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¿Qué significa la aprobación de la llamada ley ZIDRES?

Por Víctor Correa Vélez  

El pasado martes 15 de diciembre en el Congreso de la República se aprobó la llamada ley ZIDRES, ésta cuestionada ley va en contravía del Artículo 64 de la constitución política de Colombia que habla de la progresividad a la propiedad de la tierra del campesinado del país y modifica la ley 160 de 2004 que buscaba, democratizar la propiedad rural de tierras baldías mediante la Unidad Agrícola Familiar –UAF- como mecanismo de protección y de igualdad para los campesinos del territorio nacional.

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Por Víctor Correa Vélez  

El pasado martes 15 de diciembre en el Congreso de la República se aprobó la llamada ley ZIDRES, ésta cuestionada ley va en contravía del Artículo 64 de la constitución política de Colombia que habla de la progresividad a la propiedad de la tierra del campesinado del país y modifica la ley 160 de 2004 que buscaba, democratizar la propiedad rural de tierras baldías mediante la Unidad Agrícola Familiar –UAF- como mecanismo de protección y de igualdad para los campesinos del territorio nacional.

La amenaza latente que trae consigo este proyecto de ley es la eliminación de la UAF, la legalización de anteriores acumulaciones ilegales y la acumulación excesiva de tierra por parte de grandes multinacionales y magnates Colombianos, despojando a las capas bajas y medias de nuestra ruralidad de sus propiedades mediante transferencias; cabe resaltar que la acumulación de tierra es bastante alta en el país y hace que Colombia figure a nivel mundial en el puesto 14 de los más desiguales del mundo con un índice de Gini de 0.73 según el informe del Ministerio de Agricultura en la Socialización de Resultados Técnicos upra 2014-2015.

La crisis profunda y estructural que padece el agro colombiano no se resolverá con esta “contrarreforma agraria” donde se le hace un esguince a las leyes existentes para favorecer a grandes monopolios. Utilizar el sofisma barato de decir que el campesinado se verá beneficiado y que no perderán sus tierras pero que en la práctica el Gobierno Nacional entregará en concesión tierras a 30, 40 y hasta 60 años al mejor postor es una acción modificatoria del régimen de baldíos que golpea con sevicia al campesinado.

Soslayar los derechos de los pequeños y medianos propietarios de quienes construyen y siembran en el campo, pasar por encima de las decisiones y consultas de Alcaldes y Concejos Municipales de la Colombia rural, profundizar el modelo neoliberal y en los TLC son una muestra clara que el gobierno de Santos no le apuesta al campo como motor de desarrollo para la paz.

@VictorJCorreaV

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