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Ecopetrol: amiguismo y mermelada

Por Daniel Coronell

El trasplante masivo de funcionarios de la cuestionada Procuraduría de Alejandro Ordóñez a Ecopetrol está sacando a flote las prácticas clientelistas en la empresa petrolera. Nombramientos de amigas de colegio de la esposa del presidente de la compañía, designación del cónyuge de quien fuera la secretaria privada del antiguo procurador y la aparición en la nómina de Ecopetrol de hijos de exmagistrados que en su momento habían sido favorecidos burocráticamente por el ahora candidato presidencial.

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Por Daniel Coronell

El trasplante masivo de funcionarios de la cuestionada Procuraduría de Alejandro Ordóñez a Ecopetrol está sacando a flote las prácticas clientelistas en la empresa petrolera. Nombramientos de amigas de colegio de la esposa del presidente de la compañía, designación del cónyuge de quien fuera la secretaria privada del antiguo procurador y la aparición en la nómina de Ecopetrol de hijos de exmagistrados que en su momento habían sido favorecidos burocráticamente por el ahora candidato presidencial.

Hace unos días, cuando preparaba la columna ‘Ecopetrol y la mermelada para Ordóñez’, llamé y le escribí mensajes al presidente de la compañía, Juan Carlos Echeverry. A pesar de que le informé a su director de Comunicaciones que tenía una hora de cierre improrrogable para la entrega de la columna, recibí la llamada del doctor Echeverry casi dos horas después del plazo límite por lo cual no pude incluir sus explicaciones que –en todo caso- me parecieron insatisfactorias.

El traslado del ADN del ordoñismo a Ecopetrol empezó con la llegada de María Juliana Albán, quien había sido la secretaria general –es decir la tercera al mando– en la Procuraduría de Ordóñez. Ella fue nombrada vicepresidente de Cumplimiento Corporativo. El presidente de Ecopetrol me aseguró que había sido designada en ese cargo por sus méritos y añadió: “Fue compañera de colegio de mi esposa”. Evidentemente esa circunstancia no alcanza a ser un mérito especial para ingresar a la principal empresa del país.

Lo más llamativo es que doña María Juliana no es la única amiga de colegio de la esposa del doctor Echeverry que está en la bien pagada nómina de Ecopetrol.

Algunos egresados del Colegio Anglo Colombiano, promoción de 1993, recuerdan que Verónica Navas, hoy reconocida economista y esposa del presidente de Ecopetrol, Juan Carlos Echeverry, era miembro de un grupo de amigas del que también hacían parte la hoy vicepresidente de Ecopetrol María Juliana Albán y Mónica Juliza Saavedra. Esta última contratada también en Ecopetrol por la administración Echeverry como profesional 1 con un sueldo superior a los 18 millones de pesos y –como no– antigua funcionaria de la Procuraduría de Alejandro Ordóñez.

Ahí no paran las casualidades, también nombraron en Ecopetrol al esposo de otra funcionaria de confianza de Ordóñez.

María Juliana Albán fue remplazada en la Secretaría General de la Procuraduría por Ana María Silva, quien antes fue la secretaria privada de Alejandro Ordóñez. Ella está casada con Juan Pablo Rugeles, también contratado en Ecopetrol por esta administración.

Tanto el señor Rugeles como su esposa son invitados frecuentes a los eventos de la familia de Alejandro Ordóñez. Las páginas sociales los han mostrado en fiestas, showers y en la gigantesca celebración de la boda de la hija del entonces procurador.

Algunos familiares de magistrados que habían sido nombrados por Ordóñez en la Procuraduría ahora están en Ecopetrol. Guillermo Andrés Gómez Díaz, hijo del expresidente de la Corte Suprema de Justicia Alfredo Gómez Quintero y antiguo asesor del despacho de Ordóñez, ahora es asesor de cumplimiento de Ecopetrol.

Paula Andrea Guarín Prieto, hija del expresidente de la Sala Administrativa del Consejo Superior de la Judicatura Alfonso Guarín Ariza y procuradora delegada de Ordóñez, ahora es profesional 2 de Ecopetrol. En la columna anterior cometí un error con el apellido de la doctora Paula Andrea que es Guarín y no García.

La contratación de numerosos exsubalternos de Ordóñez coincide con el despido de más de 28.000 funcionarios de Ecopetrol durante la administración de Echeverry, alegando razones de austeridad y racionalización del gasto.

La austeridad llegó a esas 28.000 familias, pero no a otros niveles de la compañía. El primero de mayo de este año el presidente de Ecopetrol, Juan Carlos Echeverry, recibió junto con su cheque quincenal un pago adicional a su salario de más de 300 millones de pesos. La doctora María Juliana Albán también recibió por esa época un pago extra cercano a los 150 millones.

Mientras el precio internacional del petróleo está por el suelo, Ecopetrol otorga estos bonos –llamados compensaciones variables no constitutivas de salario– argumentando cumplimiento de resultados en 2016 y “mera liberalidad de la empresa”. 

Tomado de SEMANA.com

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