MENSTRUACIÓN LIBRE DE IMPUESTOS

Por Natalia Moreno

En Colombia se promueven impuestos a artículos femeninos como toallas y tampones lo que se constituye en una política económica abiertamente sexista. En el marco del debate sobre la Reforma Tributaria, el grupo Género y Justicia Económica de la Red por la Justicia Tributaria, impulsó una campaña denominada Menstruación libre de Impuestos con el objetivo de visibilizar el sesgo de género implícito en la política tributaria del país. 

El Estatuto Tributario grava a las toallas higiénicas y tampones con IVA, obligando a que cada mujer pague un impuesto del 16% cada vez que adquiere estas mercancías. Al estar gravados con la tarifa plena de este impuesto, el mensaje que el gobierno envía a la sociedad es que ¡el periodo es un lujo!, mientras por ejemplo los aviones jet privados y los langostinos gozan de exención de IVA. Actúan como Robin Hood, pero al revés.

Las cuentas son las siguientes: una toalla higiénica cuesta $500 pesos en promedio; las mujeres necesitamos 5 al día si seguimos las recomendaciones médicas de cambiarla cada 4 horas, es decir, 25 al mes, suponiendo 5 días de menstruado; 13 periodos al año equivalen a 323 toallas, que multiplicadas por su valor da un gasto anual por mujer de $161.500. Según el DANE, en Colombia hay 13.295.845 niñas y mujeres de 10 a 44 años, periodo en el cual se menstrua, lo que equivale que entre todas gastamos en promedio al año $2.147.278.967.500 en estos artículos.

Fuente: elaboración propia con base en precios del mercado y DANE

Como lo muestra la tabla, las mujeres aportamos al recaudo del IVA $343.564.634.800 de pesos por concepto de gasto en toallas higiénicas, valor que con la reforma tributaria aumentará en 64 mil millones de pesos más, llegando a $407.983.003.825 pesos al año. En términos per cápita, el aumento por mujer será de $25.000 a $30.000 pesos. 

Menstruar es una condición biológica de las mujeres. Es inadmisible que una diferencia física se constituya en un hecho generador de impuestos. Este IVA, además de tener un carácter regresivo en términos tributarias, es un impuesto por el hecho de ser mujer; un impuesto sexista que profundiza la desigualdad económica de las mujeres en uno de los países más inequitativos del planeta. 

La reforma tributaria nos afecta de múltiples maneras: le arrancará 90 billones de pesos en impuestos indirectos en los próximos seis años a las clases medias y bajas del país, lo que sin duda caerá más fuertemente sobre las mujeres quienes sufren de mayor informalidad laboral, desempleo, pobreza y brecha salarial respecto a los hombres. 

El aumento de la tarifa general del IVA del 16% al 19% encarecerá las mercancías etiquetadas para mujeres (rosadas), que hoy tienen un sobreprecio en comparación con las demás (cuchillas, champús, talcos), subirá el costo de la industria cosmética, una de las que generan más ganancias en el mercado, dirigida particularmente al sexo femenino, y encarecerá los artículos femeninos.

Las mujeres hemos levantado una voz de protesta. Después de diversas actividades de movilización hemos logrado conseguir más de 50 firmas de congresistas de 6 partidos políticos que apoyan nuestra propuesta de no cobrar impuestos sobre estos artículos de primera necesidad para las mujeres. Sin embargo, haciendo oídos sordos de toda evidencia, el ministro de hacienda cerró la puerta a cualquier modificación, notificando a las colombianas de que seguirá aplicando esta política sexista.

La violencia económica que ejerce el gobierno de Santos a través de su política fiscal pone en juicio todos los discursos de amor hacia el sexo femenino. Solo la organización y movilización lograran los cambios que permitirán frenar la desigualdad social. El debate sigue vivo. 

@NatiMorenoS

Para más información ver: La reforma tributaria de Santos, otro golpe a las mujeres

http://justiciatributaria.co/genero/reforma-tributaria-santos-mujeres/