Columnistas
Cali: agua, salud y transporte para el pueblo. ¡No al tarifazo!
Por Horacio Duque
Cali, la tercera ciudad de Colombia, hoy, parece un infierno. Aquí el fenómeno del niño es un descomunal cataclismo. Las temperaturas, arriba de 36 grados, son un tormento para sus dos millones 400 mil habitantes y para los más de tres millones del Área Metropolitana. Pero no es solo eso. No hay agua potable.
La salud colapso como resultado de la corrupción politiquera. Y el transporte público es un caos.
La ciudad necesita dramáticamente una acción de emergencia ante la catástrofe que se vive. Y no exagero.
Por Horacio Duque
Cali, la tercera ciudad de Colombia, hoy, parece un infierno. Aquí el fenómeno del niño es un descomunal cataclismo. Las temperaturas, arriba de 36 grados, son un tormento para sus dos millones 400 mil habitantes y para los más de tres millones del Área Metropolitana. Pero no es solo eso. No hay agua potable.
La salud colapso como resultado de la corrupción politiquera. Y el transporte público es un caos.
La ciudad necesita dramáticamente una acción de emergencia ante la catástrofe que se vive. Y no exagero.
Desde el pasado lunes 18 de enero y por tiempo indefinido se ha decretado un racionamiento de agua que afecta varios espacios urbanos como el Centro, el Oeste y el Norte de Cali. Esto quiere decir, que más de 70 sectores de la ciudad, que se surten de la planta Río Cali, tendrán suspensión del servicio entre las 10:00 p.m. y las 4:00 a.m. hasta que se recuperen los bajos niveles del río Cali.
Uno de los sectores afectados será el barrio San Fernando, donde se encuentran diferentes entidades de salud, entre ellas el Hospital Universitario del Valle.
Los barrios afectados por este cruel racionamiento de agua son: El Refugio, Cascada, Pampalinda, Cuarto de Legua, Urbanización Santiago de Cali, Cañaveralito, Lido, Nueva Granada, Santa Isabel, La Morelia, Tejares, Cristales, San Fernando Viejo, El Morichal, Miraflores, Sector Guadalupe, Cañaveral, Bellavista, El Nacional, Navarro, Santa Bárbara, Los Libertadores, Miraflores, San Cayetano, San Antonio, EL Peñón, La Chamca, Bosques Municipal.
En la comuna 1, los barrios Terrón Colorado I y II, Palermo y su sector de la Fortuna; Alto Aguacatal y sus sectores; Mata de Guadua, la Estatua, la Paz, la Gracia, la Playita, Puente Azul; Vistahermosa y sus sectores las fresas, patio bonito, los lotes, el retén, la berraquera; Bajo Aguacatal, Palmas I y II, La Legua, Urbanización Aguacatal y Villa del Mar. Está localizada al occidente del área urbana.
Comuna 2: Altos de Menga, Arboledas, Área Libre-Parque del Amor, Arroyohondo, Brisas de los Álamos, Centenario, Ciudad los Álamos, Chipichape, Dapa, El Bosque, Granada, Juanambú, La Campiña, La Flora, La Paz, Menga, Normandía, Pacará, Prados del Norte, San Vicente, Santa Mónica, Santa Rita, Santa Teresita, Sector Altos de Normandía-Bataclán, Urbanización La Flora, Urbanización La Merced, Versalles, Vipasa, no tendrán el servicio de acueducto.
También son varios los municipios con problemas de agua por este sorpresivo racionamiento. Nos referimos a los municipios de La Cumbre, Vijes, Restrepo, La Victoria, Toro, Jamundi, Candelaria, Palmira, La Unión, San Pedro, Zarzal, Roldanillo y Ansermanuevo.
Cali, bañada por siete ríos y que cuenta con varios humedales, es una ciudad donde el agua pareciera ser un recurso ilimitado. Sin embargo, las constantes suspensiones del suministro y las dificultades para tener acceso a dicho líquido se han convertido en el calvario de cada día de millones de personas, sobre todo de los más pobres, que viven en zonas donde no existen fuentes limpias de agua.
El abastecimiento de la ciudad depende de los ríos Cauca, Meléndez y Cali, y las tres cuencas presentan problemas de deforestación y pérdida de calidad por minería ilegal.
No solo se trata de las afectaciones climáticas, que a pesar de ser previstas no han sido manejadas con medidas de choque que garanticen el cuidado del recurso. Hay diferentes actores que intervienen en el problema: campesinos que viven aguas arriba o cerca a sus nacimientos y que no cuentan con herramientas para que generen ingresos sin tener que intervenir el bosque que protege las fuentes de agua; y las industrias y empresas capitalistas que producen residuos líquidos, que en buena parte no cuentan con sistemas de limpieza del agua que utilizan, y que vierten sus contaminantes en los ríos sin tratamiento adecuado.
Está también el sistema administrativo, insuficiente, corrupto, clientelar y burocrático, que a la hora de tomar decisiones ante estos problemas, que debieron ser tratados hace tiempo, no lo han hecho con la premura debida, muy posiblemente por falta de continuidad a las propuestas que nacieron en las administraciones de turno, lo que ha permitido el deterioro del sistema hídrico de la ciudad.
Para cerrar este desolador escenario, la nueva Gerente de EMCALI, Cristina Arango, se nos vino con nuevos anuncios de incremento de las tarifas de los servicios de agua, luz, teléfonos, gas y recolección de basuras a partir de enero.
No hay derecho a semejante abuso. Son unos neoliberales delirantes.
Se robaron a EMCALI y ahora quieren tapar los huecos y organizar más saqueo con el ajuste de las tarifas.
A este negro panorama hay que agregar los graves problemas de la salud. Los hospitales, como el departamental, lo arruinaron los politiqueros corruptos y despojadores de los presupuestos correspondientes. En Cali la salud colapso y necesita un plan extraordinario de intervención.
Adicionalmente el transporte y la movilidad de millones de personas se han convertido en un caos descomunal.
Las operadoras del sistema de transporte masivo MIO se mueven en la bancarrota, y el servicio es un desastre en las diferentes rutas que operan en el espacio vial y urbano.
Mientras todo este caos crece, el alcalde Maurice Armitage posesionado el pasado 1 de enero, se despacha con discursos cantinflescos y con retoricas empresariales que solo favorecen a una minoría, a la vieja casta oligárquica que vive a expensas de la miseria y explotación de los demás caleños.
El pueblo de Cali y de los municipios cercanos debe proceder a organizar una gran movilización cívica que exija la solución de estos graves problemas.
Hay que dar paso a un amplio movimiento social que articule todas las demandas sociales para alcanzar el bienestar de las mayorías ciudadanas.
En las condiciones presentes es imposible que la paz llegue a la capital del departamento del Valle.
Agua, salud y transporte es la demanda inmediata de todo el pueblo de Cali.
Todo nuestro apoyo.