Columnistas
Chequera con muchos dueños pero pocos fondos
Por José Roberto Acosta
Con irrespeto hacia lo público el presidente Santos se proclamó dueño la chequera presupuestal, que es de todos los colombianos, dizque para ponerle tatequieto al Vicepresidente que, como nunca en la historia nacional, gasta a manos llenas para apuntalar sus intereses electoreros, ocultando que quienes pagarán su banquete serán los ciudadanos.
Para 2015 los ingresos del Gobierno Nacional Central son cerca de $131 billones, sin embargo ese dinero no fue suficiente y ya se sobregiró en cerca de $26 billones, casi 3% del total de bienes y servicios producidos en la economía todo el año. Lo anterior obligó a que la deuda neta del sector público saltara por encima del 30% del total del ingreso anual de toda Colombia, agravándose con la autorización del Congreso para aumentar el endeudamiento externo desde ya.
Por José Roberto Acosta
Con irrespeto hacia lo público el presidente Santos se proclamó dueño la chequera presupuestal, que es de todos los colombianos, dizque para ponerle tatequieto al Vicepresidente que, como nunca en la historia nacional, gasta a manos llenas para apuntalar sus intereses electoreros, ocultando que quienes pagarán su banquete serán los ciudadanos.
Para 2015 los ingresos del Gobierno Nacional Central son cerca de $131 billones, sin embargo ese dinero no fue suficiente y ya se sobregiró en cerca de $26 billones, casi 3% del total de bienes y servicios producidos en la economía todo el año. Lo anterior obligó a que la deuda neta del sector público saltara por encima del 30% del total del ingreso anual de toda Colombia, agravándose con la autorización del Congreso para aumentar el endeudamiento externo desde ya.
Este gasto al debe, por cuenta de girar cheques sin fondos, solo tiende a empeorar y tal desbalance ya se traduce en el mayor déficit externo de cuenta corriente de nuestra historia, pues durante el presente año habremos consumido internamente USD$ 20.000 millones más que lo que producimos, en un insostenible desahorro que por obvias razones encarece el precio del dólar, que además atiza la inflación y ya merma el ingreso de los asalariados, obligando al Banco de la República a subir fuertemente sus intereses, apretando al sector privado.
Para el Gobierno cinco o veinticinco billones de pesos en sobregiro da igual y mientras gira y gira, nos aplicará mayores impuestos que castigarán más a las rentas de trabajo que a las rentas de capital: Aumento del IVA del 16% al 19%, ampliación del número de personas naturales que paguen impuesto de renta, y venta de empresas rentables como ISAGEN, a la cual seguirán ISA y ECOPETROL, que ya está siendo desvalijada por dentro, dejándole solo un cascarón sin valor, como lo evidencia su desvalorización en la Bolsa, que siempre anticipa estas maniobras.
Disposición abusiva de activos estratégicos públicos que de manera terca e ilegítima el gobernante de turno usa como si fueran de su propiedad, como si con nuestro voto le hubiéramos endosado nuestro futuro. No hay almuerzo gratis y tan irresponsable banquete con chequera pública, solo llenará las barrigas de muy pocos por cuenta del hambre de las mayorías. Que democracia.
@jrobertoacosta1
El Espectador, Bogotá