Columnistas
La banca siempre gana
Por Fander Falconí
Las corporaciones multinacionales manejan su propio glosario internacional de economía política y ese gran capitalismo se ha convertido en el capitalismo supranacional. Un poder por encima de las naciones maneja el mundo. Pero el mayor problema es que su riqueza es el aire, por así decirlo. Una riqueza que no está articulada a la producción de bienes y servicios, sino a la especulación pura.
Por Fander Falconí
Las corporaciones multinacionales manejan su propio glosario internacional de economía política y ese gran capitalismo se ha convertido en el capitalismo supranacional. Un poder por encima de las naciones maneja el mundo. Pero el mayor problema es que su riqueza es el aire, por así decirlo. Una riqueza que no está articulada a la producción de bienes y servicios, sino a la especulación pura.
No son grandes empresas, son grandes apostadores que padecen ludopatía o adicción al juego. Ya los vimos derrumbarse en 2008 y prometieron no apostar más, pero son promesas de adictos, nunca se cumplen. El escenario actual es peor que el anterior.
De muestra basta un botón. Alemania, el país más rico de la Unión Europea, tiene un Producto Interno Bruto de dos billones 740 mil millones de euros. Tan colosales cifras quedan cortas ante la cifra de Deutsche Bank, uno de los mayores bancos de inversión del mundo (y el que fuera el mayor banco del mundo hace un siglo): 54 billones 700 mil millones de euros en derivados financieros (léase riesgos), con el respaldo de apenas 522 mil millones de euros en activos (ver un interesante artículo de Tyler Durden, The Elephant in the Room). En EE.UU. hay cinco bancos con más de $ 40 billones en derivados financieros expuestos a riesgos: JPMorgan Chase, Citibank, Bank of America, Morgan Stanley y Goldman Sachs. Debe recordarse este último nombre al hablar, a continuación, de la crisis griega.
El último ‘rescate’ europeo a Grecia será de 83.400 millones de euros; de estos, apenas 12.500 millones se destinarán a inversión de crecimiento, 25 mil millones serán para ‘recapitalizar’ los bancos griegos y 45.900 millones servirán para pagar la deuda. Así que Grecia se endeuda con Europa para pagar la deuda a los mismos europeos, también para ‘recapitalizar’ a sus bancos (en Estados Unidos, Bush les entregó dinero en 2008 y los bancos dieron departamentos de lujo a sus gerentes) y una pequeña parte se destina a inversión.
En realidad, el préstamo es para pagar a los bancos europeos y a los banqueros locales. La banca siempre gana, porque quedan en garantía 50.000 millones de activos que serán vendidos. También sabemos que esas privatizaciones nunca se recuperan; es más, sirven para pagar la deuda y punto. Grecia da todo y Europa (Alemania) recibe todo.
¿Y cuál es el autor intelectual de este ‘rescate’? Nada menos que Mario Draghi, el economista italiano que hoy es el presidente del Banco Central Europeo, antiguo ejecutivo del Banco Mundial y luego, hasta hace menos de 10 años, vicepresidente europeo de Goldman Sachs, cuarto banco de inversión del mundo.
¿Dónde se escuchó ese nombre? Ese es uno de los cinco bancos de inversión más poderosos de Estados Unidos y uno de los que han rebasado los $ 40 billones en derivados financieros. Antes de su cargo actual, Draghi fue gobernador del Banco de Italia. Recuérdese que Goldman Sachs fue acusado por una agencia oficial de Estados Unidos de fraude por el caso de las hipotecas en 2008. Hoy se acusa al mismo ente financiero de ser cómplice en el ocultamiento de datos en el caso de Grecia.
El carácter supranacional del capital hace que la política de muchos Estados se rija por los dictados de dicho capital.
@fanderfalconi
El Telégrafo, Ecuador.