Columnistas
Isagén: de energía productiva a contratos-mermelada
Por Mario Alejandro Valencia
En años anteriores el Estado se deshizo de prácticamente todo su patrimonio productivo con explicaciones falaces que iban desde la ineficiencia hasta la corrupción. Como en el caso de Isagén no se logró convencer a nadie de que esta era la situación de la empresa, el presidente Juan Manuel Santos metió el acelerador para entregarla al capital extranjero, sin importar que el 80 % del Senado se opone a dicha venta. Por eso los ministros de Hacienda y Minas se han negado sistemáticamente a atender las citaciones del Congreso, pues no tienen ningún argumento para justificar su actuación.
Por Mario Alejandro Valencia
En años anteriores el Estado se deshizo de prácticamente todo su patrimonio productivo con explicaciones falaces que iban desde la ineficiencia hasta la corrupción. Como en el caso de Isagén no se logró convencer a nadie de que esta era la situación de la empresa, el presidente Juan Manuel Santos metió el acelerador para entregarla al capital extranjero, sin importar que el 80 % del Senado se opone a dicha venta. Por eso los ministros de Hacienda y Minas se han negado sistemáticamente a atender las citaciones del Congreso, pues no tienen ningún argumento para justificar su actuación.
Es ampliamente conocido que los recursos de la venta de la estatal energética se dirigirán a financiar los contratos de las concesiones viales, un despropósito que frenará aún más la competitividad del país. Prueba una vez más que el papel del gobierno actual es servir como correa de transmisión de recursos públicos hacia los negocios de unos cuantos privados.
El Foro Económico Mundial, escenario al que asiste cada año el ministro Cárdenas, define que el segundo pilar de la competitividad de un país es la infraestructura. Se refiere expresamente a la infraestructura de transporte y a la de electricidad. No separa ambos elementos y les da la misma importancia. Pero en Colombia, el ministro intenta hacer creer que se debe comprar la nevera con la plata del recibo de la energía.
En cuanto a las concesiones viales, la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif) manifestó que en términos de las vías 4G, el gobierno carece de un Plan Maestro Vial, lo que implica que estas obras de infraestructura se ejecutan de manera improvisada y sin justificación técnica. Pero más grave aún, Anif advierte que se hacen “a través de contratos-mermelada”.
La decisión del gobierno de vender a Isagén implicará la pérdida de un activo estratégico, rentable, bien administrado y prácticamente blindado de la politiquería, para obtener más de $ 5 billones que quedarán expuestos a negocios “que terminan en malos diseños y en pésimas administraciones, cuando no en abierta corrupción”, como lo advierte Anif.
El 16 de abril senadores y representantes de varios partidos políticos y decenas de organizaciones sociales, se reunieron en el Congreso de la República en la audiencia Isagén No Se Vende. Allí surgieron tres propuestas: el senador Jorge Enrique Robledo llamó a la movilización ciudadana para advertir sobre la intencionalidad del gobierno de matar la gallina de los huevos de oro. La senadora Claudia López propuso poner freno a la venta de la empresa en la actual discusión del Plan Nacional de Desarrollo. Finalmente, la senadora Viviane Morales propuso adelantar una moción de censura contra el ministro Mauricio Cárdenas, por su responsabilidad en el detrimento patrimonial que significará la venta de la empresa. Como se ve, la defensa de Isagén todavía tiene mucha energía que brindar a los colombianos.
@mariovalencia01
Las 2 Orillas.