió con el 42 % de las metas, para el sector agropecuario con el 34 % de las metas, en infraestructura de transporte el 28 %, en vivienda el 41 %. Hay casos tan aberrantes como la meta de construir 1154 kilómetros de red férrea, de las cuales no se construyó uno solo. Por el contrario, en innovación el país cayó 8 puestos en el escalafón mundial y en competitividad no hubo ningún avance.

El PND de Santos II trae unas metas sustentadas en supuestos falsos. Petróleo a 87 dólares el barril (aunque el Ministro Cárdenas anunció que se redujo, todavía no se sabe a cuánto) y producción de 988.000 barriles diarios, cuando ningún analista en el mundo apuesta a petróleo más caro de 60 dólares y hasta la Anif ha supuesto una caída en la producción. La tasa de crecimiento esperada para la agricultura es de 4 %, mientras el promedio de los últimos 10 años fue de 2,1 %; y para la industria se proyecta un crecimiento de 4,5 % cuando en la última década fue de 2,7 %.

El Plan Nacional de Desarrollo no tiene una sola mención a la industria manufacturera, motor de crecimiento de las economías más ricas del planeta. En cambio se refuerzan las fracasadas políticas extractiva y de los TLC. Mientras para desarrollo productivo se dirige el 1,17 % de los recursos del Plan, para el sector minero energético va el 11,15 %.

Lo que sí promete el gobierno es implementar 161 instrumentos de la OCDE, ese club que llevó a la quiebra a Portugal, España y Grecia, que ahora lo disfrazan como de “buenas prácticas”, para ocultar sus verdaderas intenciones.

Se requiere una gran coalición de movimientos sociales para desenmascarar los propósitos del Plan de Santos, y buscar alternativas para un verdadero desarrollo nacional, teniendo como pilares fundamentales a la producción agrícola e industrial.

@mariovalencia

Las 2 Orillas.

 

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